Jean-Baptiste Grenouille (Ben Whishaw) nació en mitad de los restos de pescado de un mercado parisino, rodeado del hedor que los desechos producían y fue abandonado por su madre entre la basura. La autoridad se hizo cargo del bebé y sentenció a su madre a la horca. El chico creció en el ambiente hostil de un hospicio, nadie le quería e incluso sus compañeros intentaron asesinarle. Había algo que le hacía diferente: no tenía olor. Sin embargo, Jean-Baptiste poseía un olfato excepcional. A los 20 años, después de trabajar en una curtiduría, consigue trabajar para el perfumista Baldini (Dustin Hoffman), quien le enseña a destilar esencias. Pero él quiere atrapar otros olores: el del cristal, el cobre... pero, sobre todo, el de ciertas mujeres, pues desde que, en parte por accidente, tratando de taparle la boca para que no gritara, acabó con la vida de una mujer, preservar el aroma de ellas, antes de que se evapore, se convierte en su verdadera obsesión. A cambio de un centenar de fórmulas de nuevas fragancias con las que Baldini podría hacerse rico, éste le escribe una carta de recomendación para que pueda aprender el arte del enfleurage en la capital mundial del perfume: Grasse. Una vez allí, conseguirá su objetivo: un magnífico perfume cuyo ingrediente es la esencia de jóvenes muchachas.
Coproducción de Alemania, Francia y España, que adapta el famoso best-seller de Patrick Süskind, en el que relata la historia de un joven del siglo XVIII con un extraordinario sentido del olfato, una persona obsesionada y dominada por los olores y la sensación que éstos le producen...
Tras visitar localizaciones en 8 países diferentes para recrear el París del XVIII, al final se decidieron por Barcelona y su Barrio Gótico. Asimismo, la escena de la orgía final, se rodó en el Pueblo Español de la ciudad condal, con coreografía e intérpretes de La Fura Dels Baus.
Los entendidos coinciden en la dificultad de trasladar el libro a la pantalla, pero yo creo que la película consigue en buena parte su objetivo. Con una lograda ambientación y una adecuada banda sonora, la historia del perfumista logra atrapar al espectador y, aunque en algunos pasajes del film pueda dar la sensación de un poco lenta, lo cierto es que en general, la narración acaba consiguiendo concitar nuestra atención. Tal vez alguien pueda verse decepcionado por el final de la película, pero el film es un relato ficticio envuelto en apariencia real, no hay que dejarse llevar por la impresión de que en efecto estamos asistiendo a una historia que se desarrolla en la Francia del XVIII, sino a un relato ambientado en esa época, pero totalmente inventado y con sus buenas dosis de fantasía que se hace presente, no sólo en algunas secuencias del film, sino en ese final que hay que tomar como un símbolo.
Después de verla pensé que era difícil pensar que el actor no era también un psicópata en la vida real. Lo borda.
ResponderEliminarY eso que la película lo hace un poco más humano, como más cercano al espectador, porque en el libro resulta un personaje totalmente abominable.
EliminarLa novela me encantó. Y la película también, a pesar de su discreta acogida en el momento del estreno. Si además está rodada en mi ciudad, qué más se puede pedir. Por otra parte, la banda sonora (de Heil, Klimek y el propio Tykwer) me pareció soberbia.
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