viernes, 18 de mayo de 2018

LA VIDA DE ADÈLE

La vida adolescente de Adèle (Adèle Exarchopoulos) transcurre con la mayor normalidad posible: El colegio, sus padres, sus amigos y los chicos colman toda su atención. Sin embargo, todo su universo se queda paralizado cuando, una noche, conoce a una joven, Emma (Léa Seydoux), con el pelo azul, quedándose prendada de su personalidad y de su belleza. El amor entre las dos chicas surge de forma natural mientras se enfrentan a un entorno tradicional hostil, que no está preparado para aprobar una relación entre personas del mismo sexo.
En medio de esa incomprensión e intolerancia, las dos adolescentes intentan construír su relación amorosa, entregándose completamente la una a la otra, impulsadas por una especie de fuerza incontenible que las arrastra hasta llevarlas al centro de su necesidad.
Sin embargo, todo ese frenesí inicial, irá derivando en sentimientos más complejos, más maduros y menos pueriles, no basta con entregar tu cuerpo, también hay que saber cómo entregar tu alma, cómo lidiar con lo que ganas y con lo que pierdes, con las aspiraciones de realización personal y con el apasionamiento de exprimir cada segundo de esa intimidad compartida.


Adaptación de la novela gráfica de la escritora francesa Julie Maroh, "Le bleu est une couleur chaude", en la que se recoge la historia de amor de dos jóvenes lesbianas.


Controvertido film de Abdellatif Kechiche, aclamado por uno y denostado por otros, entre estos, muchas lesbianas que califican, no sólo a la película, sino también al jurado de Cannes que le concedió la Palma de Oro, de voyeurs heterosexuales, por las largas escenas de sexo explícito (casi quince minutos dura una de ellas), que a su juicio son una suerte de pornografía glamourosa y que dan una imagen morbosa de las relaciones lésbicas.
Escenas que supusieron un desgaste tremendo para las protagonistas que hubieron de repetirlas una y otra vez y que a juicio de algunos son sexo coreografiado.
Yo creo que la película es muy atractiva por la forma en que está contada la historia, que en el fondo es una historia de amor de lo más clásico que podría serlo de una relación heterosexual, sin tener que cambiar un ápice del planteamiento.
Muchos primeros planos y gran número de secuencias rodadas con la cámara al hombro, además de aspectos como la ausencia de maquillaje en las dos chicas, tratan de darle un aire de espontaneidad que consigue por momentos, haciendo que la narración nos resulte bastante natural a pesar del tema elegido.
En cuanto a lo de la duración de las escenas de sexo, pienso que la película en general se excede en el metraje y al igual que esas escenas pueden resultarle a algunos demasiado largas, hay otras cuantas que también lo son, de hecho, se pasan un buen rato comiendo spaghettis en diferentes momentos, de manera que casi hueles la salsa de tanto primer plano viéndoles sorber la pasta, pero claro, esto es menos llamativo.
Hay algunas cosas que están un poco metidas de cualquier manera en la película, como el acoso verbal que sufre Adèle por parte de sus compañeras de instituto y que quedan en el aire, sin que se profundice en ellas, además de resultar un tanto incongruentes, pues por otro lado vemos que uno de los amigos de la chica es abiertamente gay, va a su misma clase y no sufre rechazo aparentemente.
Hay una escena en la que la madre de Adèle la sorprende teniendo sexo en su habitación y la echa de casa, que fue suprimida, por lo que en la película vemos de repente a Adèle viviendo en la casa de Emma, sin que haya habido explicación alguna de que se han ido a vivir en pareja y el espectador tarda un rato en asimilar que la situación ha cambiado.
Una de las reflexiones que me hago es: Si eliminó esta escena y tampoco cuenta nada sobre el final de los estudios en el instituto, pues de buenas a primera vemos a Adèle trabajando como profesora, lo mismo pudo haber hecho con otras cuantas escenas de manera que la película resultara más corta de las tres horas que dura.
De cualquier manera, la impresión general es que estamos ante un film muy bien hecho técnicamente, que trata de dar visibilidad a un colectivo que aún se enfrenta a mucha incomprensión social y que lo hace desde la normalidad y la sencillez.
Espléndidas las dos protagonistas, con una Adèle Exarchopoulos que fue todo un descubrimiento y que se nos hace entrañable y cercana ya desde el inicio. Un film que ejerce una gran fascinación sobre el espectador y al que se le podrían haber suprimido o acortado las escenas controvertidas, sin que por ello hubiera sufrido el conjunto, tal vez al contrario.




2 comentarios:

  1. Escenas de casi quince minutos de sexo, deben de agotar y mucho; casi se puede decir que solo se ve en el porno; vamos que si las tuvieron que repetir varias veces, acabarían hechas polvo. Este tipo de películas yo creo que por mucho tiempo que pase, siempre suscitaran polémica.

    Salud Trecce.

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    1. Algo habrá de cierto en que no están muy conseguidas las escenitas en cuestión, no sólo por su duración, sino por el tratamiento que se les ha dado, cuando buena parte de las críticas vienen de personas y colectivos de lesbianas.

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