miércoles, 21 de julio de 2010

EL ESPEJO DEL ROSTRO

Un día, un perro buscando refugio logró meterse por un agujero en una casa abandonada.
El perrito subió receloso las viejas escaleras de madera y al llegar arriba se topó con una puerta entreabierta; lentamente se metió en el cuarto.
Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto había mil perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perro comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Los mil perritos hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos.
El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él
Cuando salió del cuarto, se quedó pensando para sí mismo: "¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir más a menudo!"
Tiempo después, otro perro callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto.
Pero a diferencia del primero, este perro al ver a los otros mil perritos del cuarto se sintió amenazado, ya que lo estaban mirando de una manera agresiva.
Posteriormente empezó a gruñir y vio cómo los mil perritos le gruñían a él.
Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también.
Cuando el perro salió del cuarto pensó: "¡Qué lugar tan horrible es éste! ¡Nunca más volveré a entrar aquí!"
Sobre el dintel de entrada a la casa, un viejo letrero decía: "La casa de los 1000 espejos".

Y ahora, yo debería escribir la moraleja, pero el avisado lector, sabe de sobra cual es y si no lo sabe, da lo mismo lo que yo escribiera.



6 comentarios:

  1. Funciona, lo he comprobado por mí misma. Sólo hay que mirar a los que contigo están, no hay nada como una sonrisa.
    Gracias por recordárnoslo.
    Un abrazo.

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  2. Gracias a ti por la visita y el comentario.

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  3. Muy real, yo prefiero ser el primer perrito

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  4. Tú eres el primer perrito, pero si eres el optimismo personificado.
    Un beso.

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  5. Todo en esta vida está supeditado a nuestra actitud. En el trabajo, ante los problemas difíciles. Es verdad que hay momentos en que hasta la más optimista de nuestras sonrisas se nos hiela por el entorno hostil. Pero, SI. Procuremos ser como el "primer perrito". Un saludo

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  6. Lo procuraremos, aunque nos lo pongan difícil.

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