miércoles, 7 de mayo de 2025

EL FANTASMA DE LA LIBERTAD

 


14 viñetas tenuemente relacionadas, que explican hechos absurdos, surrealistas, imposibles o disparatados.


Triunfador en los Oscar con su anterior film (El discreto encanto de la burguesía), libre ya de las penurias de su etapa mexicana y la censura del franquismo, Luis Buñuel puede dirigir con cierta libertad, con medios y un reparto de altura a su servicio, realizando esta película que, quién sabe, quizá fuera un sueño que tenía guardado sin haberlo podido plasmar, retornando, en cierto modo, a sus orígenes, con un argumento que no lo es, sino retazos de historias, algunas muy divertidas y, tal vez, un acercamiento al abstracto, deformando la realidad, pero solo hasta un punto en que siga resultando reconocible al espectador, lo que quizá subraya su mensaje porque nos llama la atención la forma original de exponerlo.


Las constantes, o las manías de la obra del genio de Calanda, como cada cual prefiera, desfilan por la pantalla, todas y cada una y no sólo hay una crítica a la burguesía acomodada, quizá lo más evidente del film, sino a las dictaduras de cualquier signo, incluso a las que se envuelven con los ropajes de una democracia y una libertad a la carta, cuando no mentirosa. 
Ya en la primera escena, basada en un relato de Gustavo Adolfo Bécquer, con el grito del español que va a ser fusilado, "¡Vivan las caenas!" (El grito que supuestamente daban los partidarios de Fernando VII durante el Trienio Liberal en pro del regreso al absolutismo), es toda una declaración de intenciones: La Libertad, no se impone, mucho menos por la fuerza, la Libertad es una elección fruto de la lucha, del trabajo y del sacrificio y, sin poder de elección, esa libertad puede ser incluso falsa, tan solo una apariencia.




6 comentarios:

  1. Me has despertado recuerdos que tenía dormidos. La libertad... Miedo me da perderla.
    Mil gracias y feliz día.

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  2. El Buñuel más surrealista en un título que no tiene desperdicio.

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  3. Excelente manera de dinamitar todo tipo de convencionalismos.

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