5 universitarios, Dana (Kristen Connolly), Curt (Chris Hemsworth), Jules (Anna Hutchison), Marty (Fran Kraz) y Holden (Jesse Williams) deciden pasar un fin de semana en la cabaña del primo de uno de ellos. Lo que ellos ignoran es que incluso antes de llegar a la cabaña están siendo observados, con el único propósito de asesinarlos al final de la noche.
Los dos observadores principales son Gary Sitterson (Richard Jenkins) y Steve Hadley (Bradley Whitford), acompañados del renuente Daniel Truman (Brian J. White) y de la un tanto torpe Wendy Lin (Amy Acker).
En realidad no es que quieran matarlos, es que "deben" hacerlo. El asunto es este: Los primeros que caminaron sobre la tierra fueron los ahora llamados Ancestros, unos seres de gran poder que eventualmente fueron confinados a vivir en una especie de inframundo, bajo la superficie de la Tierra. Si no quieren que salgan y provoquen el caos y el final de la vida, han de ofrecerles periódicamente un sacrificio humano que ha de seguir un orden establecido. El sacrificio a los Ancestros consiste en mínimo 5 individuos, entre los cuales debe haber: una virgen, un atleta, una puta, un loco y un erudito.
Aunque matar a 5 universitarios confiados podría parecer muy sencillo, el ritual es bastante específico. En primer lugar, los sacrificados deben ser advertidos del peligro al que se enfrentan y aún así hacer caso omiso y seguir adelante. En segundo lugar deben "elegir" la manera en que van a morir, esto ocurre cuando en el sótano de la cabaña, los universitarios se ven expuestos a diferentes objetos que activan diferentes tipos de monstruos o entidades que eventualmente irán detrás de ellos.
El guión está escrito por Joss Whedon y Drew Goddard, aquellos de la serie televisiva Buffy Cazavampiros.
La película se vio envuelta en un sinfín de problemas para ser estrenada cuando ya estaba preparada para lanzarla al mercado. Resulta que, tras la quiebra de la productora (MGM), alguien debió meterla en un cajón y como si se hubiera ido al limbo, hasta que Lionsgate la adquirió y comenzó su distribución en salas comerciales tres años después del fin del rodaje.
Habrá gente que, sin duda, quedaría decepcionada por el film, vendido como una película de terror, con abundancia de sangre y otros estereotipos del género, pero es que la película, ni da miedo, ni la sangre chorrea por la pantalla.
Y es que, en realidad, estamos ante un film que se mueve entre el homenaje y la sátira a las películas de género de terror y también, en cierta modo, a las de aventuras fantásticas, tan en boga durante los últimos años, tipo Los juegos del hambre y similares.
Una sátira muy inteligente, pero que no acaba de encontrar el punto sublime que hubiera convertido a este film en un clásico, al menos en una película de culto, es como si no hubieran sabido encontrar el acabado adecuado a una idea original, que ha sabido encontrar un camino diferente moviéndose y, en cierto modo, mofándose con soltura de los tópicos y de los juegos ventajistas con los que los guiones de este tipo de films nos llevan por el camino que quieren.
Aún así, un producto bastante digno, y que merece la pena verse, teniendo siempre presente que se trata de una vuelta de tuerca, mas que de un film que siga los cánones del género.
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