Julian Winston (Walter Matthau) es un soltero cuarentón que va por la vida de seductor. Su última amante es la caprichosa e infantil Tonie Simons (Goldie Hawn), a la que hace creer que está casado y tiene tres hijos, es decir, que no es libre para casarse con ella. Julian es dentista y tiene una enfermera-recepcionista sueca llamada Stephanie Dickinson (Ingrid Bergman), que lleva diez años desviviéndose por él. Toni está a punto de suicidarse por amor y entonces, Julian decide dar el paso de pedirle matrimonio, inventando que su mujer le ha pedido el divorcio, pero cuando Toni insiste en conocer a su esposa, Julian le pide a Stephanie que se haga pasar por ella.
El guión se basa en una obra teatral de Abe Burrows, inspirada a su vez en otra del mismo título de los franceses Pierre Barillet y Jean-Pierre Gredy. el elenco de la obra de Broadway incluía nombres tan conocidos como Lauren Bacall o Brenda Vaccaro y fue representada durante dos años y nueve meses antes de trasladarse a otros teatros.
Por su interpretación,Goldie Hawn obtuvo el Oscar a la mejor actriz de reparto.
Leo en algunas críticas especializadas que está bastante mal dirigida. No voy a entrar en ello, pues mis pobres conocimientos cinematográficos no dan para tanto, sí que me ha parecido que no aprovecha bien las posibilidades que ofrece una película respecto al teatro, ya que conserva muchas de las maneras teatrales del original.
Es cierto que gran parte del mérito del film tiene como responsables a los tres grandes intérpretes que encabezan el reparto, Matthau es un actorazo y su presencia, su dominio de la gestualidad, ya te provoca la sonrisa. Encantadora Goldie Hawn, presentada como debutante en un film, aunque con anterioridad ya había tenido un papel en Una banda loca, loca, acreditada como Goldie Jeanne. Por último, resulta muy curioso ver a Ingrid Bergman en una comedia, su personaje, que responde al título de la película, desarrolla una forma de ser y un humor muy particular, como ese cactus cuyas espinas te impiden acercarte a él, pero que de vez en cuando florece, así es Stephanie Dickinson y ella la interpreta muy bien.
Aunque el final resulta de lo más previsible ya desde el principio, con lo que la posible sorpresa a que conduzcan los enredos, desaparece por completo, es un film divertido, con algunos ingeniosos diálogos y, además, con el tiempo, ha ganado algo como retrato de una época, vemos los bailes, el vestuario, la tienda donde se venden los vinilos en la que trabaja Tonie o la manera de comportarse en sociedad llevados a la pantalla de una forma tan natural y espontánea que sería difícil de emular en un film hecho ahora y ambientado en aquella época.
Vaya: no sabía que Goldie Hawn hubiese comenzado su carrera tan joven y además obteniendo un Óscar por su papel.
ResponderEliminarEstá realmente encantadora en la película.
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