Tras escapar de una emboscada, un sicario enfermo se refugia en un motel en la ciudad de Galveston donde planea su venganza. Roy Cady (Ben Foster) es un asesino a sueldo en New Orleans al que le ha sido diagnosticada una enfermedad de pulmón a los 40 años, que él cree que es un cáncer terminal, aunque sale corriendo (literalmente) de la consulta del doctor cuando éste pretende explicarle qué es lo que tiene. Ante la sospecha de que su jefe quiere eliminarle, Roy trata de huir llevándose consigo registros comerciales que podrían incriminar a su jefe. En su camino, se encontrará con Rocky (Elle Fanning), una joven desamparada que le proporciona la oportunidad de darle un nuevo sentido a su vida.
Basada en la novela homónima del escritor, guionista y productor estadounidense Nic Pizzolatto, creador y guionista de la exitosa serie televisiva True Detective.
Pizzolatto adaptó su propia novela, aunque utilizó el seudónimo de Jim Hammett para figurar en los créditos después de ver el film, en el que se habían hecho tantos cambios que no acababa de sentirlo como propio.
He aquí de nuevo la vieja polémica que mantienen cinéfilos y aficionados sobre el cine y la literatura: ¿Deben ser las adaptaciones fieles al texto original? ¿En el momento en que se traslada al cine, una novela pasa a ser un producto independiente y, por tanto distinto? Estas cosas se reavivan cuando las adaptaciones no mejoran precisamente el texto literario, o cuando lo desvirtúan tanto que apenas guardan relación, aunque el film sea bueno.
Este es uno de los casos y más cuando el propio novelista es autor del guión, aunque aquí entramos en el terreno de esos misterios que no se acaban de aclarar: ¿Le salió rana la adaptación de su novela a Pizzolatto, o es que alguien metió la mano y cambió cosas del guión he hizo una escabechina?
El caso es que una buena novela, que le valió a su autor el reconocimiento como un nuevo talento de la novela negra americana, queda simplificada de manera poco lograda en el guión; su protagonista pierde gran parte de su atractivo como personaje, desapareciendo sus agudas reflexiones que dotaban de gran altura al relato; se recortan o desaparecen escenas fundamentales del texto y, entre otras cosas, se opta por un final que parece querer explicar los hechos y edulcora la conclusión, quedando todo realmente desvirtuado.
Para quien no haya leído el libro, seguramente la película puede resultar interesante esta historia de dos desgraciados, personajes perdidos con una vida difícil a sus espaldas que acaban refugiándose uno en el otro y que acaba siendo principalmente un drama sentimental. Tal vez sea que la directora, la también actriz y escritora francesa Mélanie Laurent, no entendió bien la historia o no supo darle la forma adecuada, pero resulta toda una declaración de intenciones el hecho de que Pizzolatto escondiera su nombre tras un seudónimo, como queriendo decir: Mi libro no está en esta película.
El film no está mal, bien interpretado, resulta interesante, ya digo, pero tampoco es que sea nada del otro mundo o que aporte algo diferente.
Estimado Trecce
ResponderEliminarHoy no te voy a comentar acerca de Galveston, sino de un interrogante que has hecho algunas veces: “¿Deben ser las adaptaciones fieles al texto original?”
Sí.
Un asunto es que el Director quiera adaptar el tema con un guion, quizás más comercial, pero no debe quitarle la esencia que haya querido darle el escritor a su obra. Siempre me ha gustado leer, cuando observo un film acerca de un tema leído, espero, por lo menos, que no le den un sentido totalmente contrario a lo expresado por el escritor, por ejemplo: Miguel Strogoff de Julio Verne; imagino que habrá varias versiones, pero una que me mostró mi esposo muy entusiasmado, le habían cambiado prácticamente todo el “guion” original:
Nadia, en la obra literaria es una joven que va en busca de su padre, por el camino conoce al siberiano… En la película era una mujer que se había embarcado en busca de su marido…
*En un caso en el cual respetaron al autor de “The Lord of the Rings”, ha sido increíble cómo la mayoría de espectadores veíamos en el film, a los protagonistas, tal como los habíamos imaginado en la hermosa fantasía del británico J. R. R. Tolkien.
Me alargué, disculpa.
Cordiales saludos
A mi también me agrada que se respete el texto original, se pueden hacen las variaciones que quieras, incluso añadidos o supresiones, pero, por favor, al menos que cuando leas el libro y lo compares con la película, lo reconozcas.
EliminarBien, bien: ahora comprendo por qué comentaste el otro día la novela.
ResponderEliminarEra eso, sí.
EliminarHola
ResponderEliminarYo creo que las adaptaciones deben ser fieles al texto original. Se puede cambiar algo poco importante porque sea difícil grabar esa escena, pero no cambiar tantas cosas.
Precisamente si algo me gusta de True detective ( la uno, la dos no es ni la mitad de buena) es que tiene reflexiones muy interesantes.
Gracias por la información y feliz jueves.
Estamos de acuerdo.
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