lunes, 2 de junio de 2014

APOCALYPTO

A comienzos del siglo XVI, en una zona selvática de Centroamérica, una partida de caza integrada por un grupo de nativos, captura un tapir y se disponen a repartirse la pieza entre chanzas y bromas. Mientras se hallan en esta tarea, miembros de otra tribu, se les acercan y les cuentan que están huyendo porque sus tierras han sido arrasadas.
Los indios regresan a su poblado, pero Garra de Jaguar (Rudy Youngblood) se muestra preocupado por lo que le han contado los fugitivos. Su padre, el jefe de la tribu, le dice que aquella gente tiene miedo y que él no debe tenerlo.
A los pocos días, el poblado es atacado por un grupo de guerreros que entran a sangre y fuego, incendiando las chozas y matando a quienes se les oponen. Garra de Jaguar introduce a su esposa embrazada y a su pequeño hijo, en un profundo pozo para mantenerlos a salvo, cuando regresa a la lucha, él y todos los supervivientes, son hechos prisioneros y su padre degollado en su presencia; además uno de los atacantes, corta la cuerda con la que su esposa podría salir del pozo, quedando atrapada en el fondo del mismo, ya que no se pueden escalar sus paredes sin ayuda exterior.


La película está ambientada en el momento en que la decadencia se ha enseñoreado del poderoso imperio Maya, sus tribus están divididas y se atacan unas a otras, matándose entre ellos; además, este momento coincidirá en el tiempo con la llegada de los conquistadores españoles.


Aunque el guión está construido sobre bases históricas, no estamos ante un film histórico propiamente dicho, es una especie de recreación, bastante fiel a lo que los relatos de la época nos cuentan, es cierto, pero por otro lado, los autores del film, adecuan muchas cosas a su conveniencia y, aun teniendo bases ciertas, las cambian de fecha. El ejemplo más claro es el de los enfermos de viruela, una enfermedad que diezmó a la población indígena que no estaba inmunizada y que les fue transmitida por los conquistadores españoles, la película nos enseña a muchos de estos enfermos y al final de la misma, vemos llegar a las naves de los conquistadores, es una clara incongruencia con la historia, pero ya digo, e insisto en ello, el film no estrictamente una película histórica.


La película está estructurada en tres partes, una primera, que presenta la vida de Garra de Jaguar y sus compañeros de tribu en una vida casi idílica en comunión con la naturaleza exuberante que les rodea y que les provee de todo lo necesario para la subsistencia.
La segunda, el ataque enemigo, la captura, el penoso viaje de los prisioneros y la llegada a la gran población donde van a ser sacrificados o vendidos como esclavos y la tercera, para muchos, lo mejor de la película, la huida a través de la selva de Garra de Jaguar, la persecución de sus enemigos que van cayendo uno a uno y el rescate de su esposa y sus hijos.


Técnicamente irreprochable, Mel Gibson nos entrega otra gran película, creo que esto pocos lo dudan, aún aquellos a quienes no les gustan ciertas escenas, muy crudas, pero reales según nos cuentan las crónicas de la época, en las que podemos leer que una de las cosas que más espantó a los españoles es cuando se enteraron de que los rituales indígenas incluían la extracción del corazón de las víctimas cuando aún latía. Otra cosa es que haya a quien no le guste lo explícito que es Gibson con estas cosas.
Y esa hora final de película, que es grandiosa, cuando Garra de Jaguar es perseguido a través de la selva: acción, persecución, duelos potentes; el ingenio del cazador nativo en su propio bosque; ver cómo van muriendo los perseguidores, alcanzados por la maldición de la niña...
De gran sencillez narrativa y potente plasmación gráfica, es una magnífica obra de aventuras.




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