En 1954, durante los últimos días de Francia en su colonia de Indochina, el coronel francés Pierre-Noel Raspeguy (Anthony Quinn) está al mando de su regimiento de paracaidistas en la batalla decisiva de Dien Bien Phu. Una guarnición francesa debilitada se enfrenta a un importante ataque de las tropas comunistas del Viet Minh. La frenética solicitud de refuerzos del coronel Raspeguy sólo trae una fuerza simbólica de un grupo de paracaidistas y municiones. Cuando su posición es invadida por el enemigo Raspeguy y sus hombres son tomados prisioneros. Después del tratado de paz son liberados y regresan a Francia donde al coronel Raspeguy le comunican que ha sido relevado de su puesto y que su regimiento ha sido disuelto. Gracias a las influencias de la Condesa viuda Natalie de Clairefons (Michèle Morgan), consigue un nuevo destino en Argelia al mando del 10º Regimiento, de nueva creación.
Los franceses están tratando de evitar que Argelia obtenga la independencia total de Francia. El ejército francés se dedica a operaciones de contrainsurgencia en ambientes urbanos y rurales contra la guerrilla argelina dirigida por el Frente de Liberación Nacional de Argelia. Esta es la última oportunidad del coronel Raspeguy de probar sus habilidades de mando y salvar su carrera militar consiguiendo el ascenso al generalato.
El guión adapta muy libremente la novela "Los centuriones" de Jean Lartéguy, seudónimo de Jean Pierre Lucien Osty, licenciado en Historia que luchó como voluntario en la Segunda Guerra Mundial contra los alemanes, siendo detenido en España, país al que huyó en 1942, cuando se produjo la invasión de Francia por las tropa nazis, siendo detenido y recluído en un campo de internamiento, consiguiendo escapar, tras nueve meses, hasta el norte de África, donde habían desembarcado ya los aliados. Entre 1943 y 1946 se sumó a los comandos que operaban en África.
Al finalizar la guerra, volvió a España con la intención de integrarse en un grupo catalán de maquis que planeaba el derrocamiento de Franco. Su contacto en España era en realidad un agente de los servicios secretos, por lo que volvió a pasar por las prisiones españolas.
La novela "Los centuriones", es un crudo relato de la guerra de Argelia que sigue las andanzas del coronel Raspeguy. Su fría visión de la guerra psicológica la ha convertido en un obra de culto, entre otros, en el Ejército estadounidense.
Lo cierto es que la película no está a la altura de la novela y deja bastante que desear a pesar del gran plantel de actores que intervienen, pues el guión es más bien flojo.
Quizá lo mejor, la ambientación, bastante lograda que consigue transmitir en algunos momentos la tensión del momento histórico que se vivió en las colonias francesas.
El film pasa de soslayo por el conflicto franco-vietnamita que, más que para otra cosa, sirve para presentar a los personajes, y se centra en la Guerra de Argel, dejando en evidencia los métodos usados por el ejército francés, pero también algo que con el tiempo ha ido quedando olvidado, pues no es políticamente correcto recordarlo, como eran los no menos brutales métodos usados por los independentistas argelinos, colocando bombas indiscriminadamente en lugares públicos que mataron o hirieron gravemente a muchos civiles, mutilando cadáveres y sometiendo a terribles castigos, antes de acabar con ellos, a los sospechosos de colaboracionismo.
Como curiosidad, señalar que la película se rodó en España, en localizaciones de Adra, Manzanares el Real y Málaga. Contó con la colaboración del entonces Ministerio del Ejército. Podemos imaginar el revuelo que se armó, en aquel lejano 1966, en el barrio del Molinillo malagueño cuando vieran recorrer sus calles a Alain Delon, o Claudia Cardinale, dos uténticos sex-symbols del momento.
La recuerdo Trecce, lo que no sabía es que se había rodado en España, y como bien dices en aquellos años se formaría bastante revuelo, viendo aquellas estrellas que por aquel entonces estaban en pleno auge.
ResponderEliminarSalud.
Tuvo que ser todo un acontecimiento.
EliminarLa leí hace muchos años (¿no es el autor también de "Perros de la Guerra"?) y me supuso un gran conocimiento de lo que sucedía en Argelia.
ResponderEliminarLa peli no la he visto pero, como dices, menudo folclore habría en 1966 en Madrid con la Cardinale y Alain Delon. Años en que aquí las pelis más posibles eran las de Lola Flores y algunas de vaqueros.
"Los perros de la guerra" es de Frederick Forsyth.
EliminarLos libros de Lartéguy que yo recuerdo, aparte de este, son "Los mercenarios" y "Los pretorianos", que estaban editados en la popular colección Reno de Plaza&Janés, que tenía aquellas portadas tan llamativas.