miércoles, 13 de noviembre de 2024

FRESA Y CHOCOLATE

 


David (Vladimir Cruz) es un comunista convencido que estudia en la Universidad de La Habana. Diego (Jorge Perugorría) es un artista homosexual acosado por la homofobia del régimen castrista. A pesar de las abismales diferencias que los separan, entre ellos surge una profunda amistad.


Junto a comentarios elogiosos, he leído alguna crítica acerada contra esta película porque ataca al socialismo, a la revolución y al régimen castrista. Supongo que será de algún acérrimo a estas ideologías que no acepta muy bien las críticas. 
Por si alguno no lo sabe, Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, realizadores del film y Senel Paz, guionista del mismo, en uno de cuyos relatos se apoya la historia, son cubanos y hablan de lo que saben, de lo cercano, de su país, que es lo que mejor conocen y la mejor manera de que su trabajo salga bien, porque cuando hablas de lo lejano y desconocido, tienes más papeletas para hacer un mal producto. 
Así que igual que Brokeback Mountain, por ejemplo, aborda el asunto de la homosexualidad en EE.UU. y habla de las obstáculos, incluso las desgracias, que han de soportar los homosexuales en ese país porque sus autores son norteamericanos; este film lo centra en Cuba, porque sus autores son cubanos, ni más, ni menos. Ver más allá es querer rizar el rizo y eso de que en otros sitios del planeta ocurría lo mismo en los años setenta, siendo cierto a medias, pues en ningún país occidental estaban los gays para tirar cohetes en los años 70, no quita para que en Cuba las cosas fueran, más o menos, como las cuenta la película. 
En la parte positiva, hay que señalar que, habiendo aportaciones económicas de España y México, la película está producida por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).


La película navega entre algún momento dramático, duro incluso y un cierto tono de comedia y, sin renunciar a su mensaje reivindicativo, es un grito que clama libertad, pero, sobre todo, comprensión. Hasta que no conoces al otro, debes abstenerte de criticarlo y, desde luego, mucho menos en plan fanático y sectario. Cuando David conoce a Diego de verdad, descubre a la persona y ello le lleva, en primer lugar, al respeto y en algunas cosas, incluso a la admiración.




martes, 12 de noviembre de 2024

CREACIÓN

 

Ciego, frágil, muy viejo y bastante harto de oír que en el Odeón de Atenas se aplaude la versión de la historia de Heródoto, Ciro Spitama decide dictarle su propia historia a su sobrino Demócrito. Estamos en el año 445 a. C. 
Amigo de reyes, filósofos, emperadores, generales y sabios; compañero de escuela de Jerjes, empleador de Sócrates, llegó a conversar con Confucio, al que le unió algún tipo de amistad. Nieto de Zoroastro, en cuya muerte estuvo presente y escuchó sus últimas palabras. La temprana muerte del padre persa de Spitama lleva al joven muchacho y a su madre griega a buscar el cobijo de la corte persa en Susa. Durante una cacería, un jabalí ataca a Ciro y Jerjes, que es su contemporáneo, le salva la vida. A partir de entonces serán, en algunos aspectos, casi como hermanos. El rey Darío le encargará que viaje a la India y en sus viajes, acabará llegando a China. 
Es una novela larga y su protagonista es un buscador de la verdad que vive en una época que le permite conocer a grandes personajes de la historia. No cabe duda que resulta interesante, como lo es en sí misma la prosa de Gore Vidal, pero quizá las largas charlas filosóficas y morales y las elipsis a que acude algunas veces («El viaje de Lu a Magadha por la ruta de la seda duró casi un año. La mayor parte del tiempo estuve enfermo» o «Ya no recuerdo, con ningún detalle, la ruta exacta que tomamos...», por ejemplo), hacen que durante algunos pasajes, el atractivo por la misma decaiga y le falte algo de ese encanto de algunas novelas históricas que nos sumergen en detalles, incluso aunque sean cotidianos. 




viernes, 8 de noviembre de 2024

LA MUERTE DE UN BURÓCRATA

 


Un trabajador ejemplar que se dedicaba a hacer esculturas, es enterrado con su carnet laboral en reconocimiento a sus méritos, pero su viuda no puede cobrar la pensión sin ese documento. El sobrino del difunto vive alucinantes aventuras para recuperar el carnet de la tumba de su tío.


Sátira corrosiva y cargada de humor negro alrededor de ese mal que todos hemos sufrido alguna vez en cualquier sociedad del mundo moderno: La burocracia. 
Tomás Gutiérrez Alea dedica la película a varios personajes de la cinematografía de todos los tiempos, desde Buñuel a Marilyn Monroe, pasando por Bergman, Welles, Keaton o Kurosawa, entre otros y "a todos aquellos que de una manera u otra han intervenido en la industria del cine desde Lumière hasta nuestros días". Y no está de más recordarlo, porque el film tiene guiños que nos recuerdan a algunas películas, realizadores o intérpretes de películas que el aficionado enseguida identificará al ver ciertas escenas.


A mí se me antoja que una película como esta, salvando las distancias, podría haber sido perfectamente firmada por Berlanga, por ejemplo, con esos diálogos que, en ocasiones rayan lo absurdo, las escenas corales o la historia que, poco a poco, se va retorciendo, pero todo ello salpicado de humor. 
Situaciones en las que, si no en todas, en alguna de ellas, veremos reflejados momentos vividos por nosotros mismos o por alguien cercano: La falta de un certificado, de un sello o una firma y ese peloteo de uno a otro lado, de una ventanilla a otra que nos lleva a callejones sin salida, hasta que, ¡mira tú por dónde!, se resuelve como por milagro cuando algún conocido que tiene poder o influencia en el sistema, interviene en el asunto.




jueves, 7 de noviembre de 2024

MEMORIAS DEL SUBDESARROLLO

 


Sergio Carmona Mendoyo (Sergio Corrieri ) es un burgués que decide quedarse en Cuba tras el fracasado desembarco de Bahía Cochinos, mientras toda su familia, como otras tantas cientos de personas, abandona el país. Sergio buscará un sentido a su vida escribiendo sus memorias, y la Revolución se convierte en un reto: tratará de comprenderla y hallar una coherencia dentro de su sistema de valores.


Basada en la novela homónima del escritor e intelectual cubano Edmundo Desnoes (Juan Edmundo Pérez Desnoes), el guion lo firman él mismo y el realizador del film Tomás Gutiérrez Alea. El libro presenta una serie de ideas, reflexiones y representaciones del proceso revolucionario cubano desde la voz de un narrador perteneciente a la burguesía en descomposición. La ambigüedad y el carácter irónico de la novela hacen que pueda ser leída a la vez como un juicio crítico sobre la burguesía decadente o como una crítica a los elementos opresivos de la Revolución.

                             

Gutiérrez Alea parece dar una de cal y otra de arena, es decir, reparte críticas, seguramente más explícitas contra el capitalismo y más crípticas a la hora de hablar de régimen cubano, en una película calificada en su momento como sofisticada y enigmática.




miércoles, 6 de noviembre de 2024

EL NORTE

 


Tras una masacre en un pueblo de Guatemala habitado por campesinos mayas, a manos de las tropas del ejército, Rosa (Zaide Silvia Gutiérrez) y Enrique (David Villalpando), dos jóvenes hermanos, logran sobrevivir y deciden huir al Norte, a los Estados Unidos. Tras recibir ayuda económica de su madrina y consejos de un inmigrante veterano, emprenden el viaje cruzando México en autobús hasta llegar a Los Ángeles. Allí empiezan su vida como inmigrantes jóvenes, ilegales y sin ninguna cualificación.


Realizada por Gregory Nava, ciudadano norteamericano de ascendencia mexicana, está ambientada en la época de la dictadura de José Efraín Ríos Montt, condenado en 2013 a 80 años de prisión por delitos de genocidio cometidos contra el pueblo ixil cuando gobernó entre 1982 y 1983, con la excusa de que colaboraba con las guerrillas comunistas. En la sentencia se consideró probado que los militares a su mando habían asesinado a 1771 ixiles, además de haber violado sistemáticamente a las mujeres y niñas de esta etnia, muchas de ellas convertidas en esclavas sexuales de sus soldados. Apenas diez días después, la sentencia fue anulada y Ríos Montt falleció, cinco años después, en libertad. 
El film se estructura en tres partes. La primera, discurre en Guatemala, donde observamos las costumbres de la población maya, su vida en comunidad, los difíciles y agotadores trabajos en el campo recogiendo granos de café, bajo la rígida vigilancia de supervisores, que les conminan a trabajar sin tregua bajo amenazas, al tiempo que sufren el genocidio practicado por tropas del gobierno. Gregory Nava nos muestra una cultura alegre, de colores intensos que lucen en las casas o en sus vestimentas, personas de intensa espiritualidad, que conservan su propio idioma y cierran filas en torno a los suyos. 
La segunda parte transcurre en México, para ofrecernos un país totalmente empobrecido, sin rumbo, donde se lucha por la supervivencia diaria. De ello es reflejo la ciudad fronteriza de Tijuana, como un lugar de paso abarrotada de personas, viviendo en condiciones precarias, que buscan atravesar la frontera, donde campean la astucia, la picaresca más canalla y la delincuencia especialmente abyecta, ya que se practica frente al que ya no tiene nada. El tono colorista y de realismo mágico de la primera parte desaparece en las dos últimas, emergiendo únicamente en ciertos momentos de ensoñaciones de la pareja protagonista. 
En la última fase del film nos encontramos ya en la California de los emigrantes hispanos, en sus casas de los suburbios, siendo explotados en fábricas textiles, restaurantes, como empleados de hogar de los blancos. Norteamérica los necesita como mano de obra barata, pero no los quiere; los devuelve al otro lado de la frontera si los encuentra sin papeles, pero no pone obstáculos para que aprendan el idioma ofreciéndoles escuelas donde lo enseñan gratuitamente, o para que desempeñen trabajos mal pagados y sin derechos sociales. Una actitud hipócrita donde las haya, ya que en ocasiones es ejercida por descendientes de irlandeses, italianos, alemanes y otros, otrora inmigrantes también que, en su momento, viajaron a América, legal o ilegalmente, en búsqueda de una tierra próspera y una vida mejor.


Es lamentable que, después de más de cuarenta años del estreno de la película, el asunto central de la misma, siga de plena actualidad, con las políticas opuestas a la inmigración de algunos países en plena ebullición y partidos políticos que las llevan en su programa triunfando en muchos de ellos. Estamos hablando de un drama social muy crudo, más aun cuando muchos de los que se ven impelidos a abandonar sus países lo hacen por razones que trascienden lo económico (ya de por sí triste), y lo hacen para salvar sus propias vidas porque en ellos se ven sometidos a auténticas cacerías humanas por razones de raza, credo o pertenencia a determinado colectivo social, cuando no huyendo de cruentas guerras, y arrostrando el peligro de verse en manos de las mafias que trafican con personas, mientras los países llamados desarrollados se pierden en debates, en lugar de convertirse en verdaderos lugares de acogida. Un film que va más allá de un guion interesante y llamativo, para acercarnos el drama de aquellos que no son libres en ningún lugar. Como dice uno de los protagonistas: “…tal vez sólo muertos encontremos un lugarcito…”




martes, 5 de noviembre de 2024

PADRE PADRONE (PADRE PATRÓN)

 


Gavino Ledda (Saverio Marconi de adulto y Fabrizio Forte de niño), se verá privado de adquirir una educación ante la negativa de su autoritario para que asista a escuela, con el argumento de que debe ayudarle a cuidar su ganado, incluso le impedirá tener amigos.


El guion se basa en el libro autográfico del propio Gavino Ledda, pastor inculto y analfabeto que, tras una dura infancia en la montaña de Cerdeña, durante la que su padre llega incluso a sacarle de la escuela, a la que llevaba pocos días asistiendo, logra llegar a ser profesor de lingüística y a narrar sus experiencias vitales en una novela. 
El film obtuvo la palma de Oro del Festival de Cannes de 1977.


La película no se detiene en el paisaje hermosos de Cerdeña, no importa la acción, los realizadores se sirven del cine como un medio de conocimiento de la realidad. 
Un film que tiene vocación didáctica, cuyas enseñanzas nos llegan de manera llana, directa, áspera, tosca y brutal, pero accesible para todos los espectadores. Todo ello lleva a una reflexión moral tras el esfuerzo de los hermanos Taviani por entender, sin entretenerse en explicar, porqué los personajes son como son y actúan como actúan y las circunstancias sociales, religiosas, culturales, incluso atávicas, que les empujan a ello.




lunes, 4 de noviembre de 2024

LA NOCHE DE SAN LORENZO

 


La noche del 10 de agosto de 1944, día de San Lorenzo, la mitad de los vecinos de un pueblo toscano han huido ante la inminente destrucción de unas cuantas casas minadas por los alemanes, en la esperanza de llegar a las líneas del ejército americano que se hallan próximas. La otra mitad, se ha reunido en la catedral siguiendo las órdenes de las autoridades alemanas.


Con guion de los realizadores, Paolo y Vittorio Taviani, en el que también colaboraron Giuliano G. de Negri y el gran Tonino Guerra, el film se ambienta en la campiña toscana al final de la Segunda Guerra Mundial y, en cierto modo, evoca recuerdos de la infancia de los hermanos Taviani, cuyo pueblo, San Miniato, sufrió el bombardeo cruzado de los ejércitos alemán y estadounidense. En el film también queda patente el enfrentamiento entre partisanos y fascistas.


Un relato que tiene algo de épico aunque no exento de poética, con elementos tomados del neorrealismo italiano y escenas que reúnen la perfección estética, con la intensidad emocional que genera la representación abrupta de la guerra y la calidez inconmensurable que caracteriza las relaciones humanas. 
Los Taviani demuestran la capacidad para impactarnos con la brutalidad con que nos acercan los acontecimientos de la guerra.




viernes, 1 de noviembre de 2024

EL ÁRBOL, EL ALCALDE Y LA MEDIATECA

 


El alcalde socialista de un pequeño pueblo quiere construir un gran complejo deportivo-cultural en unos terrenos cercanos al pueblo. Con ayuda de sus contactos en París consigue el dinero. Aunque todo parece seguir su cauce normal, comienzan a surgir infinidad de pequeños problemas, algunos que están disconformes con la obra y cuestiones políticas que ponen en peligro el proyecto.


Cargado de fina ironía, Éric Rohmer expone en esta película algunas reflexiones sobre la profesión periodística y lo que tienen que aguantar de los manejos de sus editores; sobre el ecologismo y algunos de sus manejos cuando se mezclan con la política o la búsqueda de poder; o sobre los partidos políticos y sus manipulaciones.


Aunque puede considerarse un film excéntrico dentro de la filmografía de su autor, algunas de sus constantes permanecen invariables: los extensos diálogos (algunos deliciosos y profundos, como el del alcalde y la hija del maestro, una niña de 10 años que le pone los pies en la tierra y podríamos decir que le canta las verdades); las preciosas imágenes que nos sirven para reflexionar entre discurso y discurso y, sobre todo, la presencia de la casualidad como elemento decisivo en algunas de las cosas que ocurren en la historia. 
La política vista a través del peculiar prisma del maestro francés.