Florence 'Cléo' Victoire (Corinne Marchand), una joven cantante con alguna canción exitosa en su carrera, espera impaciente los resultados de un examen médico. Cuando una adivina que lee las cartas le revela que tiene cáncer y que puede morir, su inquietud aumenta. Tratando de ocupar su tiempo a la espera de los resultados, Cleo conoce a Antoine (Antoine Bourseiller), un joven soldado, a punto de partir para hacer el servicio militar en Argelia, al que confía su temor a la muerte.
Se presentan dos horas, de 17:00 a 19:00h, en el día más largo del año (el solsticio de verano) en la vida de una joven parisina.
Hace dos días, se sometió a unas pruebas por problemas abdominales para ver si era cáncer. Recibirá los resultados hoy a las 18:30h. Está segura de que será un diagnóstico de cáncer terminal, su mente está obsesionada con ese resultado y lo que realmente significa. Esta creencia afecta la forma en que aborda el día, desde sus encuentros con amigos y conocidos hasta lo que observa en los extraños que la rodean. Hay ciertas cosas que la distraen temporalmente de la espera de los resultados de la prueba, pero algo siempre la traerá de vuelta a eso como el tema de su día. No es hasta justo antes de que llegue la hora, cuando se produce un encuentro casual con un extraño llamado Antoine, un soldado francés al final de una licencia de tres semanas de la Guerra de Argelia, que, por circunstancias distintas, también está en peligro de morir.
Agnès Varda con sus largos travelling que siguen a la protagonista por las calles de la capital francesa, captura la atmósfera del París de los años 60 con este retrato de una cantante que busca respuestas mientras espera los resultados de una biopsia. Una crónica de dos horas cruciales en la vida de una mujer, Cléo de 5 a 7 es una mezcla cinema vérité y melodrama. La película presenta una partitura de Michel Legrand ( Los Paraguas de Cherburgo ) y cameos de Legrand, Jean-Luc Godard y Anna Karina.
Me gustó mucho cuando la vi en su día. El estilo de documental de la realizadora es muy reconocible.
ResponderEliminarA mi también me ha gustado.
EliminarCon su puesta en escena en tiempo real, Varda genera una atmósfera de melancolía capaz de traspasar la pantalla.
ResponderEliminarEn efecto, así es.
EliminarVarda consigue una ficción que podría pasar por un documental.
ResponderEliminarEl recorrido por París tiene algo de eso, en efecto.
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