ROCKNROLLA

 

Uri Omovich (Karel Roden), un rico mafioso ruso, está montando un negocio multimillonario de compraventa ilegal de terrenos en Londres, para lo que se pone en contacto con Lenny Cole (Tom Wilkinson), un jefe de la mafia londinense que controla todas las transacciones inmobiliarias locales. Por su parte, la contable de Uri, Stella (Thandie Newton), decide llevarse parte del botín; para ello, contrata a dos pequeños delincuentes que tienen cuentas pendientes con Lenny.

Tras unos años embarcado en otros proyectos, el británico Guy Ritchie retorna a los derroteros que le dieron fama allá a finales del pasado siglo y regresa a la senda en que parece que mejor desenvuelve con este film de 2008.

Quizá sin la brillantez en los diálogos de otros trabajos, tal vez porque se pierde la capacidad de sorprender y con él la frescura de su particular manera de entender el tipo de cine que maneja, sí que mantiene la forma ágil y vertiginosa en la acción y también, de manera algo menos firme, la capacidad para conjuntar las historias paralelas que van convergiendo hasta unirse en el final, resolviendo el asunto con la brillantez que se espera. 

Retorno a los barrios londinenses y un tipo de fauna que los habita, el terreno que mejor domina el bueno de Ritchie y en el que más satisfacción encuentran sus seguidores.