THE FALLOUT

 

Vada Cavell (Jenna Ortega) es una adolescente que trata de superar los efectos secundarios que sufre tras vivir una tragedia en su instituto. Tras esta experiencia, la relación con su familia y sus amigos, así como su forma de ver el mundo, cambiarán para siempre.

Debut en la realización de la joven actriz y cantante canadiense Megan Park, autora también del guión del film.

El argumento gira en torno a una de esas tragedias que de forma recurrente asolan a la sociedad estadounidense, un tiroteo con víctimas en un centro escolar, siempre de actualidad, también, por desgracia, en estos días.

El asunto puede hacer que la narración se incline hacia el melodrama al menor descuido, son historias proclives a ello, sin embargo, Megan Park se centra en las reacciones de los supervivientes y las consecuencias traumáticas que los hechos tienen para ellos, con lo cual consigue alejarse, por un lado, de esa tendencia al melodrama a que anima la historia y, por otro, de los típicos relatos de jóvenes en las high school estadounidenses. Las escenas sangrientas quedan fuera de campo, asistimos a ellas a través de las detonaciones de los disparos y las reacciones de pánico de los protagonistas, cuyas vidas quedarán señaladas para siempre por los trágicos acontecimientos. Las dos protagonistas femeninas, a pesar de sus aparentemente distintas formas de ser, formarán un vínculo que las sirve a la vez de refugio, ellas dos son las únicas que pueden comprenderse mutuamente porque sus experiencias han sido idénticas, pasarán de buscas la evasión en el alcohol y las drogas blandas, incluso en el sexo, que las ayuden a evadirse, para llegar a admitir la realidad de los hechos, su complicada situación que pasa también por una cierta falta de empatía con las víctimas que las lleva a sentirse en cierto modo culpables y a preguntarse por qué ellas sobrevivieron mientras otros morían. Situaciones todas ellas que las descolocan, las sacan de su diaria rutina y complican y distorsionan sus relaciones familiares y sociales. Vada, a instancias de sus padres, contará con la ayuda de una psicóloga que la ayudará a ir aceptando la realidad, pero el mensaje final de la película es realista, no nos engañemos, aquel trauma convivirá con ella de por vida.