jueves, 13 de julio de 2017

LA BATALLA DE ANZIO

Enero de 1944, para romper el estancamiento del frente en Cassino, las tropas aliadas desembarcan en el sector de las playas de Anzio, al suroeste de Roma, para caer sobre la retaguardia alemana. Tras el desembarco, el corresponsal de guerra Dick Ennis (Robert Mitchum) y el cabo Jack Rabinoff (Peter Falk) hacen una incursión en jeep para ver la situación, y consiguen llegar a Roma sin problemas, pero cuando se lo comunican al General Jack Lesley (Arthur Kennedy) este no se decide a avanzar prefiriendo en cambio consolidar su posición en la playa.
La operación estaba pensada para aprovechar el más que presumible factor sorpresa, pues se sabía que el enemigo no esperaba un desembarco en aquella zona, aunque en Nápoles, los vendedores ambulantes y los pillastres, llevaban días ofreciendo su mercancia a los soldados "porque en Anzio no vais a encontrar nada de esto". Se pretendía, tras un rápido ataque sobre las posiciones alemanas, consolidar la cabeza de playa y comenzar el avance sin esperar a más. Pero las tropas aliadas se ven frenadas por las dudas, dilemas y conservadurismo táctico del general Lesley (trasunto del general Lucas, que ostentaba el mando en Anzio y a quien no se menciona por su nombre en toda la película), toda vez que las fuerzas alemanas se hallan en pleno repliegue, lo cual facilita la posterior labor ofensiva del mariscal alemán Albert Kesselring (Wolfgang Preiss). Es en esa situación cuando la primera ofensiva de Lesley fracasa y pierde toda una división en una emboscada, de la que un grupo de hombres, entre los que se hallan el corresponsal Ennis y el intrépido cabo Rabinoff, sobreviven y, en lugar de regresar a la retaguardia, deciden inspeccionar el terreno. El riesgo que ello supone les envuelve en una trepidante aventura.


En los créditos iniciales se dice que el guión se basa en el libro "Anzio", de Wynford Vaughan-Thomas.
En realidad, sobre la batalla en sí, apenas hay unos someros apuntes, vemos el desembarco y un atisbo del sangriento desastre que sufrieron los Rangers cuando se encontraron copados por el ejército alemán.
La Batalla de Anzio nunca debió tener lugar como tal, si el general John P. Lucas hubiera dado la orden de avanzar tras el desembarco. Pero temeroso de que aquella aparente tranquilidad fuera una trampa tramada por el mariscal Kesselring, e influenciado en exceso por la mala experiencia que habían tenido en Salerno, se entretuvo varios días afianzando la cabeza de playa y perdió la iniciativa. Desde Anzio, las tropas aliadas estaban a tres horas de Roma, y hubieran entrado en la ciudad eterna al día siguiente del desembarco, pero aquellas dudas lo impidieron y entre esto y que los alemanes les tenían bloqueados en Cassino, la entrada en Roma de los aliados se produjo mucho después, apenas unas horas antes del desembarco de Normandía, por lo que un hecho que debió haber supuesto un gran hito propagandístico, apenas ocupó un día las portadas de los noticiarios, sepultado por el desembarco aliado en las costas atlánticas de Francia.
Realmente la película, lo que hace es contar la peripecia de un pequeño grupo de soldados que se salva del desastre y, tras inspeccionar las posiciones enemigas, emprende el camino de regreso a sus líneas en Anzio.
Las escenas bélicas están bastante bien, pero algunas otras cosas dejan que desear, sobre todo si tenemos en cuenta que, al menos aparentemente, es una gran superproducción de Dino de Laurentis, con actores italianos y un ramillete de intérpretes norteamericanos que le dan cierto lustre al film.
El guión es bastante flojo y la estrella auténtica del film es Robert Mitchum que, no sólo aparece en casi todas las escenas de principio a fin, sino que el guión prevee para su personaje unas cualidades que no dejan de ser sorprendentes, cuando no totalmente increíbles por inapropiadas, pues se erige en factotum de los soldados, es el que habla por radio y sus "consejos", se convierten en órdenes, salva a alguno de sus compañeros liquidando a un francotirador alemán, todos le obedecen, casi hasta los generales, cuando no es sino un corresponsal de prensa. En fin, de película, nunca mejor dicho.



Su contenido histórico, deja también que desear, quizá lo mejor, aparte de las escenas de combate, sean algunas reflexiones que hace el protagonista sobre el sentido de la guerra para el ser humano.
Un film un tanto decepcionante y cinematográficamente, tampoco es muy destacable, aunque resulta entretenido de ver.




2 comentarios:

  1. La recuerdo Trecce, y por cierto creo que Mitchum no tuvo una juventud muy afortunada.

    Salud.

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    1. Pues la verdad es que no lo se, pero ya sabes que hay unas cuantas estrellas de Hollywood con pasados complicados.

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