Joe 'Deke' Deacon (Denzel Washington), un antiguo agente de homicidios de la ciudad de Los Ángeles, al que persiguen los fantasmas del pasado por un caso no cerrado, ha regresado a esa ciudad, ahora como ayudante del sheriff del condado de Kern, California, para lo que debería ser una tarea rápida de recopilación de pruebas. Pero poco a poco, se irá involucrando en el caso que investiga Jim Baxter (Rami Malek), un policía con buena reputación que está detrás de un asesino en serie de mujeres.
Jim y Joe, después de un comienzo áspero, formarán equipo para intentar encontrar al asesino. El olfato de Deke para las "pequeñas cosas" resulta inquietantemente preciso, pero su voluntad de eludir las reglas plantea a Baxter en un dilema desgarrador. Mientras tanto, Deke debe luchar contra el oscuro secreto de su pasado.
Thriller policíaco con tintes psicológicos que entretiene gracias a la parte de investigación y a unas correctas actuaciones. Sin embargo, su pobre montaje y sus problemas de guion hacen que no destaque demasiado.
En su descargo hay que señalar que John Lee Hancock, también realizador del film, escribió el guion de esta cinta hace casi treinta años, precisamente en la época donde se desarrolla la acción, justo después de haber terminado su trabajo en la película de Clint Eastwood Un mundo perfecto y quizá en aquel momento la película habría tenido más relevancia de la que puede conseguir ahora en que ya hemos visto otros films de este tipo.
La película arranca bien, pero enseguida, a partir de la llegada de Deke a Los Ángeles, le da a uno la sensación de que aquello no acaba de funcionar.
Es innegable que uno de los atractivos de la película son sus intérpretes, pero Denzel Washington está desaprovechado (a mi juicio, claro), Rami Malek en muchos momentos se mueve como un autómata y parece que es él el malo de la película y sólo Jared Leto es capaz de brillar algo.
La intriga y la incertidumbre por el desarrollo de la investigación la convierten en un producto entretenido, pero que se queda en una especie de quiero y no puedo que acaba haciendo bluf a pesar de un final con cierta originalidad.
He llegado a pensar que el hecho de que se haya rodado treinta años después de escrito, puede ser porque el guión estaba en el cajón de algún productor que esperaba el momento en que no tuviera nada mejor entre manos.
Hola.
ResponderEliminarEs una peli que me apetece mcuho, aunque después de leerte, no sé yo.
Feliz miércoles.
Tampoco me hagas demasiado caso.
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