PERSEGUIDO

 

En el año 2017, la economía mundial se derrumbó. Las grandes libertades de los Estados Unidos ya no existen, ya que la otrora gran nación ha sellado sus fronteras y se ha convertido en un estado policial militarizado, que censura todo el cine, el arte, la literatura y las comunicaciones. Aun así, una pequeña fuerza de resistencia liderada por dos revolucionarios logra combatir la opresión. Cuando una protesta pacífica de ciudadanos hambrientos se reúne en Bakersfield, California, se ordena a un oficial de policía llamado Ben Richards (Arnold Schwarzenegger) que dispare contra la multitud, lo que él se niega a hacer. Sometido por los otros oficiales, se lleva a cabo el ataque, y Richards es acusado del asesinato de casi un centenar de civiles desarmados. Después de una osada fuga de la cárcel meses después, Richards es capturado una vez más y obligado a aparecer en "The Running Man", un programa emitido por la televisión que, como todos los medios de comunicación, controla el gobierno y en el que una serie de delincuentes que sufren condena, luchan por sus propias vidas. Un programa que se ha vuelto muy popular, presentado por Damon Killian (Richard Dawson) y en el que Richards con la ayuda de otros tres convictos, tendrá que abrirse camino mientras es perseguido por un grupo de gladiadores sádicos. A medida que va derrotando a sus perseguidores, irá ganándose el apoyo de la audiencia.

El guión adapta una novela del mismo título escrita por Richard Bachman, nombre tras el cual se oculta en esta ocasión, nada más y nada menos que Stephen King, algo que, al parecer, ignoraba el productor del film, When Rob Cohen, cuando adquirió los derechos del relato.

Con respecto al libro original, publicado en 1982 y que en España se titula "El fugitivo", la película cambian algunas cosas, por ejemplo, el protagonista no es un ex-policía, sino un simple ciudadano que se presenta al concurso televisivo con el fin de obtener dinero con el que comprar medicinas para su hija, gravemente enferma.

De fondo, el film contiene una crítica explícita al control de los gobiernos sobre la población y a la manipulación televisiva de los espectadores, eso que se ha dado en llamar telebasura y que quienes están metidos en ella, justifican bajo ese argumento tan peregrino de que le dan al espectador lo que pide y se quedan tan orondos traspasando su culpa a los televidentes. 

¿Qué ocurre?, pues que todo esto se adapta a lo que podríamos llamar formato Schwarzenegger y aquello, sin dejar de lado ese aspecto crítico, se convierte en una ensalada de tiros, golpes, etc., etc. Y todo con el austriaco-norteamericano en el centro y esa forma de interpretar tan limitada. 

Un aceptable entretenimiento para los amantes del cine de acción, con una fórmula que ha sido llevada a la pantalla en posteriores ocasiones en películas de gran éxito, como Los juegos del hambre, por ejemplo.

Eso sí, resulta curioso observar como algunos de los vaticinios que se hacen, sobre todo en la novela, que es un lustro anterior a la película, no de forma literal, pero sí que, en cierto modo, se van cumpliendo en lo que, no lo olvidemos, no deja de ser un relato de ciencia ficción.