lunes, 14 de agosto de 2017

YO PUTA (WHORE)

Rebecca Smith (Denise Richards), una atractiva estudiante universitaria, prepara su doctorado en antropología, para lo cual intenta escribir un libro sobre la prostitución, viéndose arrastrada al circulo mas exclusivo de ese mundo. La encargada de guiarla entre prostitutas y proxenetas es Adriana (Daryl Hannah), vecina del mismo portal, una actriz venida a menos que utiliza sus encantos para seducir a amantes ricos. Entre sus clientes está Pierre (Joaquim de Almeida), un atractivo y morboso "voyeur" que intentará seducir a Rebecca.
La película, dirigida por María Lidón, toma como base el best seller de la escritora uruguaya Isabel Pisano en el que entrevista a unos cuantos personajes que se mueven alrededor de este mundo de la prostitución, personas de varias nacionalidades, algunas conectadas con el ambiente de la pornografía, mujeres (y hombres también), que han llegado a vivir de su cuerpo de diversas maneras, desde la prostituta clásica que se gana la vida en la calle o en tugurios más o menos presentables, hasta aquellas otras que lo hacen porque su nivel de vida necesita complementos salariales que, de llevar un tren más discreto no necesitarían, pasando por aquellas que lo hacen sin motivo aparente, puede que por morbo o para aumentar su autoestima al verse deseadas por hombres que están dispuestos a pagar por disfrutar de su compañía y de su cuerpo.


La película pierde buena parte de la profundidad que tiene el libro, está más pendiente de lo que podríamos llamar la parte estética y se olvida de ahondar en la denuncia que queda enunciada y en buena medida en segundo plano.
Las imágenes del film están concebidas a base de planos clásicos en este tipo de películas que incluyen entrevistas, con primeros planos del entrevistado, utilizando " imágenes en "croma" como fondo y, de vez en cuando, juagando con incursiones vanguardistas que no siempre vienen a cuento.
Un film que utiliza el morbo para atraer al espectador y que se queda a medio camino entre el documental y la película, sin decantarse por ninguno y sin saber conjugar ambos. Al final, ni lo uno, ni lo otro.




2 comentarios:

  1. Bueno, podriamos calificarla de PASABLE y propia para entretenerse durante un rato aunque luego no deje ningún recuerdo de ella.

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    1. Yo diría que engañosa, desde el propio cartel, se hace creer al potencial espectador que verá algo que no va a ver.

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