jueves, 14 de abril de 2011

BALAS SOBRE BROADWAY

Si alguien ha participado en el montaje de una obra teatral, incluso, si se me apura, en el montaje de cualquier evento cultural, sabe de sobra que lo que se cuenta en esta peli es real como la vida misma.
Sí, es cierto que se carituriza, que se lleva al extremo en muchas ocasiones y que es difícil que nos veamos en manos de un productor que es un ganster (bueno eso quizá alguno lo haya sufrido, si no un ganster, algo parecido, aunque sea de lejos), pero es muy difícil contentar a la gente y cuanta más gente haya y más creídos estén de su talento, más difícil. Este film es el homenaje de Allen al mundo del teatro, a ese Broadway que tan bien conoce y a una época que podía ser la de su niñez, o cercana a ella.
No es la primera vez que lo hace, lo de rendir un homenaje quiero decir, ni será la última. Lo hizo con "Días de Radio", con "La rosa púrpura del Cairo" y lo hará después con otros de sus films y, casi siempre, por no decir siempre, retrotrayéndose a una época y a unos lugares que conoce bien, cual son los años 30 y 40 y su New York del alma.




Una vez que se va digiriendo el mal trago de las peripecias en su vida personal, Hollywood le vuelve a abrir los brazos de par en par y se encontrará, nada menos que con siete nominaciones a los Óscars de aquel año (1994), aunque al final, sólo Dianne Wiest se verá recompensada por su buen trabajo, en un papel que nos recuerda mucho al de Norma Desmond de "El crepúsculo de los dioses"





John Cusack, el prota de la película, alter ego del propio Woody, que se apartó de la actuación por considerarse ya entradito en años como para dar la imagen de un joven autor teatral, pero que conserva algunos de los tics que nos recuerdan a Allen.





Toda una lección, en forma de parodia y desde el cariño y la comprensión, de lo que tiene de falsa apariencia este mundillo, con personas que actuan no sólo sobre las tablas, sino en cada aspecto de su vida diaria; lo difícil que es mantener los principios cuando te ofrecen el éxito a cambio de renunciar a ellos; los talentos que puede esconder alguien a quien consideramos inferior intelectual y moralmente... Pero no sólo eso, porque aprovecha para parodíar a esa gente que por vivir una apariencia bohemia y dedicarse a filosofar en las tertulias de café, se hacen pasar por artistas y lo que hacen en realidad es no dar un palo al agua y, en ocasiones, vivir de la cartera de papá, eso sí dándoselas de progres y de no venderse por dinero, cuando lo que más les gusta es levantarse tarde y llevar ropa de marca, eso sí, un poco raída y acompañada de una "palestina" para disimular.





Buen film, con una magnífica dirección de actores, con algunos personajes de lo más carismático, muy divertida y muy aleccionadora.






4 comentarios:

  1. Buena película.
    Tiene ritmo y un guión sólido y Diane Weist y Chazz Palmiteri están magníficos.
    Cusack flojito, en su linea.
    Un actor que te deja siempre un sabor insípido en la boca, salvo - en mi opinión-, en "Alta Fidelidad" de Stephen Frears, la adaptación cinematográfica de la novela de Nick Hornby.

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  2. Un homenaje muy sentido y original al mundo de las tablas.

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  3. Aquí tengo que ser algo visceral: me parece una de sus obras más completas, en la cima de Woody hasta ahora, compartida con peliculones como "Delitos y Faltas" o "Manhattan".
    Saludos!

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  4. Pues sé visceral, Ethan, no es para menos.
    Un saludo.

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