El Genet es un bar gay de Tokio en el que los clientes son atendidos por un grupo de travestis. La madame o chica principal del bar es Leda (Osamu Ogasawara), una travesti mayor, con aires de geisha, que mantiene una relación con el propietario del local. La más popular de las chicas que trabajan en el bar es Eddie (Pîtâ), una travesti más joven y moderna. El dueño inicia una relación sexual con Eddie y le promete convertirla en la madame del bar.
Esta película oscila entre la ficción y la no ficción, ya que una historia secundaria es la amistad de Eddie con un grupo contracultural, entre ellos el cineasta Guevara (Toyosaburo Uchiyama), cuyo actual proyecto refleja el de esta película. Ese equilibrio se inclina hacia la no ficción, ya que los actores reales del film y del de Guevara hablan sobre temas tratados en este, como el consumo de drogas y la sexualidad, especialmente el travestismo, ya que los personajes travestis son interpretados por travestis de la vida real.
Una fusión febril de estética vanguardista, el film nos transporta a un electrizante viaje a las profundidades del submundo de Tokio de finales de los 60. En la controvertida ópera prima de Toshio Matsumoto, nada parece tabú: ni la incorporación de florituras visuales provenientes directamente del diseño gráfico, la pintura, el cómic y la animación contemporáneos; ni la representación del sexo o el consumo de drogas. Pero de todas las "transgresiones" que se exhiben, quizás una en particular destaque: el retrato innovador y sin complejos de la subcultura gay japonesa. El realizador nipón consigue un equilibrio entre el patetismo y el humor que hace de esta cinta algo único, un grito en forma de película frente a las convenciones sociales, morales y artísticas. Un film que más de cincuenta años después sigue siendo muy moderno y en el que muchos ven influencias de Godard.
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