lunes, 11 de agosto de 2014

MAX MANUS

El 23 de agosto de 1939, se firma en Moscú el llamado Pacto Ribbentrop-Mólotov, una de cuyas primeras consecuencias fue la invasión de Finlandia por el Ejército Rojo el 30 de noviembre de ese mismo año, fue la llamada "Guerra de Invierno". Casi inmediatamente, se organizó un grupo de voluntarios noruegos que estaban dispuestos a ayudar a los fineses en la defensa de su territorio, el llamado Svenska Frivilligkären (cuerpo sueco de voluntarios), es destinado, el 28 de febrero de 1940 al frente de Salla para reemplazar a los soldados finlandeses. Manus (Aksel Hennie) es herido y trasladado a un hospital donde se recupera de algunas heridas leves y una más preocupante conmoción cerebral. Cuando le dan el alta, ya se ha firmado el tratado de paz y Max Manus regresa a Oslo. Noruega es un país ocupado por los nazis y Manus se declara avergonzando de ser noruego, recuerda que los rusos sólo consiguieron penetrar 150 kilómetros en Finlandia y los alemanes se han apoderado de Noruega en unas pocas semanas.
Para combatir esta situación, Manus se reúne con otros jóvenes noruegos que tienen sus mismas inquietudes, son grupos de resistencia inexpertos y poco conscientes de los peligros que corren, de hecho, Manus es detenido, aunque salta por una ventana cuando le van a interrogar y resulta gravemente herido, consigue escapar del hospital y huye a Inglaterra, donde algunos integrantes de la resistencia, comienzan su preparación intensiva en un campo de entrenamiento de Escocia, para adquirir los conocimientos suficientes que les permitan iniciar acciones de sabotaje.


Película de gran presupuesto para lo que es habitual en el cine noruego, contó con un presupuesto de 8 millones de dólares, aunque es cierto que la inversión salió redonda, al convertirse en la película noruega más vista de todos los tiempos.


De impecable factura formal, con una correcta fotografía y una banda sonora que incluye cortes de música comercial de la época, destaca la excelente ambientación y los conseguidos y trabajados decorados, con reconstrucciones de calles y edificios de la capital noruega, así como de algunas zonas del puerto de Oslo.


El guión deja bastante que desear y al querer retratar las dos facetas de la vida del protagonista, su implicación en la lucha armada y la vertiente personal, en su relación con la que se convertiría en su esposa, creo que se queda a mitad de camino, sin llegar a profundizar, una especie de quiero y no puedo, quedando únicamente apuntadas algunas facetas oscuras de la personalidad de este hombre que, por lo que se esboza en el film, debía tener una forma de ser un tanto peculiar.


Los codirectores, Joachim Rønning y Espen Sandberg, tampoco es que hagan un trabajo excelente y los actores, más o menos, cumplen bien en sus interpretaciones, en este film que no acaba de emocionar, quedándole a uno la impresión de que no han sabido explotar el potencial que encierra la historia.


Lo que más se agradece de la película es la novedad del asunto, ya estamos un poco empalagados de la resisitencia francesa y es grato que nos acerquen un relato en el que se ve que en otros paises también hubo gente que arriesgó su vida al oponerse a la ocupación nazi, además de eso, yo también agradezco en lo que vale, la mesura en el empleo de efectos especiales, usados con tacto y en los momentos oportunos, lejos del abuso a que nos someten otros films. Las escenas más tensas, aquellas en las que presenciamos las acciones de sabotaje en el puerto de Oslo, igualmente son parcas en metraje, y aunque hay quien ha criticado que no hayan tenido más protagonismo y extensión, yo veo en ello una virtud.




2 comentarios:

  1. Si la Resistencia francesa está supravalorada, supongo que con la noruega pasará otro tanto. Sirva de ejemplo que los noruegos tuvieron que alistarse en el grupo sueco porque no daban para uno propio.

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    1. Me remito a las palabras del protagonista que cito en la reseña, en las que se avergüenza de ser noruego: los rusos sólo consiguieron penetrar 150 kilómetros en Finlandia y los alemanes se han apoderado de Noruega en unas pocas semanas.

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