ROSENDO: VERGÜENZA TORERA

No voy a hablar del decimoquinto disco de Rosendo que lleva por título Vergüenza torera, si no de un asunto que ha llevado a la actualidad a este mito del rock español por asuntos no directamente relacionados con su faceta de músico.

Los de Podemos, bajo su marca de Ahora Madrid, quieren levantar una estatua a Rosendo Mercado, más conocido por su nombre propio (Rosendo), en el barrio de Carabanchel, donde vive. La obra, creación del escultor José Vicente González, iba a ser colocada en la plaza de las Palmeras.

Pero Rosendo decide enseñar humildad a Ahora Madrid y cuelga una nota de su puño y letra en Facebook en la que dice:

“Yo creo que hay motivos más importantes para gastar el dinero en estos momentos que en poner una escultura a un cantante, guitarrista, o como queráis llamarlo. Ahí lo dejo”.

Como quiera que la iniciativa de erigir la estatua proviene de una página de Facebook creada al efecto y que en change.org ha recibido más de 12.000 firmas de apoyo, Rosendo publicó una segunda nota:

"Es evidente que el ahorro en una escultura no sería ni mucho menos suficiente para solucionar ningún problema de los que padece este país. Lo que planteo es un gesto ya que considero que si hay algo prescindible, por pequeño que sea y al margen de otras consideraciones, es una escultura dedicada a mi persona porque no veo el mérito en hacer mi trabajo con responsabilidad, como además está remunerado... no ha lugar y si encima recibo el cariño de mucha gente como es el caso ya me considero un privilegiado.

Entiendo que hay cierta unanimidad en que se lleve adelante la iniciativa a pesar de mi planteamiento y, porque respeto a quienes sienten ilusión en el hecho, no me puedo oponer a ello pero quiero matizar que no es algo que me parezca reseñable en mi currículo y desde luego que declino cualquier responsabilidad. Sean ustedes consecuentes y decidan por sus propios medios".

Quizá más contundente y claro hubiera sido dejarlo todo en la primera nota, pero entiendo que hay querido curarse en salud para no ofender a quienes de buena fe hayan apoyado la iniciativa, publicando la segunda, aunque disiento en eso de que no puede oponerse, claro que puede, aunque no le hicieran caso.

De cualquier modo, pienso que más de uno debería tomar nota y poner los pies en el suelo en lugar de vivir en la nube en la que parece se instalan en cuanto reciben una cuantas palmaditas en la espalda, sin querer darse cuenta de dónde proceden.