viernes, 19 de agosto de 2016

LA NOCHE OSCURA

Juan de Yepes Álvarez, de nombre religioso Juan de la Cruz (Juan Diego), reconocido poeta y fraile carmelita, es conducido prisionero hasta el convento de la Orden Carmelita, en Toledo. Corre el mes de diciembre del año 1577, y sus ideas reformadoras sobre la iglesia de la época no sientan bien. El prior de la Orden y el Visitador General, Fray Jerónimo Tostado (Fermí Reixach), son los máximos antagonistas de Juan de la Cruz. Ambos son los responsables del encarcelamiento de Fray Juan, que en su celda es sometido a todo tipo de torturas. Entre ellas una alimentación pésima, además, todos los viernes es disciplinado con azotes en su espalda. La misión de tal castigo es hacerle cambiar de opinión y olvidar sus descabelladas ideas, tenidas como un síntoma de orgullo por querer mostrarse ante los demás como un adalid de la pobreza a la búsqueda de que la gente le tenga por santo. Sin embargo, Juan de la Cruz no cesa en su empeño, mostrándose cada día más fuerte, sacando de sus casillas al prior de la Orden de los Carmelitas. El fraile recibirá una ayuda inesperada; su guardián le proporcionará papel y pluma para que escriba sus bellos poemas. Unos preciosos versos dictados, según el reo, por el mismo Dios.
Juan prepara la fuga de su encierro ante la complicidad de su carcelero que se abstiene de denunciar dichos preparativos.


Carlos Saura estuvo siempre interesado en la obra y la figura del santo de Ontiveros, de hecho hay películas suyas ("Cría cuervos", "Mamá cumple cien años"), en las que se citan versos del poeta. Supongo que esperó al momento oportuno para él para escribir el guión y llevar adelante su proyecto.
En lugar de una biografía al uso, se centra en uno de los periodos más oscuros y a la vez atractivos de la vida de San Juan, su reclusión en el convento carmelita de Toledo, en una de cuyas celdas escribió algunos de sus más grandes versos.
Rodada integramente en interiores, salvo las escenas del inicio y del final, cuenta con una soberbia fotografía de Teo Escamilla que juega de manera magistral con las luces y las sombras.
El papel principal es interpretado por Juan Diego que hace un trabajo meticuloso de expresión corporal, sin embargo, reconociendo su gran actuación, resulta tremendamente cansado para el espectador ver ciertos pasajes que parecen sobreactuados y después está la lentitud exasperante de los movimientos que quieres remarcar los intensos sentimientos y la dureza de la reclusión pero que a veces se hacen pesados.
Saura hace especial hincapié en las ensoñaciones del fraile con una monja que conoció tiempo atrás, interpretada por Julie Delpy y que parece provocarle un grave problema en la entrepierna, quizá este sea uno de los aspectos menos conseguidos del film por el abuso que hace de esta idea.


La noche oscura no llega a la altura de los grandes logros de Saura, con mejores intenciones que resultados, ya sea por el punto de vista adoptado por el cineasta a la hora de poner en imágenes una propuesta tan arriesgada, aunque es intachable su factura técnica y contradictorio el nivel interpretativo.




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