martes, 2 de marzo de 2021

PASCUAL DE ANDAGOYA


El descubrimiento y posterior colonización de América, dio lugar a la aparición de una pléyade personajes que movidos por los más diversos motivos, hallaron un hueco en los libros de historia que quizá nunca hubieran tenido en otras circunstacias. Desde el afán de aventuras a la curiosidad, pasando por intereses diversos o el más prosaico motivo de buscarse la vida en un mundo difícil, así surgieron estos personajes, algunos verdaderamente luminosos, otros envueltos en turbias y oscuras circunstancias, pero todos ellos rodeados de un cierto halo que les hace diferentes del resto de los mortales. 
Entre ellos está nuestro personaje de hoy, un joven alavés que se embarcó para América en la enorme armada de Pedrarias Dávila (veintidós embarcaciones y más de dos mil hombres), junto con otros muchos hidalgos. El convoy partió de Sevilla en 1514, arribando primero a la Dominica y, en junio de ese año, a Darién, donde ejercía de alcalde mayor Vasco Núñez de Balboa. Participó en la fundación de la ciudad de Panamá (se fundó el día de Nuestra Señora de Agosto de 1519), de la que fue regidor y con la fortuna que había amasado, en 1522, organizó una expedición por el oeste de la actual Colombia; remontó el río San Juan y llegó a las tierras de Birú (actual Perú). Las informaciones que obtuvo sobre las riquezas del reino de los incas impulsaron la posterior conquista de este territorio por Francisco Pizarro, uno de los hitos en el proceso colonizador que siguió al descubrimiento de América. El propio Andagoya hubiera querido llevar a cabo él mismo tal empresa, pero se hallaba malherido tras un accidente sufrido en la expedición, según él mismo, estuvo tres años sin poder montar a caballo y esto impulsó a Pedrarias  a rogar a Andagoyen que "...diese la jornada a Pizarro y Almagro y al Padre Luque, que eran compañeros, porque tan gran cosa no parase de seguirla, y ellos me pagarían lo que había gastado". Sin embargo, Andagoya renunció a recibir pago alguno. 
Desterrado en 1529 por Pedro de los Ríos, regidor de Darién que además lo desposeyó arbitrariamente de sus bienes, Pascual de Andagoya se estableció en Santo Domingo en 1530; regresó a Panamá en 1534 como teniente del gobernador Francisco de Barrionuevo. En 1538 recibió el título de gobernador y adelantado de la provincia del río San Juan, que comprendía los territorios entre Perú y Darién. Fundó Buenaventura en 1540 y continuó su labor conquistadora en Cali y Popayán. En 1541, tras el nombramiento de Sebastián de Benalcázar como gobernador de una parte de los territorios comprendidos en su jurisdicción, Andagoya fue detenido por el propio Benalcázar, que lo envió preso a España, donde intentó inútilmente que la Corona fijara los límites de su territorio. Perdido el gobierno, regresó a América en 1546 junto a Pedro de La Gasca, y fue herido en la batalla de Xaquijaguana y trasladado a Cuzco, donde murió en 1548. 
Carecía de estudios superiores, aunque tuvo buena pluma, cosa poco frecuente en su época y, además de una carta dirigida al Emperador Carlos V que se conserva en la Biblioteca Nacional, redactó un importante documento cuyo manuscrito original se perdió, pero la copia se encuentra en el Archivo General de Indias y fue publicado por primera vez en 1794 por Fernández de Navarrete, bajo el título de "Relación de los sucesos de Pedrarias Dávila en las provincias de Tierra Firme o Castilla del Oro, y de lo ocurrido en el descubrimiento de la Mar del Sur y costas de Perú y Nicaragua". Aunque parcial, es un documento de primera mano por lo que afecta a multitud de sucesos, entre ellos la conquista de Perú, y da curiosas noticias sobre las costumbres y evangelización de los indios. Entre otras cosas relata las luchas de Atabalica (Atahualpa), contra su hermano Guanacaba; el apresamiento y muerte posterior de Atabalica y los graves enfrentamientos entre Pizarro y Diego de Almagro, que acabaron con la muerte de este. El relato abarca un largo periodo de tiempo, desde 1514 hasta 1537 y resulta muy interesante aunque es desigual en sus proporciones.



6 comentarios:

  1. Hola.
    Pues no conocía a Pascual de Andagoya. Lo que es el destino, si no hubiese estado esos tres años malheridos a lo mejor no sabríamos ni quien fue Pizarro.
    Muy interesante, gracias por la información.
    Feliz miércoles.

    ResponderEliminar
  2. Así se escribe la historia, pequeños detalles pueden cambiar a los protagonistas.

    ResponderEliminar
  3. Hoy es casi imposible encontrar personajes del valor de Pascual de Andagoya, de Francisco Pizarro y tantos otros que tuvieron el arrojo de civilizar tierras tan remotas y desconocidas y expandir nuestra cultura. La sociedad de hoy día, en general, está más adocenada y tiene hasta el atrevimiento de exigirnos que pidamos disculpas por las gestas que realizaron en América aquella tropa de valientes

    ResponderEliminar
  4. Hola Trecce!
    Siempre interesantes y didácticas estas entradas. Reconozco mi desconocimiento total del personaje. Siempre me despiertas la curiosidad.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  5. Es que estos tipos y sus andanzas, resultan muy curiosos.

    ResponderEliminar