viernes, 31 de julio de 2015

EL BAILE

A Pedro (Alberto Closas) y Julián (Rafael Alonso), les une una amistad de toda la vida, su afición por la entomología y su amor por una misma mujer, Adela (Conchita Montes). Quien se ha casado con ella es Pedro, pero Julián acompaña a Adela en sus paseos por Madrid y en ocasiones tiene arranques de celos que ni siquiera el propio marido demuestra, llegando incluso a trasladarse a la casa de su amigo, para velar por las buenas costumbres de Adela.
Pasados los años, Adela confiesa a Julián su deseo de marcharse de casa para emprender un viaje por su cuenta y sola. Argumenta que quiere experimentar lo que podría haber sido su vida sin el paraguas protector de su marido, no para vivir una aventura sino, en todo caso, para poder decir que no cuando tal ocasión se presente.
Sin embargo, una desagradable noticia vendrá a perturbar la plácida existencia de los tres y los planes de nuevas experiencias de Adela. Pedro regresa del médico con un informe que anuncia la irremisible muerte de ella dentro de pocos meses y, aunque ambos amigos le ocultan la realidad, Adela encuentra casualmente el diagnóstico del médico y decide quedarse junto a ellos, renunciando a su proyectado viaje.
Mucho tiempo después de la muerte de Adela, su nieta, muy parecida a ella, que estudia en Madrid y vive en casa de Pedro, es reclamada por sus padres para viajar al extranjero. Ambos amigos aprovecharán la ocasión de un baile de disfraces al que la joven ha sido invitada, para acompañarla y revivir aquellos tiempos felices en los que Adela aún estaba entre ellos.


Neville adapta su propia obra teatral que había sido estrenada en Bilbao en 1952.
El planteamiento sigue las pautas escénicas del teatro, desarrollándose, prácticamente, en un único escenario, el salón de la casa de Pedro y Adela. Las únicas tomas exteriores sirven para remarcar los cambios de escena, con paisajes madrileños, principalmente del Retiro, utlizando filtros violetas y retratando personajes y situaciones que indican el paso del tiempo, ya que la historia trancurre a lo largo de 50 años.
La música es del compositor Gustavo Pittaluga, que había formado parte del llamado Grupo Republicano y hubo de exiliarse en México donde colaboró con Buñuel, entre otros.
La película es principalmente una obra de actores y diálogos. Los tres protagonistas son los mismos que representaron la obra en el teatro, excepto Pedro Porcel, sustituído en la pantalla por Alberto Closas.


Estamos ante el planteamiento de un triángulo que unas veces es de amistad y otras de eso que se llama amor, llevado a la escena de manera elegante por Neville que huye de cualquier alusión a elementos escabrosos,  y que busca, como otras obras del autor, más la sonrisa que la carcajada. Entre los tres intérpretes principales se aprecia buen feeling que se transmite al espectador que ve con agrado (al menos yo), esta sencilla comedia con tintes de drama.




jueves, 30 de julio de 2015

EL IMPERIO DE PLATA

Gengis Khan ha muerto y la lucha por el poder se desata entre las tribus mongolas. Aunque hizo jurar a su hijo Ogedai como heredero, un hermano de este, Chagatai, reclama sus derechos y la nación vive años de tensa calma, mientras Ogedai está empeñado en la construcción de una nueva ciudad, Karakorum, que será el centro del poder Mongol, retrasando el acto de juramento como nuevo khan.
La víspera de que tal acontecimiento tenga lugar, extraños movimientos tienen lugar en la nueva ciudad edificada por Ogedai, su vida pende de un hilo durante toda la noche consiguiendo salvarla casi de forma milagrosa. Aunque todo el mundo sabe que tras ese intento de asesinato está Chagatai, su sobrino le perdona la vida y le entrega extensos territorios, mientras que su hermano Tolui recibiría las tierras de la patria mongola, donde empezó a forjarse el gran imperio.
Una vez reconocido como nuevo Khan, Ogedai, junto a su hermano Tolui, se encamina a la frontera oriental, donde derrota a los Chin, haciendo huir a su emperador a territorio Sung. Durante esta campaña tiene lugar el extraordinario incidente que provocó la muerte de Tolui.
Mientras, en occidente, el general Tsubodai, junto a algunos de los jóvenes príncipes, entre los que está Batu, el hijo de Jochi y, por tanto nieto de Gengis Khan, lleva a cabo una campaña que bien podría haber cambiado el curso de la historia. La llamada Horda de Oro, llevó a los tumanes mongoles a más de siete mil kilómetros de Karakorum, a través de Kazajstán, Rusia (hasta Moscú y Kiev), Rumanía, Hungría, Polonia, Lituania, este de Prusia y Croacia, hasta llegar al corazón de Europa, tras haber saqueado Buda y  Pest.
Tsubodai había enviado ya exploradores al norte de Italia y los Caballeros Teutones, afirmaron, tras la derrota del rey Bela de Hungría, que ente Francia y los mongoles, no había nada que les detuviera.
Cuando Tsbodai estaba llamando a las puertas de Viena, se produce la muerte de Ogedai y su hijo Guyuk, ordena el regreso de los tumanes a Karakorum. La política se interpuso entre Tsubodai y sus ambiciones. Si no lo hubiera hecho, toda la historia podría haber sido diferente. No hay muchos momentos en la historia en los que la muerte de un único hombre haya cambiado el mundo entero. La muerte de Ogedai fue uno de esos momentos. Si hubiera vivido, el devenir de Europa y, por tanto, del mundo tal y como lo conocemos, sería muy otro.
Buena parte del comienzo del libro (varios capítulos), se dedica a las intrigas políticas de la corte mongola de Karakorum, son quizá los momentos menos atractivos de la novela, según se mire, claro, porque no dejan de resultar tremendamente interesantes y, además, el autor sabe darle cierto dinamismo para que no se haga excesivamente lenta su lectura.
Es a partir de la marcha de Tsubodai a la campaña de occidente cuando la acción toma altura y las páginas van pasando con ligereza cuando asistimos a la toma de Moscú, o a las épicas batallas de Liegnitz y del río Sajó (conocida también como batalla de Mohi), Conn Iggulden, aunque novelándolas y cambiando detalles, nos explica algunas de las tácticas del ejército mongol, como la falsa retirada, que les permitieron derrotar a ejércitos muy superiores y bien entrenados.
La lectura del libro se hace muy amena y seguimos aprendiendo muchas cosas de esta parte de la historia poco conocida en occidente, a pesar de que, en este caso, nos toca más de cerca.
A la espera quedamos de la entrega definitiva de esta saga que nos narra el ascenso de Kublai Khan y que yo ya tengo esperando en la pila de pendientes.


miércoles, 29 de julio de 2015

AVENTURAS DEL MARQUÉS DE BRADOMÍN (SONATAS)

El Marqués de Bradomín (Francisco Rabal), un noble al que sólo le quedan del pasado glorioso de su casa el nombre y unos cuantos papeles, es apresado por una partida de insurgentes contrarios al absolutismo, cuando va a ser ahorcado, intercede por él el capitán Casares (Fernando Rey), que le arranca la promesa de ayudarles a huir en un barco inglés que hará un alto en la playa de La Lanzada para recogerles.
Bradomín visita a Concha (Aurora Bautista), esposa del Conde de Brandeso (Carlos Casaravilla), con la que tiene amores y que es asesinada por su marido cuando descubre sus relaciones.
Brandeso quiere apresar a los insurrectos y al propio Bradomín, sin embargo, en el último momento, tanto el Marqués, como Casares, logran embarcarse rumbo a México, donde encontramos a Bradomín, seis años después, empeñado en que se le reconozca la propiedad de unas tierras que recibió en herencia.
Allí conoce a la Niña Chole (María Félix), amante de un general, con la que vive un apasionado y peligros romance.
El guión adapta de manera bastante libre las Sonatas de Otoño y Estío de D. Ramón María del Valle-Inclán, incluyendo en la historia muchas situaciones de las que Valle no hablaría sino en obras posteriores. Bardem, autor del guión junto a Juan de la Cabada y José Revueltas, retoca el argumento para realzar los aspectos políticos cercanos a su ideología personal.
La copia que he visto, está fatal, con un pésimo sonido y una imagen algo borrosa, a pesar de lo cual se adivina una fotografía en color, de cierta calidad.
Toda la película está rodada en escenarios reales, tanto exteriores como interiores, prescindiendo de cualquier tipo de decorado.


A pesar del magnífico elenco, con una María Félix, la gran dama del cine mexicano, impuesta por el productor azteca Manuel Barbachano Ponce, pero que dota a su personaje de un matiz inquietante que resulta espléndido, Bardem no sabe trasladar a la pantalla la obra de Valle-Inclán, se nota un problema a la hora de ensamblar las escenas de acción con las de corte romántico y el guión enlaza fases en las que desaparece cualquier diálogo con planos en los que está presente el texto de Valle tal cual.
Creo que es un intento fallido de querer trasladar a la pantalla esta personalísima versión del Marqués de Bradomín, personaje que se distancia de aquel "feo, católico y sentimental" dibujado por Valle-Inclán, para darle un cierto aire de héroe y luchador por la libertad que es pura creación de Bardem.




martes, 28 de julio de 2015

CHUPAR DEL BOTE

La presidenta de la Diputación de Zamora, confirmó la contratación del exdiputado de Obras y concejal del Ayuntamiento benaventano Manuel Vega como asesor de Obras del gabinete de presidencia por libre designación. Mayte Martín Pozo explicó que Vega ocupa un puesto de confianza y la asesorará en materia de obras. "Es una persona que sabe porque ha estado ocho años trabajando en este tema y obviamente yo procedo de los servicios sociales", indicó. La presidenta reiteró que el puesto ocupado por Vega es de libre designación y que en este sentido no a entrar a valorar las designaciones que realicen otros grupos políticos ni Izquierda Unida, que ha calificado el nombramiento de "escándalo".
Hasta aquí la noticia, la mala noticia, una de tantas que enfangan la política, la que hacen esos que después claman para que no se hable mal de los políticos.
Este Manuel Vega, era diputado de obras en las dos anteriores legislaturas, pero en las últimas elecciones, el PP de Benavente perdió la alcaldía, como le ha pasado en tantos otros lugares, solo que aquí se lo ganaron a pulso con el famoso caso de la pasarela de los cuestos de La Mota, que puso a la ciudad de los Condes-Duques en las portadas de los medios nacionales como ejemplo de desidia y delirios de grandeza de un alcalde que hizo una obra innecesaria, que se derrumbó y que ocasionó numerosos desperfectos en vías públicas e incluso en una casa particular, cuyo arreglo han tenido que pagar, una vez más, los ciudadanos.
Pues bien, como digo, el PP pierde la alcaldía de Benavente, su candidato, Juan Duo, se hace un hueco en la Diputación, porque, claro, no se va a quedar sólo como portavoz de su grupo en la oposición municipal, eso debe ser poco para él. ¿Qué ocurre?, que el ínclito Manuel Vega, se queda sin sillón en la Diputación Provincial, al ocuparlo Duo, y sin mamandurria, ya que será un simple concejal de a pie, sin liberación.
Ante esta situación, se comenta por ahí que se puede producir una ruptura en el grupo municipal del PP en Benavente si Vega, cabreado con su partido, se pasa al grupo mixto. Para evitar esta situación, hete aquí que la Presidenta la Diputación encuentra la solución nombrando a Manuel Vega asesor de obras de la institución provincial cobrando una pasta.
Según IU, "todos los zamoranos le pagarán un salario a Manuel Vega para que no se enfade y el Partido Popular evite el cisma político por el posible paso Manuel Vega al grupo mixto".
Estamos hablando de una institución que junto al Senado, es blanco de las críticas por su inoperancia y por los elevados costes de su mantenimiento para los pocos réditos que proporciona.
¿Pocos réditos dices? Será para el ciudadano, porque para los partidos, son una bicoca, si no, vean el ejemplo, Manuel Vega, político de bajos vuelos, colocado en la Diputación de Zamora, cuando son de mayor categoría (Doña Rita, por ejemplo), se les lleva al Senado. No me extraña que el PP se oponga con uñas y dientes a la desaparición de estas agencias de colocación partidistas a las que, con actuaciones como esta, flaco favor hacen. En la Diputación zamorana, como en otras, tiene que haber funcionarios cualificados (ingenieros, arquitectos, etc.) que sabrán asesorar de sobra sobre los aspectos para los que supuestamente se ha contratado a Vega (de hecho me consta que los hay). Encima después dirán que sobran funcionarios, así en general, cuando lo que sobran son enchufados, pero es que el Sr. Vega, a ojos del ciudadano, será otro funcionario, con el consiguiente detrimento del prestigio de este colectivo.
Si la señora presidenta quiere hacer un favor a Manuel Vega, que le contrate para su casa y con su dinero como asesor de las obras que realice en el pasillo, pero no con dinero de los demás, porque los euros que van a ir a parar a los bolsillos de Vega, por no hacer nada seguramente, van a suponer que más de una calle, o una red de saneamiento de algún pueblo zamorano quede sin reparar por falta de fondos, pero esto es menos importante que tener contento a un hombre que lo ha dado todo por el partido (no por los ciudadanos) y de paso, conseguir que mantenga la boca cerrada.



lunes, 27 de julio de 2015

ANATOMÍA DE UN ASESINATO

Paul Biegler (James Stewart), antiguo fiscal del condado que ha perdido su puesto tras las últimas elecciones, se dedica ahora a la abogacía en su bufete que, dicho sea de paso, no tiene mucho trabajo, entre otras razones porque dedica gran parte de su tiempo a la pesca, su gran afición, ante la desesperación de Maida Rutledge (Eve Arden), su secretaria, que ve cómo el montón de facturas crece y los ingresos menguan.
Laura Manion (Lee Remick), está interesada en que Biegler se haga cargo de la defensa de su esposo, el teniente del ejército Frederick Manion (Ben Gazzara), acusado del asesinato de Barney Quill, quien según el testimonio de la señora Manion, la había violado.
Tras no pocas dudas, Polly Biegler se hace cargo del caso, para lo que contará con a ayuda de Parnell Emmett McCarthy (Arthur O'Connell), un viejo amigo borrachín y tan ducho como él en exponer su defensa ante el jurado popular.
Por su parte, el nuevo fiscal, ante la relevancia del caso, ha solicitado la colaboración de Claude Dancer (George C. Scott) ayudante del fiscal general del estado.
Biegler basará su defensa en el intento de demostrar que su cliente fue víctima de una suerte de locura transitoria.


Basado en el best seller de Robert Traver, pseudónimo de John D. Voelker, estamos ante una de las obras que más fielmente se trasladaron al cine. El hecho de que no se tuvieran que realizar grandes modificaciones en el guión es señal de la excepcional puesta en escena que ofreció Robert Traver a través de su obra de ficción.
A mí particularmente, me trae excelentes recuerdos, pues la novela ocupaba un lugar en la estantería repleta de libros de la casa de mis padres y tengo grabada en mi memoria la portada de aquella edición del Círculo de Lectores con uno de los diseños que el gran Saul Bass realizó para los títulos del crédito del film.


Al buen pulso de Otto Preminger, se une el excelente reparto, en el que todos y cada uno brillan a gran altura, consiguiendo interpretaciones de esas que quedan en la memoria del espectador.
Con una maravillosa fotografía en blanco y negro que recuerda películas de cine negro, otro de los apartados destacados del film es su banda sonora, firmada por el gran Duke Ellington. El jazz impregna la historia, acompaña la estupenda descripción de los personajes que se hace en la primera parte del film y llena con sus acordes esos largos recorridos sin palabras, puramente visuales, que tiene este primer tramo de la película. Recuerdo especialmente uno que narra el recorrido en automóvil de Polly, cuando se dirige al restaurante de Barney Quill, en el que las notas del contrabajo, comienzan una pieza que, de por sí, es una auténtica obra de arte.


La película está planificada al detalle, nada en ella es gratuito, desde los escenarios, hasta el vestuario o los gestos de los actores, pero todo resulta tan natural, que apenas nos percatamos de ello.
La historia tiene infinidad de mensajes, desde la disección del sistema judicial norteamericano, en la que, por una parte, queda claro que todo acusado tiene derecho a la mejor defensa (otra cosa es que pueda pagarla), pero a la vez el sistema permite resquicios que pueden suponer la puesta en libertad de un culpable; hasta esa lucha constante contra la censura que fue bandera de Preminger en toda su carrera, logrando colar palabras y sugerencias que parecían impensables, a pesar de que los censores metieron la tijera (al igual que en la novela), en algunos aspectos relativos a la descripción de la violación de la señora Manion.
La película juega con la ambigüedad y durante todo el film estamos en vilo por saber si realmente las cosas sucedieron como las cuenta el matrimonio Manion; una ambigüedad que se mantiene hasta la escena final sin que seamos capaces de dilucidar si eran sinceros o han engañado al bueno de Polly.
Magnífico también el empleo que hace de la ironía y el humor con el que salpica las escenas del film. Entre todo ello y algunas cosas más que no voy a detallar para no hacer aún más largo el comentario, el resultado es el de un film que, para mi particular gusto, cobra la categoría de obra maestra.




sábado, 25 de julio de 2015

LA UEFA SANCIONA LAS "ESTELADAS"

El Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA, ha decido imponer al F.C. Barcelona, una sanción de 30.000 euros, como castigo por la cantidad de banderas independentistas que se mostraron en el Olympiastadion de Berlín durante la final de Champions League el pasado 6 de junio.
A mí particularmente estas cosas de las banderitas, los himnos y demás zarandajas, me parecen una solemne tontería por la que, a lo largo de la historia, han muerto muchas personas que, en ocasiones, ni siquiera tenían muy claro lo que representaban.
Pero bueno, cuestiones personales aparte, hay que ser respetuoso con los símbolos, algo que no parecen tener presente muchos mastuerzos del fútbol que se dedican a seguir, con espíritu borreguil, las indicaciones de cuatro espabilados que pescan en cualquier río revuelto. Hablo ahora de las pitadas al himno nacional que se repiten de forma recurrente cuando se enfrentan el Barça y el Athletic Club, en las que si alguien queda retratado son los energúmenos que silban, meros  integrantes del rebaño, aunque ellos se crean muy originales. A mí estas cosas, que repito que personalmente me parecen memeces, me sugieren sobre todo una falta de respeto, de saber estar y un atentado a la convivencia pacífica.
A lo que voy, que visto el precedente de la UEFA, ya sabe lo que tiene que hacer la Federación Española de Fútbol y dejarse de una vez de paños calientes: Sanción y tente tieso y si reinciden, pues excluirles de la competición.
Una vez más, tienen que venir de fuera para hacer lo que aquí no hay perendegues para llevar a cabo y dejar en evidencia a unos cuantos que se ve que no están más que para cobrar y poner cara de esfinge ante estos bochornosos espectáculos.



viernes, 24 de julio de 2015

VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA

Sir Oliver S. Lindenbrook (James Mason), profesor de la universidad de Edimburgo, recibe un reconocimiento oficial por sus trabajos en el campo de la geología, por lo que profesores y alumnos de la universidad, le muestran su admiración y se congratulan de su éxito. Uno de estos estudiantes, Alexander McKuen (Pat Boone), le regala un trozo de roca volcánica que, al parecer, contiene algo en su interior, ya que su peso es mayor del que sería normal. El profesor decide fundir la lava para ver lo que esconde y descubre una especie de plomada con un mensaje escrito por un tal Saknussemm, un científico islandés que mucho tiempo atrás se hizo famoso al emprender una expedición al centro de la Tierra, de la que jamás regreso.
El profesor Lindenbrook, decide retomar el viejo sueño de Saknussemm y tratar de llegar él mismo al centro del planeta, siguiendo unas escuetas instrucciones que señalan el lugar de entrada hacia las entrañas de la Tierra. En el viaje le acompañarán Alec McKuen, un guía local llamado Hans Belker (Peter Ronson) y la señora Carla Goetabaug (Arlene Dahl).
Todos ellos se enfrentarán a un mundo desconocido plagado de peligros y harán descubrimientos que les dejarán con la boca abierta.


Adaptación de la novela del mismo título, del francés Julio Verne, proyecto en el que la Fox decidió embarcarse ante el éxito relativamente reciente de 20.000 leguas de viaje submarinoLa vuelta al mundo en 80 días. Los guionistas (Charles Brackett, Robert Gunter y Walter Reisch), introducen una serie de variaciones en los personajes de la novela, el profesor Lindenbrook se convierte en escocés, dejando de ser alemán; se inventan un oponente que pondrá en dificultades el éxito de la expedición y la vida de sus miembros y añaden el personaje interpretado por Arlene Dahl, que además del contrapunto femenino, despertará el interés amoroso del profesor Lindenbrook, el viejo gruñón al que ella preferirá antes que a su apuesto sobrino o al fornido guía islandés, ¡ver para creer!


A pesar de estas variaciones, el film respeta en esencia la trama de la novela, incluso mantiene algunos de los datos científicos que Verne va desgranando en ella.
La tensión que proporcionan los peligros a los que se ven sometidos los expedicionarios, hace que el film avance con cierta fluídez y que no se haga pesado, aunque para mi gusto le sobra metraje.
Buen despliegue de efectos especiales y trabajados escenarios que recrean el mundo que Verne imaginó para su aventura. A pesar de que hoy se ven con una cierta sonrisa (el tiempo a veces, no perdona), no se puede dejar de reconocer lo conseguidos que están para una época en la que no existían los efectos digitales ni por asomo.


Con el eficaz James Mason a la cabeza del reparto, estamos ante una película muy entretenida en la que vemos bastante bien reflejada toda la desbordante imaginación y la fantasía que el gran Verne. En el film, la recreación de ese mundo imaginado cobra ventaja sobre las interpretaciones, para un resultado que destila cierto brillo como film de aventuras y ciencia ficción.




jueves, 23 de julio de 2015

EL CATOLICISMO EXPLICADO A LAS OVEJAS

El fondo del libro que nos acerca Juan Eslava Galán, no es nuevo, muchos autores antes que él trataron el asunto de la religión católica en particular y del cristianismo en general desde un punto de vista escéptico, poniendo en duda las "verdades" que el oficialismo de la Iglesia impone a sus feligreses, bien desde la razón, o desde el dogma.
Eslava, sin embargo, fiel a su forma de escribir, lo hace desde la ironía e impregnando el texto de sentido del humor, algo que no hará sino hurgar en la herida que dejan las ampollas que ha levantado y levantará la novela, porque hablar de la religión, de las creencias, en este tono, es como aplicar un hierro candente a los creyentes.
Entiendo que quienes están convencidos de su fe, hayan arremetido con todo en la crítica al autor, realmente lo han hecho y, en ocasiones con verdadera saña, acusándole de panfletario, descreído, hereje, etc. etc.
Sin embargo he de señalar que el libro de Eslava está muy bien documentado (es una constante de este autor), y que muchas de las cosas que pone en duda o que directamente critica, son cuestionadas incluso por eminentes miembros de la misma Iglesia.
¿Que los Evangelios son un cuento chino?, ¿que la Biblia está llena de incongruencias?, ¿que la Iglesia ha incurrido en contradicciones entre lo que predica y lo que hace a lo largo de la Historia?... que cada cual juzgue según su fe, pero sí adelanto que el libro no dejará indiferente a quien lo lea.




miércoles, 22 de julio de 2015

NAZARÍN

El padre Nazario (Francisco Rabal), vive en un pobre cuartucho acorde con el ambiente de las personas entre las que desarrolla su labor pastoral.
Apenas tiene nada y cuanto posee dura poco en su poder, hasta el contenido del cepillo de la iglesia le llega a desaparecer, pues a la menor oportunidad, bien porque él se lo da, o porque lo toman por las buenas, los pobres entre quienes vive, consiguen que Nazario les socorra aunque signifique quedarse sin comer.
Andara (Rita Macedo), una mujer de las llamadas de mala vida, tiene una pelea en la que resulta gravemente herida, Nazario la esconde en su cuarto, pero ante la inminente llegada de la justicia, la dueña de la pensión la conmina a irse de allí. Debido a que ha dejado la habitación del sacerdote impregnada del perfume barato que usa, Andara decide quemar el cuarto para no dejar huellas que comprometan al sacerdote.
Entre tanto, Nazario ha sido apartado por la Iglesia de su ministerio y se convierte en peregrino, al que siguen en su caminar la propia Andara y Beatriz (Marga López), a la que ha abandonado su hombre, ambas están convencidas de que el padre Nazario es un santo, algo que les queda aún más claro cuando, durante su estancia en el pueblo de Beatriz, la sobrinita de ésta, que se halla gravemente enferma de fiebres, sana tras las oraciones del cura.


Adaptación de la novela homónima de Benito Pérez Galdós, un autor por el que Buñuel sentía gran admiración, lamentándose más de una vez de la escasa repercusión internacional de su obra.
El director introdujo importantes variaciones, empezando por la más evidente, pero no la más relevante, la ubicación: en vez de situarla en Madrid tal y como se hace en la novela, la trama transcurre en México. Sobre todo a partir del comienzo de la peregrinación del padre Nazario, película y novela, aunque siguen manteniendo su concomitancia, parecen discurrir por caminos diferentes.


Salpicado de imágenes made in Buñuel (los píes de la difunta, el Ecce Homo sonriente, etc.) que tanto llaman la atención del espectador por su contenido claramente surrealista, el film trata de mostrarnos lo que podría ser la vida de Cristo en la sociedad actual a través de la figura del padre Nazario.
Un personaje cuya bondad está fuera de lugar, es genial la escena (que no está en la novela) en la que se ofrece a trabajar por la comida en una obra en la que parece que están construyendo un tramo de ferrocarril, y los demás peones se oponen porque consideran que les perjudica que una persona renuncie a su salario y consiguen echarlo del lugar, pero cuando Nazario ya está lejos, se produce un enfrentamiento entre el capataz y los obreros y se escucha un disparo, sin duda uno de los peones ha recibido un disparo, mientras Nazario, no se sabe si muy consciente de la que ha dejado liada tras él, se encoje de hombros y sigue su camino.


Esta fue la primera colaboración de Buñuel con Paco Rabal, que está muy bien interpretando a este peculiar sacerdote desprendido de toda vanidad humana en un mundo que no le comprende y en el que resulta molesta su presencia.
La fotografía en blanco y negro de Gabriel Figueroa, refleja la desolación del paisaje y la miseria del entorno y de las personas.
El escueto acompañamiento musical, incluye hacia el final, el sonido de los tambores de Calanda.


Buñuel era ateo (gracias a Dios, diría él), sin embargo las inquietudes de tipo religioso, están presentes a lo largo de su obra, más en esta parábola de la reencarnación de Cristo en la figura del padre Nazario (hasta el nombre evoca al nazareno) y en las numerosas referencias a los evangelios (la presencia de los ladrones bueno y malo, el trasunto de Marta y María en Beatriz y Andara, incluso el de ésta en la Magdalena, la pasión, la corona de espinas...).
En la película están muy presentes también el amor y la sexualidad, otras de las constantes del cine buñuelesco, aunque más que el amor, podríamos hablar de la pasión, la que siente Andara por Pinto o la de la mujer moribunda, que prefiere a su Juan antes que la salvación eterna.
Final también digno del realizador aragonés, dejando en el aire qué será de Nazario, en el que vemos al sacerdote inmerso en una profunda desorientación personal donde, después de todo lo pasado, se empiezan a agrietar sus firmes valores.




martes, 21 de julio de 2015

DE DON QUIJOTE A LOS TROTAMÚSICOS

El libro recoge la biografía de Cruz Delgado, uno de los realizadores de animación más destacados de nuestro país. Es el creador de algunas de las películas y series que han acompañado la infancia de muchos españoles, en una época en la que no había tantos canales de televisión pero sí que había calidad en los programas que ofrecían los que existían. El libro muestra una semblanza de su vida personal y artística plagada de anécdotas y un documentado recorrido por toda la filmografía del autor madrileño.
En cierto modo, la biografía de este hombre sirve también para acercarnos, a través de unas personas normales y corrientes, una familia de pueblo emigrada a Madrid, como tantas otras, a la vida de la gente sencilla en el Madrid republicano, durante la posterior Guerra Civil y el difícil día a día de la posguerra.
Pero más allá de esto, el libro es la crónica de algunos de aquellos heroicos emprendedores, ahora que tan de moda está esa palabra, que de manera artesanal, con más ilusión que conocimientos, pusieron en marcha el mercado de la animación española, sustentada sobre la base de anuncios y otros trabajos comerciales, para pasar posteriormente a realizar productos dirigidos al cine y la televisión en forma de cortos y largometrajes.
El volumen que publica la editorial Diabolo, escrito por Jorge San Román y Cruz Delgado Sánchez -el hijo del protagonista- repasa de manera documentada la larga carrera del animador, desde sus inicios como dibujante de tebeos hasta los grandes largometrajes de su productora, contextualizándolo en la historia de la animación española y acompañándolo de multitud de documentos gráficos.



lunes, 20 de julio de 2015

BEN-HUR

Judá Ben-Hur (Charlton Heston), miembro de una noble familia judía de Jerusalem y Messala (Stephen Boyd), un joven oficial romano, han sido amigos durante su infancia y al regreso de Messala a la capital judía, como nuevo tribuno, Ben-Hur acude a visitarle tras varios años de separación. Los niños que jugaron juntos en las calles de Jerusalem han cambiado y sus manera de ser y pensar han ido evolucionando hasta conformar caracteres contrapuestos. Ambos se despiden sabiendo que están en bandos contrarios.
Cuando llega el nuevo prefecto a la ciudad, se produce un desfile de tropas por las calles que es observado en silencio y con rabia contenida por la población judía, entre ellos Ben-Hur y su hermana Tirzah (Cathy O'Donnell) que contemplan el desfile desde la terraza de su casa cuando, por accidente, caen unas tejas que asustan al caballo que monta el nuevo gobernador y dan con este en tierra.
Messala detiene a Ben-Hur, aún sabiendo que no tiene culpa y todo ha sido fortuíto, pero quiere utilizarlo como ejemplo de firmeza frente a los judíos y frenar así sus intentos de levantamiento contra los ocupantes romanos. Ben-Hur será condenado a remar en las galeras del imperio por el resto de sus días y su madre y su hermana encerradas en una mazmorra.
El odio hacia Roma dará fuerzas a Ben-Hur para sobrevivir a las duras condiciones de su nueva vida.


Basado en la famosa novela del mismo nombre del general estadounidense Lewis Wallace, una obra que fue un rotundo éxito desde su publicación y que se ha convertido en todo un clásico de la literatura. En el guión de este drama de aventuras con trasfondo histórico, participó entre otros, aunque sin acreditar, Gore Vidal.


La productora MGM, estaba al borde del precipicio económico y decidió jugárselo todo a una carta y buscar un proyecto que la salvara del caos o supusiera su hundimiento definitivo. Esa apuesta fue la que llevó al rodaje de esta gran superproducción que se encargó a William Wyler, en la que se invirtieron millones de dólares y en la que participaron miles de extras, se construyeron maquetas de todos lo tamaños y escenarios reales de gran verismo. El resultado fue el que conocemos, uno de los films más recordados de la historia del cine, que batió records de recaudación y de premios, en esto aún no ha sido superado y aunque un par de películas relativamente recientes ("Titanic" y "El señor de los anillos: El retorno del rey"), la han igualado en el número de Oscars recibidos, hay que tener en cuenta que muchas de las categorías que hay ahora en estos premios, no existían entonces.


Con una reconocida banda sonora de Miklós Rózsa, en el elenco de actores destaca su protagonista, Charlton Heston, que consigue una de las mejores interpretaciones de su carrera y secundarios como Hugh Griffith, Jack Hawkins, Stephen Boyd o Haya Harareet que rayan a un gran nivel.
El film contiene algunas escenas que se han hecho míticas, sobre todo la carrera de cuádrigas, pero también hay unas cuantas de magnífica y espectacular factura, como la batalla naval o la visita al valle de los leprosos, que perduran en la retina de los aficionados.
El montaje final, digno de admiración por la dificultad de ensamblar tantos metros de película y, aunque la duración de la película permite aprovechar una parte considerable del metraje, lo cierto es que es una tarea difícil y que llevó muchas jornadas de trabajo.


Sin duda, estamos ante una de esas grandes películas que siempre estarán en las listas de las mejores y más recordadas de todos los tiempos. Ben-Hur es cine del que ya no se hace, entre otras cosas, porque los medios con que se cuenta actualmente permiten secuencias que entonces sólo eran posibles recurriendo a un gran despliegue de medios que no siempre estaban al alcance del realizador.
Un film para disfrutar del cine en toda su grandeza.




sábado, 18 de julio de 2015

GRANDES PRINCIPIOS DE NOVELA (ANNA KARENINA)

Con una historia de gran potencia, que lo tiene todo para ofrecer un argumento atractivo que enamore al lector y le atrape entre sus páginas, la historia de amor entre Anna Arkádyevna Karénina y el conde Alekséi Kiríllovich Vronski, que el ruso León Tolstoi plasmó sobre el papel en su novela Anna Karenina, tiene también uno de los arranques más celebrados de la literatura:

Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada.


En casa de los Oblonsky andaba todo trastrocado. La esposa acababa de enterarse de que su marido mantenía relaciones con la institutriz francesa y se había apresurado a declararle que no podía seguir viviendo con él.



Semejante situación duraba ya tres días y era tan dolorosa para los esposos como para los demás miembros de la familia. Todos, incluso los criados, sentían la íntima impresión de que aquella vida en común no tenía ya sentido y que, incluso en una posada, se encuentran más unidos los huéspedes de lo que ahora se sentían ellos entre sí.



viernes, 17 de julio de 2015

DE LA TIERRA A LA LUNA

Terminada la Guerra Civil norteamericana, la industria armamentística está en crisis. Uno de los miembros de la sociedad internacional que agrupa a los fabricantes de armas, Victor Barbicane (Joseph Cotten), convoca a los socios para anunciarles que ha descubierto una energía inagotable y de gran potencia, a la que bautiza como Poder X.
Su idea es producir un arma de gran poder destructivo y vendérsela a los gobiernos del mundo, en la seguridad de que, al poseerlo todos, el sentido de supervivencia del ser humano, haga que no haya más conflictos bélicos por el miedo al empleo de dicha arma que provocaría la destrucción del mundo.
Para demostrar el poder destructivo del Poder X, Barbicane pretende enviar un proyectil a la Luna que estallaría al llegar allí y sus efectos demoledores serían observados desde la Tierra. Sin embargo, el Presidente de los EE.UU., le comunica en una reunión secreta, que varías potencias extranjeras han manifestado que tal demostración sería considerada como un acto de guerra, por lo que solicita a Barbicane un gesto de patriotismo y que desista de su empeño. Es entonces cuando el científico, cambia sus planes y planea enviar una misión tripulada a la Luna.


No es precisamente esta novela de las mejores de Verne, pero sí de las que han causado un impacto mayor a la hora de estudiarla pasado el tiempo porque, si en muchos de los textos del autor francés se habla de inventos que fueron realidad en el futuro, en esta aparecen dos de los más llamativos (para bien o para mal): los cohetes espaciales y la energía atómica.
Normalmente las novelas de Julio Verne, aparte de la aventura que narran, contienen un compendio de datos y curiosidades científicas (muy bien narrados, por otra parte) que suponen una dificultad a la hora de trasladar aquello a la pantalla, compensando la eliminación del texto que contiene todos esos datos y manteniendo el interés del relato.
La película que, digámoslo de una vez, es mala, comienza despertando una cierta esperanza en el espectador con su discurso sobre las posturas encontradas entre los partidarios de las armas o sus contrarios (pacifistas diríamos hoy), representados estos en el archienemigo de Barbicane, Stuyvesant Nicholl (George Sanders), un debate, por cierto, muy norteamericano, que sigue vigente en la actualidad.
Pero todo aquello se va desinflando a marchas forzadas para derrumbarse de manera estrepitosa a partir del momento en que embarcan en la nave espacial.


La RKO estaba en liquidación, esta fue su última película y se nota una especie de desidia, representada en el penoso deambular de dos buenos actores como Joseph Cotten y George Sanders, acompañados de una Debra Paget en plan florero. Para acabar de rematarlo, unos efectos especiales que debieron dar lástima ya en su momento.
Al final, aquello acaba de mala manera y cuando nos estamos preguntando qué ha sucedido con los tripulantes de la nave (todas la escenas que transcurrían en la Luna fueron suprimidas), de repente aparece Carl Esmond interpretando a Julio Verne lanzando un breve speach y ¡zas!, se acabó.




jueves, 16 de julio de 2015

HISTORIA DE ESPAÑA CONTADA PARA ESCÉPTICOS

Seguramente, la mejor presentación de lo que nos vamos a encontrar en este libro, la hace el propio autor en la introducción del mismo, por lo que me van a permitir que me remita a sus palabras que, una vez leído el contenido de la publicación, suscribo:

Ahora, cuando asistimos a la liquidación por derribo de esta inhóspita posada que llamamos España (a la que algunos, sin embargo, amamos tanto, a lo mejor por sus defectos y carencias), parece que es buena ocasión de contar cómo se hizo (dejaremos a otros contar cómo se deshizo). No pretendo escribir la historia que escribiría el pueblo, que el pueblo es ágrafo por naturaleza, sino más bien una historia de España contada a los escépticos que no creen en la historia de España. No voy a decir que es veraz, justa y desapasionada, porque ninguna historia lo es, pero por lo menos no miente ni tergiversa a sabiendas, que ya es bastante en los tiempos que corren. Además, he procurado que sea amena y documentada (pero el escéptico sabe que los documentos también se manipulan en el instante mismo en que nacen), y si el lector aprende algo de ella, me daré por bien pagado. No está hecha para halagar a reyes y gobernantes (de los que el autor hablará mucho, dejándose ganar por el novelista que también es), ni pretende halagar a los banqueros, ni a la Conferencia Episcopal, ni al colectivo gay, ni a los filatélicos, ni a los sindicatos. El autor ni siquiera aspira a merecer la aprobación indulgente de los críticos, ni a servir a una determinada escuela histórica, ni a probar tesis alguna. A lo mejor, por eso, se deja llevar por su curiosidad e indaga en las vidas de los poderosos, en lugar de dedicar el mayor espacio a divagaciones socioeconómicas más a la moda. No por gusto, ciertamente, sino porque está convencido de que una de las miserias determinantes de nuestra historia es que el errático y a menudo patético rumbo de España ha sido determinado por gobernantes incompetentes y tarados.

Estructurada en capítulos cortos (103, concretamente), a la manera breve, precisa y amena de Eslava, su lectura resulta ágil y sencilla para lector, con muchas anécdotas en las que Eslava Galán hace uso de su particular gracejo y escarbando, aclarando o ahondando en algunos de los mitos, incluso interpretaciones interesadas, cuando no directamente tergiversaciones, que se nos han ido transmitiendo conforme a los vientos que soplaban en cada momento histórico.
Desde la prehistoria, hasta una fugaz alusión al ínclito Rodríguez Zapatero que se hacía con el timón de PSOE cuando el autor estaba corrigiendo las últimas pruebas de la primera edición, el recorrido que hace por la historia pasada y reciente de España, totalmente alejado de academicismos de manual, pero bien documentado, puede resultar muy útil a quien no la conozca demasiado y tremendamente entretenido a quienes hemos buceado en ella en otras ocasiones.



miércoles, 15 de julio de 2015

LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC

Brick (Paul Newman)y Margaret (Elizabeth Taylor), un matrimonio en problemas que no tiene descendencia y no hace el amor desde la muerte del mejor amigo de Brick, Skipper, con quien aquel, que se ha convertido en un alcohólico para evadirse de su contexto, mantenía una estrecha relación.
Brick mantiene una postura indiferente hacia Maggie, una bella mujer frustrada que ama a su esposo e intenta reavivar la llama de la pasión entre ambos, recibiendo, en una relación de sadismo emocional, solamente frialdad e indolencia por parte de su esposo. Por su parte, el hermano de Brick, Gooper (Jack Carson), parece mantener una feliz existencia junto a su esposa Mae (Madeleine Sherwood) y su extensa y ruidosa prole. Todos están a la espera de festejar el sesenta y cinco cumpleaños del Abuelo, padre de Brick y Gooper y dueño de una gran plantación en Mississippi que se encuentra gravemente enfermo de cáncer.
El médico de la familia, ha ocultado los resultados de las pruebas a las que el Sr. Pollitt (Burl Ives) acaba de ser sometido y tanto él, como su esposa, creen que los resultados han sido negativos. Cuando el angustiado Brick le cuenta la verdad a su padre, se desencadena una violenta situación que da lugar a que se manifiesten algunos de los más bajos sentimientos que reinan en la familia y estalle la tensión latente que siempre ha existido entre ellos.



Basado en la obra teatral de Tennessee Williams que había sido estrenada en el Morosco Theater de Nueva York el 24 de marzo 1955. Con ella, su autor obtuvo el Pulitzer de drama de ese año y una nominación al Tony de 1956 como mejor obra teatral.
De los actores que la representaron la obra sobre las tablas, repitieron Burl Ives y Madeleine Sherwood.
El guión destroza literalmente el argumento teatral merced al Código de Producción de Hollywood, el conocido como Código Hays de censura, vigente en USA desde los años 30, en una de esas típicas contradicciones, tan hollywoodenses por otra parte, de querer tratar temas escabrosos suavizándolos o disimulándolos.
En este caso, lo que hacen es despistar al espectador que, si no conoce previamente la obra de teatro, no sabe muy bien qué le están contando. Se encuentra a un matrimonio con problemas, en el que el marido no quiere tener contacto alguno con su esposa y no sabemos por qué, llegando a imaginar, por lo que veladamente nos sugieren, que él sospecha que entre su difunto amigo y ella, hubo algo.
Todo ello porque en la película desaparecen de un plumazo todas las referencias a la homosexualidad de Brick, si conociéramos ese detalle quedaría sobradamente explicado por qué él siente repulsa a mantener contacto sexual con su bella, ardiente y frustrada esposa.


A falta de las referencias a este asunto, el film centra su atención en otros temas,  también muy característicos del universo de Tennessee Williams, como el alcoholismo de Brick y las disputas familiares dentro de esa acomodada familia sureña que reúne a estos personajes.
El caso es que perdemos una parte de la esencia de la obra original en esta adaptación de la que Williams abominaba y eso que no sabría nada de la versión española, en la que la censura franquista, metió la tijera, desde el título (en el que suprimió la palabra "caliente"), hasta algunas palabras que son cambiadas, como cuando Maggie le reprocha a su esposo que se siente abandonada y aburrida y él le replica que se busque un amante, en la versión española, le dice que se busque alguna diversión.


A pesar de toda esto, se trata de una película interesante, cuyo planteamiento conserva a sabiendas buena parte de la estructura teatral, pero con unos magníficos movimientos de cámara.
Los actores están todos sensacionales y buena parte del éxito del film se debe a la elección de los protagonistas, muy bien el casi novato Paul Newman, en uno de los mejores papeles de su carrera y una Elizabeth Taylor espléndida y muy guapa. Ellos son también los responsables de que la película se rodara en color, pues estaba previsto que se hiciera en blanco y negro, como otras adaptaciones que se habían hecho de las obras de Tenessee Williams y porque eso le daba cierta impronta de distinción intelectual, pero Richard Brooks tuvo claro que el violeta de los ojos de Liz y el azul acuoso de los de Newman, arrastrarían a muchos fans a las salas de cine. 
No quiero dejar de mencionar a Burl Ives magnífico en su interpretación.
El film es dinámico, con brillantes diálogos no exentos de humor y un buen tratamiento de los personajes que reflejan algunos de los sentimientos recurrentes en las obras de Tennessee Williams encarnados en esta familia sureña, con el patriarca déspota, la madre sumisa, el hijo trepa, y los monstruos cuellicortos que son los sobrinos de Brick y Maggie.




martes, 14 de julio de 2015

EL VIAJE DEL PAPA A HISPANOAMÉRICA

Además de aguantar la falta de tacto (dejémoslo ahí por no llamarlo de otra manera) del Sr. Evo Morales y tener que recoger el regalo envenenado de un crucifijo con la hoz y el martillo (que digo yo que el Papa le podía haber regalado un billete de dolar con la efigie del Che Guevara, aunque quizá mejor que no entrara al trapo, porque el que queda retratado con esto es Morales), además, digo, Bergoglio ha aprovechado el viaje a América Latina (antes llamada Hispanoamérica o Iberoamérica), para pedir perdón por los excesos cometidos en la época de la conquista y colonización, que está muy bien eso de pedir excusas, pero se me ocurre que podría haberlas pedido en alguno de los idiomas vernáculos para que cobraran más fuerza.
Ah, perdón, que me dicen que las pidió en castellano, porque es el idioma que une a todas aquellas gentes, al parecer una herencia colateral que les dejaron los terribles conquistadores y que actualmente es la segunda lengua del planeta.
También he pensado que cuando viaje a Norteamérica, podría pedir perdón por los excesos y atrocidades de la época de la conquista del lejano oeste.
Eh, perdón de nuevo, que me comunican que eso va a ser complicado, porque al parecer, esos excesos no los cometieron los católicos, sino los protestantes y que apenas quedan nativos a los que pedirles esas disculpas, porque en Norteamerica, también según parece, que yo no me entero mucho como pueden comprobar por estas ocurrencias mías tan disparatadas, se emplearon a fondo y se dedicaron a exterminar a los indios originarios de aquellas tierra y que tampoco está claro que los norteamericanos de ahora recibieran bien esas disculpas pedidas en su nombre, pues no parece que estén especialmente avergonzados, todo lo contrario, se han dedicado a sacar dinero del asunto haciendo películas en las que los indios siempre eran los malvados y han convencido al resto del universo de que aquello fue una gesta, no como otros que parece que están apesadumbrados de que Cortés, Pizarro, Almagro y compañía fueran españoles, católicos, apostólicos y romanos, y que además de esos presuntos excesos, entregaran en bandeja a los papas de Roma, entre ellos al actual, millones de fieles a los que dirigirse.




lunes, 13 de julio de 2015

LOS HERMANOS KARAMAZOV

Dimitri Karamazov (Yul Brynner) es un teniente del ejército zarista de vida disipada, que se dedica a gastar a manos llenas el dinero que le va prestando su padre y que, según Dimitri, es suyo porque formaba parte de la herencia de su difunta madre, pero el padre no lo ve así y cada vez que le hace una entrega, lo considera como un préstamo y le hace firmar un pagaré. Los sentimientos de Dimitri frente a su padre, son de odio.
Su hermano Iván (Richard Basehart), un hombre culto y refinado que trabaja como periodista, cultiva una filosofía en la que defiende que todo está justificado, incluso el crimen. Aunque es un agnóstico, en el fondo de su ser late una especie de necesidad por creer en algo más allá de la vida.
El tercero de los hermanos, Alexei (William Shatner), sigue los pasos del sacerdocio, procura ayudar a sus hermanos y a su padre, sin juzgar las vidas y maneras de ser de cada uno.
Dimitri conoce a Katya (Claire Bloom), a la que presta dinero para que salve a su padre, coronel del regimiento, de una apurada situación. Ella, en parte por agradecimiento, se enamora de Dimitri, con el que quiere casarse, pero él no la ama. Por el contrario, otra mujer le arrastra hacia una pasión obsesiva, se trata de Grushenka (Maria Schell), con la que también mantiene una relación el padre de Dimitri.


Adaptación de la novela del mismo título de Fedor Dostoievski, en la que, aunque ambientada en la Rusia zarista, el autor ruso, hace un retrato psicológico de unos personajes que son universales e intemporales tal cual sucede en tantas otras obras que han alcanzado la categoría de clásicas.
Richard Brooks, realizador del film, también participó en la confección del guión y, a mi juicio, consigue una adaptación bastante aceptable para hacerse una idea de lo que Dostoievski puso en palabras, aunque hay algo que me ha resultado poco acertado, ese final feliz que no se corresponde con la novela y en el que se doblega al gusto del público estándar que se pirra por los finales felices.


Muy buenas actuaciones, en general todos los intérpretes brillan a gran altura, quizá algo menos ellas, con una encantadora María Schell a quien no hace ningún favor el doblaje al castellano y un Yul Brynner que es todo fuerza y presencia. Pero quien realmente borda su intervención es Lee J. Cobb dando vida al borracho pervertido Fyodor Karamazov. Mira que Brynner está bien, pero cuando coincide en escena con su padre en la ficción, éste se lo come literalmente, como hace con el resto del excelente reparto.