lunes, 26 de julio de 2010

MATRIMONIO ORIGINAL

La primera peli que Hitchcock rodó para la RKO, única comedia romántica de esta etapa americana, pues aunque luego filmaría Pero... ¿quién mató a Harry?, esta es otra comedia que nada tiene que ver con la que ahora comentamos, ni en temática, ni en resultados. A mí me ha parecido bastante floja, como de esas películas hechas con desgana. Con estos directores que se pueden permitir despreciar aquello con lo que no se sienten cómodos o, simplemente, no les gusta, nunca se sabe, puede que la hiciera por encargo o por compromiso con la productora, no lo sé, pero aunque tiene cierta agilidad, en algunos momentos, sobre todo al final, decae bastante. Tiene algunos gags y ciertos chistes que son muy buenos, pero la cosa es puntual, como si no supiera o no quisiera sacarle todo el partido que podría.

Se dice que la peli la dirigió porque Carole Lombard, entonces ya casada con Clark Gable, así lo pidió. Lo cierto es que tanto ella, como Robert Montgomery, estaban en lo mejor de su carrera y hacen unas interpretaciones muy buenas, sobre todo ella, que está guapísima (lo de él debería decirlo alguna, yo no sé apreciarlo) y a la que Hitchcock, en algunos pasajes, casi mima con la cámara.

Como quiera que la peli en sí, no da para mucho, voy a detenerme en algunas cosas de esas que quedan entre líneas, como el tratamiento que hace el director del papel de la mujer, muy atrevido para la época (1941), esta Sra. Smith, caprichosa, que lleva como un corderito tras de si a su marido, aunque a lo largo de la peli, se hace un poco cansino tanta vuelta de tuerca. El retrato que hace del matrimonio, tampoco es nada desdeñable, para Hitchcock es, básicamente, una fuente de problemas y disputas, eso sí, el amor todo lo puede y a través de él hay que arreglar tanto desaguisado. Y por fin los fetichismos hitchcodianos, la fascinación que no oculta por la rubia Carole Lombard y la escena maravillosamente fetichista de los pies descalzos de ella, con tobillo adornado de pulserita, metiéndose en las perneras del pijama de Robert Montgomery y estableciendo un diálogo, mientras toman el desayuno, en el que las palabras son el acompañamiento, pero todo lo acapara la imagen, un plano fijo bajo la mesa, sugerente a más no poder. De todos modos, el mismo Hitchcock, dijo de la peli, que había sido una pérdida de tiempo.

2 comentarios:

  1. En mi opinión de las menos hichcokiana de sus películas. Experimenta narrativamente y sobre todo busca ejercicios de estilo y puesta en escena. Todo maestro ha pasado por ello. Un saludo

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  2. Es evidente que todas las películas forman parte de su obra y entre ellas, las hay mejores y peores, que gustán más o menos, pero, como bien dices, el que esté libre de pecado...

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