viernes, 3 de julio de 2020

EL PLAN



Tres amigos, Paco (Antonio de la Torre), Ramón (Chema del Barco) y Enrique Andrade (Raúl Arévalo), que han sido despedidos de la empresa donde trabajaban, están desmoralizados por su situación de desempleo. En estas circunstancias, cuando por fin se reúnen para emprender el plan que menciona el título, un contratiempo les impide salir de casa: el automóvil de Andrade, con el que viajarían, se ha averiado y deben esperar a la grúa. 
Mientras buscan otra manera de llegar a su destino, se ven envueltos en una serie de incómodas discusiones.


El guión adapta la obra teatral del mismo título de Ignasi Vidal, estrenada en 2015 en la sala madrileña La Pensión de las Pulgas


Tres actores en una comedia bastante negra, con un giro dramático al final y un aire teatral que no menoscaba el valor de un film que refleja problemas cotidianos de unos personajes de mediana edad, fracasados y con un futuro nada halagüeño. 
Polo Menárguez ya había hecho una incursión en su anterior película ("Dos amigos") en este tipo de planteamientos que lo basan todo en los personajes y sus diálogos trepidantes e ingeniosos. El film resulta muy entretenido y sus situaciones absolutamente creíbles, en buena medida (o en toda), merced a la espléndida labor de los actores que nos ofrecen un trabajo de gran mérito y unas interpretaciones que nos acercan al cine de calidad, en este caso, español. 
El realizador madrileño había visto la función teatral el último día que se representó en la capital y supo que quería llevarla a la pantalla y hacerlo con Chema del Barco en el mismo papel que representa en las tablas. La película, gracias a esa estructura teatral, a contar solo con tres actores y, salvo dos o tres escenas puntuales, en el interior de un piso, se rodó en orden cronológico, algo totalmente infrecuente en el cine y que, según relata el propio Menárguez contribuyó a crear energía en el set y a que el trabajo del equipo fuera mejorando de día en día, hasta alcanzar la emoción y tensión que requería la escena final. 
Un buen trabajo para 79 minutos de película, el tiempo adecuado para que no decaiga el interés y lograr un producto de visionado recomendable.




2 comentarios:

  1. Generalmente las obras de teatro pasadas al cine suelen resultar bien. Me ha llamado la atención. Voy a ello. Gracias.

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