Isabelle (Marine Vacth), una hermosa joven de 17 años que pertenece a una familia de clase alta de París, parece tener el mundo a sus pies. Pero tras un verano en el que la pérdida de la virginidad le resulta decepcionante, un viaje de autodescubrimiento sexual la embarcará a partir del otoño en una doble vida: estudiante de día y prostituta de lujo por las tardes.
La joven Isabelle, menor de edad aún, contacta a través de su página web y de mensajes en su móvil con clientes maduros y llega a sentir cierto afecto por uno de ellos, George (Johan Leysen), prácticamente un anciano, casado y que tiene una hija bastante mayor que la propia Isabelle. Cuando Georges muere de un infarto mientras practicaba sexo con Isabelle en un hotel, ella huye pero la policía investiga y la identifica, poniéndolo en conocimiento de su madre la doble vida que lleva su hija, lo que supone un tremendo shock para la madre y, en cierto modo, una situación perturbadora para la tranquilidad familiar.
La película reflexiona sobre las actitudes de cierta juventud, acomodada, sin necesidad económicas perentorias y con una vida aparentemente resuelta. Isabelle lo tiene todo: una familia con madre divorciada y un nuevo compañero que le da estabilidad, sin conflictos aparentes con el padre, que pasa su pensión puntualmente y le hace regalos a su hija en Navidad y en su cumpleaños y que, a su vez ha rehecho su vida en un nuevo matrimonio; un hermano con el que se lleva bien en lo que cabe; estudia en un centro de élite... ¿Por qué ha llegado a donde ha llegado?, seguramente ni ella lo sabe: ¿Morbo?, ¿nuevos retos?, ¿afán de aventuras?...
Sin profundizar en consideraciones morales, simplemente exponiendo hechos que se nos antojan creíbles, de manera sencilla y cercana, François Ozon abunda en algunos de los temas y situaciones que se han vuelto constantes en su cine y deja que sea el espectador quien saque consecuencias o halle motivos, si es que los hubiere o, en todo caso, que nos quedemos como la madre de Isabelle preguntándonos ¿por qué?, sin saber dar una respuesta consecuente.