Stevo (Sam Riley) y su hermano mayor Bernie (Enzo Cilenti), de ascendencia irlandesa, conducen su camioneta hacia un lugar donde se va a producir una transacción ilegal de armas organizada por Justine (Brie Larson). Stevo, que es adicto a la heroína, le cuenta a Bernie algo sobre una pelea que tuvo con otro hombre la noche anterior debido a un altercado con el primo del otro.
Cuando están en el almacén donde se va a producir el intercambio, Stevo reconoce a Harry (Jack Reynor), uno de los traficantes, como el tipo que le golpeó la noche anterior, y trata de evitarlo, pero cuando Harry lo ve les dice a todos que Stevo intentó obligar a su prima a un acto sexual y cuando ella se negó le rompió una botella en la cara, lo que provocó la reacción violenta de Harry. Frank (Michael Smiley), un miembro del IRA para el que trabajan los hermanos, lleva a Stevo a un lado y comienza a golpearlo por lo que hizo y luego le exige que se disculpe con Harry. Stevo comienza a disculparse pero luego empieza a burlarse del primo de Harry. Harry va a su auto y saca un arma, que usa para dispararle a Stevo en el hombro. Los grupos corren en direcciones opuestas y todos comienzan a sacar armas y a dispararse unos a otros.
En medio de los disparos, dos francotiradores, Jimmy (Mark Monero) y Howie (Patrick Bergin), comienzan a disparar contra los compradores, aunque nadie sabe de dónde proviene el tiroteo extra.
Historia sencilla, en cuanto que la trama no es demasiado complicada, con una operación de compraventa de armas fallida en la que todo se convierte en una ensalada de tiros. Todo ello se desarrolla en un local cerrado, con lo que tampoco aquí hay demasiadas complicaciones, aunque esto siempre es una arma de doble filo, porque tampoco ofrece demasiadas posibilidades y hay que echar mano del ingenio para que no resulte aburrido tan menguado decorado.
A partir de ahí, se supone que la brillantez del guión, los buenos diálogos y algún giro inesperado, deben dar vida a la historia si no se quiere naufragar.
Imposible no recordar la filmografía de Tarantino en general y Reservoir Dogs en particular, película de la que claramente toma referencias, hasta el punto de que alguna secuencia, sobre todo al inicio de la película, tienen estética y composición muy parecidas.
La película es entretenida sin más y pienso que lo mejor es su duración, hora y media aproximadamente, con lo que evitamos el hastío de que se estire más, porque incluso así, se ve que no da para mucho.
Esos ingredientes a que hacíamos alusión más arriba, apenas se atisban, con unos diálogos que me han resultado pobres y sin apenas giros que den interés a la trama.
Para acabar de quitarle interés, la patética mala puntería de los personajes, que no aciertan a darle a un elefante a un metro de distancia y ¡lo que se resisten algunos a morir!, claro que les han ido dando tiros en brazos y piernas y así aguantan, que se mueren más por aburrimiento que por quedarse sin sangre. Aunque quizá sea una forma de caricaturizarlos a propósito, para subrayar lo tontos que son, sobre todo alguno de ellos.
Eso sí, los personajes están bastante bien perfilados y a pesar de que son unos cuantos, todos con algún momento importante en la cinta, el espectador no se lía con quién es cada uno, sino que Ben Wheatley tiene en esto buena mano, para conducirnos a lo largo del relato sin que nos perdamos.
Siendo de acción me va; soy como un crió: mientras más tiros, puñetazos y peleas se vean, más me gustan las películas. Igual en el fondo, es que soy muy violento jajaja.
ResponderEliminarSalud Trecce.
Pues esta es una verdadera ensalada de tiros.
EliminarTambién a mí me gustan estas pelis porque evitan tener que buscarles la filosofía que pocas veces tienen.
ResponderEliminarPrecisamente lo peor es cuando trata de ponerse trascendente.
EliminarPues yo soy como Rafa, así que ahora mismo tengo muchas ganas de verla
ResponderEliminarSaludos
Pues si te gustan este tipo de films, seguro que lo disfrutarás.
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