martes, 16 de septiembre de 2014

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO

Dividida en siete volúmenes, publicados entre 1913 y 1927 (los tres últimos tras la muerte del autor), está considerada como la obra más importante de Marcel Proust y una de las cumbres de la literatura europea.
Rechazada por los editores, Proust hubo de pagar para que saliera a la luz el primer volumen e incluso una vez asumida por Gallimard, los problemas continuaron.
En sus páginas se mezclan varios géneros, desde la novela psicológica, hasta la autobiografía. En el primero de los volúmenes (Por el camino de Swann), se encuentra una escena que se ha hecho famosa y que a trascendido a la propia novela, aquella en la que el protagonista evoca recuerdos de su infancia al percibir el sabor y el aroma de una magdalena mojada en el te y en ella queda reflejado el tratamiento que hace Proust de la memoria involuntaria a lo largo de toda su obra.
Quizá la novela va perdiendo algo de calidad a medida que avanzan los volúmenes, para mi gusto, los primeros son los mejores, debido a ese declive (repito, al menos para mí) y a la extensión de la novela (3.500 páginas, nada menos), la lectura de la misma es un ejercicio que se me antoja algo difícil, toda una prueba de perseverancia.
Uno de los asuntos que más llama la atención, son las constantes referencias de Proust a la homosexualidad, masculina y femenina, y a la bisexualidad. Proust era homosexual, pero se vio obligado a vivir su condición en secreto y tuvo no pocos problemas por culpa de ello. Sus reflexiones alrededor de este delicado asunto, convierten el texto en una obra moderna, bastante adelantada a su época.
A pesar de esa especie de monumento megalómano que es, de ese declive de los últimos volúmenes y de esa rareza en buena parte de sus pasajes, la novela merece ostentar los laureles de obra clásica.
Al final, lo que nos queda de ella es el riquísimo lenguaje del autor, sus maravillosas descripciones, su labor de análisis sobre tantos aspectos de la naturaleza humana, sobre todo en lo referido al amor y su valor como testimonio de una época y de una determinada clase social.
Una obra para disfrutar con calma, sin prisas y, si se les hace pesada, pueden recurrir a leer cada cierto tiempo, cada uno de los siete volúmenes que conforman el todo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario