miércoles, 24 de septiembre de 2014

JING WU FENG YUN: CHEN ZHEN

En 1914 la guerra estalló en Europa, los ejércitos británico y francés sufrieron bajas considerables por causa de los ataques alemanes. En 1917, el gobierno chino envió 150.000 obreros para ayudar a los soldados europeos a luchar con las fuerzas aliadas.
A cada obrero chino se le asignó una pulsera con un código de identificación, las marcas de las pulseras de cobre, se convirtieron en una señal para reconocerse después de la guerra. Los obreros chinos estaban mal equipados y además de intentar sobrevivir en el campo de batalla, tenían que trabajar apoyando en el frente.
En 1920, China era un país sin cohesión, con los japoneses adueñándose de los medios económicos a través del comercio y la explotación de los recursos naturales, con vistas a establecer sobre el territorio su influencia política.
Chen Zhen (Donnie Yen), es uno de los trabajadores chinos que acaban de regresar de Europa y junto a otros compañeros, tratará de luchar contra las injusticias que los japoneses están cometiendo.
Se asocia con un empresario local que regenta un club, donde entrará en contacto con los altos dignatarios japoneses del ejército. Allí descubrirá que existe una relación entre estos y las mafias locales.


Chen Zhen, es un personaje de la mitología china moderna, una especie de superhéroe en la mejor línea de los que hicieron famosos los cómics americanos, que pretende impartir justicia allí donde los poderes establecidos no llegan o, sencillamente, están corrompidos.
Otros actores famosos, como Jet Li, o el mismo Bruce Lee, han interpretado a este personaje en la pantalla.
En esta ocasión, se aprovecha para trasladarnos algunos hechos históricos, como la participación de los obreros chinos en la I Guerra Mundial, o la incipiente ocupación japonesa y la contestación de la población nativa.


El realizador, mezcla las típicas luchas basadas en artes marciales, de malos contra buenos, con una historia que pretende ser más profunda, de la que forma parte una cantante del cabaret "Casablanca", que en realidad es una oficial del ejército japonés y que vive una historia de amor con el protagonista.


Mucha pretensión para lo que después nos ofrece el film, porque la parte de las peleas, y alguna escena concreta, sobre todo, las del inicio del film, está dignamente realizada, con alguna exageración que otra, pero muy espectacular.
Preciosistas también las imágenes en las que se nos presenta el mundo del cabaret de Shangai, con una especie de remedo de las películas de cine negro, algo que después se diluye cual azucarillo.
En definitiva, entretenida, pero no vayan buscando argumento serio, porque el guión es un tanto penoso.




2 comentarios:

  1. Me quedo ya que haces referencia a él con las películas de Bruce Lee. Aunque ya sabes tú mejor que nadie, el porcentaje tan alto de fantasías y hasta las malas interpretaciones de los actores de esas cintas.

    Saludos Trecce.

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    1. Esas pelis, son lo que son, básicamente artes marciales, pero eso ya lo sabemos todos.

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