Manuel (Miguel Ángel Solá), un inspector de policía que ha estado destinado muchos años en el País Vasco, concretamente en Bilbao, en la época de más asesinatos de la banda terrorista ETA con la consiguiente vida angustiosa marcada por el miedo y las amenazas, obtiene destino en la ciudad donde pasó su adolescencia en un internado de los jesuitas. El inspector busca la tranquilidad y la seguridad que no había tenido en Bilbao. El contacto con el dolor y la muerte provocados por el terrorismo y la relación distante con su mujer le han convertido en un individuo infeliz y escéptico.
En su nuevo destino vuelve a encontrar otro tipo de violencia irracional, la que protagoniza un asesino y violador de menores (Juan Diego Botto), un hombre de aparente vida normal, pero perturbado, que se dedica a intentar violar y asesinar niñas en las noches de luna llena.
Alrededor de las investigaciones policiales se describe la vida de los personajes que mantienen relación estrecha con el inspector: su mujer, Carmen (Charo López); la maestra de una de las víctimas, Susana Grey (Adriana Ozores), el padre Orduña (Fernando Fernán Gómez), el médico forense Ferreras (Chete Lera) y el propio asesino.
Como contrapunto a esta historia criminal el inspector vuelve a encontrar el amor con Susana, la maestra, que le devuelve la ilusión de vivir.
Basada en la novela del mismo título de Antonio Muñoz Molina, el guión es de Elvira Lindo, pareja a la sazón del escritor y recrea el crimen y la investigación llevada a cabo diez años antes por un policía del horripilante asesinato de una niña que conmocionó a la ciudad de Granada. El crimen fue perpetrado el 29 de octubre de 1987 y sumió a la ciudad en un estado de psicosis, hasta que siete meses después, en mayo de 1988, fue detenido un joven de 21 años como principal sospechosos del crimen.
Para la resolución del caso, fue decisiva la declaración de otra niña a la que el mismo individuo había asaltado en parecidas circunstancias: a punta de navaja en el portal de su casa y conducida a una zona especialmente arbolada del bosque de la Alhambra.
La narración está estructurada en dos plano, lo relativo a los crímenes y su investigación y la historia romántica entre el inspector y la maestra. El nexo de unión es el policía y pienso que la película ha acertado de pleno con la forma en que nos acerca esta relación y no logra mucho relieve con la parte negra, la de los asesinatos, al menos no está a la misma altura que la historia de amor entre Manuel y Susana, apoyada en espléndidas actuaciones del argentino Miguel Ángel Solá, que consigue un papel sobrio y cautivador y una Adriana Ozores que da la talla de gran actriz.
Es una buena película de esas que pueden equipararse perfectamente a filmes de cierto nivel de otros paises, con un tema que resulta atractivo y que está bien llevado.
Como anécdota, señalar que, aunque en ningún momento se menciona donde transcurre la acción, la película se rodó en Palencia.
No recuerdo haberla visto, pero que curioso como ha pasado en tantas y tantas películas, se rodó por lo que cuentas, en un sitio totalmente diferente, del que narra la historia. Por cierto Pelencia, una ciudad bastante tranquila, para vivir no está nada mal.
ResponderEliminarSalud Trecce.
Bueno, en la película tampoco se hace ver que la cosa transcurra en Granada, esa fue la historia real, simplemente aquí no se nombra la ciudad.
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