Un hombre viaja hasta Nueva Orleans para tratar de encontrar a su antigua amada y la encuentra en un burdel convertida en amante de una madame lesbiana.
El guión adapta la novela "Walk on the Wild Side", de Nelson Algren. Con unos magnéticos títulos de crédito del gran Saul Bass y música de Elmer Bernstein (el tema principal de la película estuvo nominado al Oscar), Edward Dmytryk dirige a un elenco, sobre todo femenino, de nombres míticos del cine (Capucine, Jane Fonda, Anne Baxter, Barbara Stanwyck...).
Ya los créditos iniciales contienen toda una sinopsis de lo que vamos a ver en pantalla: Una gata negra se desplaza ante la cámara con movimientos sensuales, hasta encontrar a otra gata, blanca esta vez, con la que se pelea.
Contienda despiadada por el amor de una mujer entre su antiguo novio y su actual amante interpretada por Barbara Stanwyck, una mujer despiadada que hará cualquier cosa por mantener a su amada a su lado.
El público actual apenas comprenderá, si no es poniéndose en el momento, cómo esta película, alejada de las situaciones morbosas, pudo levantar escándalo en aquel lejano 1962, en que el cine de Hollywood aún vivía los años postreros del Código Hays (abandonado en 1967).
Edward Dmytryk sortea con habilidad aquello que pudiera ponerle en contra de la censura, en este film ambientado en los años de la Gran Depresión, en el que Jane Fonda, con su pequeño papel, apunta la sex-simbol que llegaría a ser en los años inmediatamente posteriores.
Un melodrama en el que quizá, la puesta en escena se impone a la propia historia narrada.
Hola Trecce!
ResponderEliminarMagnifica. Había que hilar muy fino para afrontar una historia como esta. Una película a reivindicar.
Saludos y buen finde!
La película sugiere tanto que no quedan dudas aunque nada se exprese abiertamente.
EliminarImagino que el título de la canción de Lou Reed debe de estar inspirado en esta película.
ResponderEliminarLa época actual del cine no me parece más permisiva, con tanta cultura de la cancelación. Y esa tendencia a ofenderse por todo.
ResponderEliminarLa premisa es muy interesante, provocativa. Al comenzar a leer, supuse que la gran Barbara Stanwych sería la madame, no la chica disputada, lo que se confirmó al seguir leyendo.
Que odioso ese Código, como el Código que limitaba a las historietas.
Interesante reseña. Saludos.
Creo haber leído en algún sitio que fue la última película de Stanwych.
EliminarUn tema interesantísimo y escandaloso también. Hay que tratar de verlo
ResponderEliminarPara la época lo fue, sin duda.
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