miércoles, 29 de julio de 2015

AVENTURAS DEL MARQUÉS DE BRADOMÍN (SONATAS)

El Marqués de Bradomín (Francisco Rabal), un noble al que sólo le quedan del pasado glorioso de su casa el nombre y unos cuantos papeles, es apresado por una partida de insurgentes contrarios al absolutismo, cuando va a ser ahorcado, intercede por él el capitán Casares (Fernando Rey), que le arranca la promesa de ayudarles a huir en un barco inglés que hará un alto en la playa de La Lanzada para recogerles.
Bradomín visita a Concha (Aurora Bautista), esposa del Conde de Brandeso (Carlos Casaravilla), con la que tiene amores y que es asesinada por su marido cuando descubre sus relaciones.
Brandeso quiere apresar a los insurrectos y al propio Bradomín, sin embargo, en el último momento, tanto el Marqués, como Casares, logran embarcarse rumbo a México, donde encontramos a Bradomín, seis años después, empeñado en que se le reconozca la propiedad de unas tierras que recibió en herencia.
Allí conoce a la Niña Chole (María Félix), amante de un general, con la que vive un apasionado y peligros romance.
El guión adapta de manera bastante libre las Sonatas de Otoño y Estío de D. Ramón María del Valle-Inclán, incluyendo en la historia muchas situaciones de las que Valle no hablaría sino en obras posteriores. Bardem, autor del guión junto a Juan de la Cabada y José Revueltas, retoca el argumento para realzar los aspectos políticos cercanos a su ideología personal.
La copia que he visto, está fatal, con un pésimo sonido y una imagen algo borrosa, a pesar de lo cual se adivina una fotografía en color, de cierta calidad.
Toda la película está rodada en escenarios reales, tanto exteriores como interiores, prescindiendo de cualquier tipo de decorado.


A pesar del magnífico elenco, con una María Félix, la gran dama del cine mexicano, impuesta por el productor azteca Manuel Barbachano Ponce, pero que dota a su personaje de un matiz inquietante que resulta espléndido, Bardem no sabe trasladar a la pantalla la obra de Valle-Inclán, se nota un problema a la hora de ensamblar las escenas de acción con las de corte romántico y el guión enlaza fases en las que desaparece cualquier diálogo con planos en los que está presente el texto de Valle tal cual.
Creo que es un intento fallido de querer trasladar a la pantalla esta personalísima versión del Marqués de Bradomín, personaje que se distancia de aquel "feo, católico y sentimental" dibujado por Valle-Inclán, para darle un cierto aire de héroe y luchador por la libertad que es pura creación de Bardem.




2 comentarios:

  1. Lo mejor la pareja protagonista, lo peor el roto que se le hace a la peli a la mitad del que ya no se recupera. Dos pelis en una que se notan demasiado.
    Saludos desde las vacaciones.

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    1. Estoy bastante de acuerdo, Ethan, bastante más pasable la primera mitad que la segunda.

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