jueves, 7 de julio de 2022

EMBRIAGADO DE AMOR

 


Barry Egan (Adam Sandler) es un tipo solitario y poco sociable que fue educado entre siete hermanas. La sobreprotección que se le dispensó desde niño le ha impedido enamorarse y, a pesar de tener su propio negocio, debido a sus inseguridades, nunca ha sido capaz de llegar a nada en la vida. Un día descubre un fallo en un concurso con el que tiene intención de ganar miles de millas en billetes de avión. Mientras tanto, por mediación de su hermana conoce a una misteriosa mujer, Lena Leonard (Emily Watson) con la que inicia una romántica aventura que quizá consiga sacarle de su caparazón. Sin embargo, su relación con Lena se ve amenazada por "Georgia", alguien que tan solo es una voz con la que habló por una línea erótica y que le está chantajeando.


Paul Thomas Anderson venía del éxito de Magnolia y quería dar un pequeño vuelco a sus registros cuando proyectó esta historia romántica que se sale completamente de los estereotipos del género, con una banda sonora desasosegante, incluso molesta, de Jon Brion, con la que se quiere resaltar la peculiar personalidad del protagonista de una comedia arriesgadísima que no todos, ni siquiera los amantes del cine de Anderson han valorado de manera positiva y es que, más de uno, aún estará buscando explicación lógica a lo que vio en su momento en este film.


Barry es un tipo raro, capaz de acordarse de memoria del número de su tarjeta de crédito o de la de la seguridad social, pero con una forma de vida retraída, casi miedosa y con unos arranques de enfermo mental cuando las cosas, a su juicio, le salen mal o alguien le lleva la contraria. Sometido a la manipulación, cuando no a las burlas, de sus hermanas, suponemos que desde pequeño, esa ha sido la vida de Barry, hasta que aparece Lena que, incomprensiblemente, se enamora y le enamora, porque Barry, en su retraimiento y falta de habilidades sociales, deja que sea ella la que de todos los pasos. 
El humor de fondo es tan peculiar como el resto del film en esta comedia romántica en la que no hay guapos (hasta Emily Watson está alejada de sus roles tradicionales) ni triunfadores, son gente sencilla, incluso, ya digo, algo raros, al menos peculiares, personajes corrientes de una vida normal sin hadas ni príncipes valientes y hermosos.




4 comentarios:

  1. Al margen de que la película suscitase la incomprensión de algunos, lo cierto es que destila la impronta de su director en mayor medida de lo que a simple vista pudiera parecer.

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  2. Bueno, a Anderson simpre le han gustado las historias de amor atípicas ("El hilo invisible", por ejemplo).

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