jueves, 31 de octubre de 2024

TRES ROMANCES EN PARÍS

 


Tres relatos sobre citas en París. En el primero, mientras una joven está meditando sobre la posible traición de su novio, un joven intenta entablar conversación con ella. En el segundo, una joven pasea por París con su amante, un profesor, y se plantea si debe dejar o no a su prometido. En el tercero, un joven artista lleva a una turista sueca al Museo Picasso. Allí conoce a una joven que observa el cuadro Madre e hijo, obra del artista malagueño.


Los encuentros casuales proporcionan el tema central de esta película de episodios. Su única relación es el amor en pareja, con sus expectativas y dificultades.


Episodios desiguales, alguno más interesante y otro menos llamativo. Yo pienso que a quienes no disfruten del cine de Éric Rohmer, seguramente esta película poco o nada les dirá, pero quienes tengan la fortuna de apreciar su manera de hacer, se van a deleitar con este film que no está ni entre sus mejores, ni entre sus más conocidas obras. 
Con esa habilidad que tiene el maestro francés para atraparnos con apenas dos personajes que entablan una cháchara sin fin en la que apreciamos, de cuando en cuando, pequeñas perlas. Sobre todo en uno de los episodios, el segundo, Rohmer nos pasea, acompañando a la pareja protagonista, por los parques menos conocidos de París, en una visita para disfrutar de algunas de las maravillas de la ciudad del amor.




6 comentarios:

  1. Siempre tan cotidiano y deliciosamente francés: la sencillez de Rohmer sólo está al alcance de genios como Ozu o él mismo.

    ResponderEliminar
  2. Advierto que tengo muy olvidada esta película de Rohmer. Y estoy seguro de que volveré a disfrutarla cuando la recupere.

    ResponderEliminar
  3. También son de agradecer películas y libros en los que al final no pasa absolutamente nada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La virtud de Rohmer es que consigue atraparte con sus incesantes diálogos, sus personajes (como alguien dijo, nunca pone a un actor o actriz, digamos, feo ante su cámara), las espléndidas imágenes y algunas reflexiones bastante profundas, sin necesidad de que, como dices, pase nada.

      Eliminar