Seis policías antidisturbios ejecutan un desahucio en el centro de Madrid. Lo que en principio es una intervención rutinaria, se complica hasta el punto de que un hombre acaba muriendo. Un equipo de Asuntos Internos se encarga de investigar los hechos y los seis policías antidisturbios son acusados de homicidio involuntario. Los miembros del grupo intentan encontrar una salida por su cuenta, lo que acaba complicando aún más la situación y provoca una fractura entre ellos. Laia Urquijo (Vicky Luengo), una de las oficiales de Asuntos Internos, se obsesiona con el caso y acaba descubriendo que detrás del desafortunado desalojo hay una historia mucho más grande de lo que jamás hubiera imaginado.
Es una miniserie española de seis episodios, distribuida por Movistar.
Con gran éxito de público y crítica, Rodrigo Sorogoyen nos acerca esta producción magníficamente realizada y con unas buenas interpretaciones que fue objeto de una polémica que no acabo de entender por parte de algunos sindicatos policiales que la tachaban de alejarse de la realidad de lo que es el trabajo de sus compañeros.
Realmente la serie no está centrada en la policía y sus cometidos, sino que, a mi modo de ver es una reflexión sobre la corrupción en línea con otros trabajos del madrileño (Que Dios nos perdone y, sobre todo, El Reino), mezclando con habilidad thriller, crítica social, aspectos de la actualidad y un buen retrato de comportamientos humanos a través de los personajes. En cuanto a los policías, los humaniza bastante, dibujando estereotipos que le sirven para desarrollar relatos personales sobre la vida de cualquier persona normal, con sus sueños, dificultades y problemas.
Con un buen ritmo narrativo, los episodios están rodados conforme a los cánones cinematográficos, de manera que más se asemeja a una película de cinco horas que a una serie televisiva.
Junto a su colaboradora habitual, Isabel Peña, el guión desarrolla un relato atractivo, con giros muy conseguidos y una puesta en escena cuidada y detallista para conseguir un producto que se ve con agrado y en el que te quedas atrapado desde el inicio, sabiendo llevar muy bien al espectador por una senda de intriga progresiva y con unos personajes bien construídos, huyendo de sentencias morales y haciendo un buen retrato de personajes que nos resultan reales, cercanos y reconocibles, muchas veces víctimas de situaciones externas por las que se ven desbordados.
Que tal Trecce!
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo con tu reseña. Esa presentación del personaje al que da vida Vicky Luengo en la partida de trivial es muy buena, el reparto desde luego lo borda. Hace tiempo que se viene demostrando que el nivel de producción en España nada tiene que envidiar al resto de paises, ojala éxitos como este animen a invertir mas en nuestra producción.
Saludos!
Estoy muy de acuerdo contigo, Fran. La escena inicial ha sido unánimemente alabada por la brillante forma en que queda presentado el personaje en una sola secuencia.
EliminarEn cuanto a la producción, me uno a lo que dices, nada que envidiar a las producciones de otros países y se nota, vaya si se nota.
La estoy viendo, y la verdad es que me sorprende la calidad. Creo que representa muy bien lo que puede venir, o lo que ya está aquí: la relación cine-tv-streaming. Es decir, productos que bien pueden ser vistos en cualquier plataforma, con la calidad del cine que se estaba haciendo en Europa, en los festivales. Y no solo por el formato, sino también por la dirección, por la interpretación, y, en general, por la puesta en escena.
ResponderEliminarMe ocurrió algo parecido. No suelo ver series de televisión, pero ante las favorables opiniones de personas fiables para mí, me decidí a verla y también me sorprendió gratamente.
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