Además de aguantar la falta de tacto (dejémoslo ahí por no llamarlo de otra manera) del Sr. Evo Morales y tener que recoger el regalo envenenado de un crucifijo con la hoz y el martillo (que digo yo que el Papa le podía haber regalado un billete de dolar con la efigie del Che Guevara, aunque quizá mejor que no entrara al trapo, porque el que queda retratado con esto es Morales), además, digo, Bergoglio ha aprovechado el viaje a América Latina (antes llamada Hispanoamérica o Iberoamérica), para pedir perdón por los excesos cometidos en la época de la conquista y colonización, que está muy bien eso de pedir excusas, pero se me ocurre que podría haberlas pedido en alguno de los idiomas vernáculos para que cobraran más fuerza.
Ah, perdón, que me dicen que las pidió en castellano, porque es el idioma que une a todas aquellas gentes, al parecer una herencia colateral que les dejaron los terribles conquistadores y que actualmente es la segunda lengua del planeta.
También he pensado que cuando viaje a Norteamérica, podría pedir perdón por los excesos y atrocidades de la época de la conquista del lejano oeste.
Eh, perdón de nuevo, que me comunican que eso va a ser complicado, porque al parecer, esos excesos no los cometieron los católicos, sino los protestantes y que apenas quedan nativos a los que pedirles esas disculpas, porque en Norteamerica, también según parece, que yo no me entero mucho como pueden comprobar por estas ocurrencias mías tan disparatadas, se emplearon a fondo y se dedicaron a exterminar a los indios originarios de aquellas tierra y que tampoco está claro que los norteamericanos de ahora recibieran bien esas disculpas pedidas en su nombre, pues no parece que estén especialmente avergonzados, todo lo contrario, se han dedicado a sacar dinero del asunto haciendo películas en las que los indios siempre eran los malvados y han convencido al resto del universo de que aquello fue una gesta, no como otros que parece que están apesadumbrados de que Cortés, Pizarro, Almagro y compañía fueran españoles, católicos, apostólicos y romanos, y que además de esos presuntos excesos, entregaran en bandeja a los papas de Roma, entre ellos al actual, millones de fieles a los que dirigirse.
Efectivamente, si dices una cosa también tendrás que hablar de otros legados importantísimos, y sin ir más lejos la razón por la que él está allí ahora de visita predicando (además de caer en populacheces verborréicas que sin embargo enmudecen justa y precisamente cuando hay que hablar, como con el regalito de marras)
ResponderEliminarSi no hubiera sido por los misioneros españoles (para bien o para mal, que eso allá cada cual), el Papa, como bien dices, no estaría ahora de visita en Hispanoamérica, porque no tendría "clientela" a la que dirigirse.
EliminarQuizás no habría ni siquiera un Papa argentino.... por muy descendiente de italianos que sea Bergoglio
EliminarEs más que probable.
EliminarEs que toda esa clase de gente, que hoy está tan de moda, incluso en España, no tiene sentido del ridículo y no saben ni estar. Así que no es de extrañar ese tipo de regalos que insultan hasta a la intelgencia
ResponderEliminarSe creen originales y en realidad, su prepotencia, les lleva al cutrerío. Hasta para hacer regalos envenenados y que lleven una segunda intención hay que tener estilo y señorío.
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