En este episodio continúan las intrigas y pasos revolucionarios que van a llevar a Prim al poder.
La de los tristes destinos es la reina Isabel II que al final, abandonada por casi todos, tiene que marcharse del país. La vemos en el Hotel Inglaterra de San Sebastian preparando su salida para Francia y conocemos su estado de ánimo a través de los personajes novelescos que sitúa Galdós de forma estratégica. El novelista canario hace revivir los acontecimientos que abocan a la Revolución poniendo vívidamente ante nuestros ojos la trama de conspiraciones que bulle en los últimos tiempos del reinado, la animadversión generalizada contra la camarilla que rodea a la Reina y los ambientes de los emigrados españoles en París y Londres, así como las idas y venidas de Prim y, finalmente, la batalla de Alcolea que obliga a la Reina a dejar España y da el triunfo a «la Gloriosa».
Asistimos también a los amores entre Santiago Ibero y Teresa Villaescusa, personajes ambos que han aparecido en episodios anteriores y que sirven aquí como hilo conductor de los acontecimientos al tiempo de ser la historia de fondo en la que, como de costumbre, don Benito mezcla con habilidad personajes reales y ficticios. Santiago representa el ánimo de tantos otros que habiendo participado activamente en favor de la causa liberal, acaba decepcionado, viendo que a la postre, aquello, en palabras de "Confusio" (otro de los personajes de la novela), no será más que un revoco que adecente un poco al caduco edificio patrio.
Hay una frase, que creo que pone en boca de Ramón Lágier, que resume la idea que tenía Galdós de los liberales españoles de la época y que transmite a través de sus personajes, que dice, más o menos: «Los más liberales creen en el Infierno, adoran las imágenes de palo y mandan a sus hijos a los colegios de curas...».
Galdós en este episodio, además de narrar con la exactitud que le caracteriza las embestidas de los progresistas de entonces contra la reina Isabel II, parece que está describiendo las arremetidas de los progresistas de hoy día contra la corona. Lo malo es que hoy, la ciudadanía no se entera, porque está plenamente convencida que lo que sale en la tele es artículo de fe. Y eso da alas precisamente a los que tratan de imponernos un régimen bolivariano.
ResponderEliminarYa sabes que, en ocasiones, la historia se repite.
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