jueves, 26 de enero de 2023

EN EL VALLE DE ELAH

 


Hank Deerfield (Tommy Lee Jones), un veterano del ejército, investiga la desaparición de su hijo Mike, el cual, tras regresar de Irak, inexplicablemente, no ha regresado a su base tras un permiso oficial. Con la ayuda de la detective Emily Sanders (Charlize Theron) irá reviviendo las experiencias del muchacho en Irak, pero las autoridades militares no dejan de poner trabas a su investigación.


Basada en un artículo de Mark Boal publicado en la revista Playboy, titulado "Muerte y Deshonor", sobre la historia del soldado Richard Davis que, tras regresar de Irak y ser destinado al Fuerte Benning, en Georgia, desaparece. Su padre, que había servido veinte años en el ejército, inició una investigación que le llevó a descubrir que su hijo había sido asesinado por cuatro soldados, compañeros de él en Irak. Paul Haggis, guionista de películas como Million Dollar Baby, Banderas de nuestros padres o Cartas desde Iwo Jima y realizador de este film, escribió el guión combinándolo con otra historia.


A los americanos, como tantas veces ocurre en el cine del Hollywood moderno, les dio por lavar trapos sucios de su intervención en Irak por culpa de aquellas armas de destrucción masiva que nunca hallaron. Quiero decir que era un asunto trillado, no porque este tipo de films esté de más, sino porque fueron unos cuantos con la misma temática y en relativamente corto espacio de tiempo. Así que el afamado guionista Paul Haggis, en este su segundo largometraje como realizador, eligió el camino de los llamados daños colaterales. La guerra la vemos mediante difusas imágenes rescatadas del móvil dañado del soldado muerto, lo demás, el eje del film, son las consecuencias que deja para algunos, en este caso, para las familias y los soldados que regresan después de haber cometido barbaridades y de verse investidos de un poder cuasi omnímodo sobre la vida y la muerte de otras personas, algo que va a marcar el carácter de algunos de ellos para el resto de sus vidas, incapaces de retomar una vida, digamos, normal. 
Hay otro aspecto que queda muy bien reflejado en la película: el cambio en los conceptos de la guerra y, sobre todo, del ejército, que ya no es lo que Hank había conocido en sus años de servicio. Cuando la detective le hace partícipe de las sospechas de que sus propios compañeros pudieron asesinar a su hijo, él se niega a creerlo imbuído de la premisa de que hombres que han compartido peligros, incomodidades y vida cotidiana en el frente, adquieren un grado de camaradería que hace imposible que se hagan daño unos a otros. ¡Pobre ingenuo!, este ejército no tiene nada que ver con el que conociste. Así que un tipo, al que podemos definir a grandes rasgos como el típico norteamericano con rasgos fundamentalistas, con la Biblia como libro de cabecera y cuyos valores son la bandera y, sobre todo, el ejército, que está convencido de que aquellos muchachos fueron a Irak a llevar la democracia (si no fuera trágico, daría risa), se da de bruces con la realidad hasta llegar a darse cuenta de en qué se ha convertido aquel mundo en el que creía. Significativa la percepción que tiene de la bandera izada al revés al principio y al final de la película. 
Un film en el que este fondo, tiene tanta o más importancia que la forma, aparentemente, la investigación de un asesinato.




6 comentarios:

  1. Aunque suene cínico decirlo, las guerras de Vietnam o de Irak (con todas las vidas humanas que se cobraron) sólo han servido para que se hagan grandes películas sobre sus efectos.

    ResponderEliminar
  2. Hola Trecce!
    Me parece una película magnifica. Creo que la pareja protagonista fue todo un acierto, Theron esta genial y Jones me fascina con esa sequedad y disciplina diaria.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Haggis demuestra que es muy buen director, no solo un excelente guionista.

    ResponderEliminar