El Rey Théoden (Bernard Hill) es demasiado orgulloso para enviar a sus hombres a ayudar sin que se lo pidan, por lo que Gandalf (Ian McKellen) y Pippin (Billy Boyd) se dirigen a Minas Tirith con el fin de convencer a Denethor (John Noble), senescal de la ciudad y padre de Faramir (David Wenham) y el difunto Boromir (Sean Bean), para que solicite dicha ayuda, aunque se encuentran con su reticencia a hacerlo. La familia de Denethor ha actuado como guardianes temporales de Gondor durante siglos hasta que un miembro de la verdadera línea de reyes regrese. Este miembro no es otro que Aragorn (Viggo Mortensen), que debe superar las dudas sobre sí mismo antes de que poder asumir el papel que está destinado a cumplir. Mientras tanto, Frodo (Elijah Wood) y Sam (Sean Astin) continúan llevando el Anillo Único hacia Mordor, guiados por Gollum (Andy Serkis). Lo que no saben es que Gollum los está llevando a una trampa con el objetivo de quedarse el anillo para sí mismo. Aunque Sam sospecha su engaño, Frodo está comenzando a ser corrompido por el poder del Anillo. Ambas actitudes serán explotadas por Gollum. La única forma en que puede retornar la normalidad es que el Anillo sea destruido, algo que cada minuto que transcurre, se está volviendo más difícil para Frodo.
Tercera y última entrega de la adaptación para el cine de la magna obra "El señor de los anillos", del británico J.R.R. Tolkien.
Definitivamente, Peter Jackson opta por la épica en su particular adaptación de la obra de Tolkien, si bien es cierto que no renuncia a ciertos momentos en que la fantasía más poética aparece en pantalla, sobre todo en las escenas finales cuando se produce la despedida de la Compañía del Anillo o la partida definitiva de Frodo y Bilbo Bolsón (Ian Holm) hacia Valinor.
Espectaculares tomas digitales, lograda ambientación y grandes escenas de batalla, todo ello acompañado de la estupenda banda sonora de Howard Shore, sirven para que el talento de Jackson despliegue todo su buen hacer sobre este sólido guión para conseguir un film que tiene ya un lugar entre los clásicos.
Once Oscar de once nominaciones, avalan a una película grandiosa que convenció a público y crítica.
Creo que es una película completamente lograda, en todos los aspectos. Para quitarse el sombrero. Saludos
ResponderEliminarEstá muy bien, sí.
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