Violet (Emily Browning), Klaus (Liam Aiken) y Sunny (Kara y Shelby Hoffman) son los tres hermanos Baudelaire. Violet es una gran inventora y en muchas ocasiones, su imaginación desbordante, está maquinando nuevos inventos. Nadie mejor que su inteligente hermano Klaus para probarlos, Klaus es un empedernido lector y todo lo que lee, lo recuerda. La pequeña Sunny, muerde todo lo que está a su alcance y habla un lenguaje de bebé, cuyos sonidos, solamente sus hermanos pueden entender. Los tres viven una infancia feliz con sus padres, pero un día, esta idílica existencia se verá quebrada por un misterioso incendio que destruye la casa familiar, muriendo los padres en él. Los pequeños Baudelaire se ven huérfanos de repente.
El Sr. Poe (Timothy Spall), encargado del patrimonio Baudelaire, los confía a su "pariente más cercano", el desagradable conde Olaf (Jim Carrey), que sólo está interesado en el dinero que Violet heredará cuando cumpla 18 años. Pierde la custodia de los niños después de haber intentado sin éxito deshacerse de ellos en un accidente de tren.
Poe decide envíar a los Baudelaire a vivir con su tío, el Dr. Montgomery Montgomery (Billy Connolly), un herpetólogo alegremente excéntrico. Planifica un viaje con los niños al Perú, pero su estancia con el tío Monty se corta cuando Olaf aparece disfrazado como un hombre llamado Stephano, que asesina a Monty.
Aún recuerdo con agradable nostalgia, la lectura de los libros que sirven de base a esta película, escritos por Daniel Handler bajo el seudónimo de Lemony Snicket, e ilustrados por Brett Helquist, con una acertada traducción de Néstor Busquets. En una cuidada edición de LUMEN, sólo llegué a leer los cuatro primeros (la serie consta de trece), que son los que estaban en la estantería de mi hijo. Libros de literatura juvenil, rezan los catálogos, pero creo que son adecuados para los adultos y, desde luego, están escritos pensando que los niños no son tontos y que tienen suficiente inteligencia como para disfrutar de sus ingeniosos argumentos.
La película se basa en los tres primeros relatos y, en principio, pensaban hacer una segunda película, algo que nunca se llegó a realizar.
Brad Silberling llevó a la pantalla esta parte de la historia de los pequeños Baudelaire, creo que con bastante acierto, con unos maravillosos decorados y con unas interpretaciones dignas de alabanza. El histrionismo de Jim Carrey, si bien en algún instante se hace un poco pesado, le viene bien al personaje y los niños están encantadores todos ellos, incluso las mellizas que interpretan a Sunny. También intervienen en ella algunos actores muy conocidos, Meryl Streep (siempre estupenda), Billy Connolly, una brevísima aparición de Dustin Hoffman o la voz del narrador de Jude Law en la versión original.
La película logra captar el especial atractivo de la historia, que a mí me recuerda de lejos, algunos de los relatos de Dickens, con esos toques góticos y el particular humor negro que acompaña las desventuras de los muchachos, de las que salen con bien gracias a su inteligencia y, sobre todo a la solidaridad y el amor que preside su fraternal relación.
Película muy entretenida, divertida y bien realizada pero, si pueden, no se pierdan los libros, al menos alguno de ellos.
Ya veo que te gustan los relatos al estilo de los de Dickens. En otra época también yo los leía pero actualmente lo emocional en literatura me cansa mucho. Y debe de ser porque he entrado en la "ancianidad".
ResponderEliminarDepende de cómo estén escritos. En este caso, son muy originales.
EliminarMi ambición de toda la vida: Poder recordar todo lo que se lee...
ResponderEliminarEl Último de Filipinas.
Yo tampoco lo recuerdo, a veces tengo que andar escudriñando en busca de alguna pista para saber si tal libro ya lo leí o aquella película la vi alguna vez.
EliminarEn este caso, sí que lo recuerdo, porque los libros me llamaron la atención y porque eran de mi hijo.