Excelente guión del productor cinematográfico José Luis Dibildos, que traslada a la pantalla la obra homónima que Camilo José Cela escribiera entre 1945 y 1948 y publicada en Buenos Aires en 1951, después de que la censura franquista la hubiera rechazado por inmoral, pornográfica e irreverente y eso que Cela había presentado un original en el que había suprimido muchos párrafos previendo que iba a tener problemas, de hecho, se anunció tiempo atrás que había aparecido un original inédito en el que se incluían escenas, sobre todo de sexo, que no están en la novela publicada y que se iba a sacar una nueva edición este año, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Cela. Veremos, después de los líos de su viuda, Marina Castaño y la fundación que preside, si se lleva a efecto. De cualquier modo, la edición argentina, también estaba censurada. A raíz de la publicación, Cela fue expulsado de la Asociación de la Prensa de Madrid y su nombre fue prohibido en los periódicos españoles.
La película de Mario Camus, es un ejemplo de adaptación, una de las mejores que se han hecho de una obra literaria, que en este caso tenía la complicación añadida de contar con más de doscientos personajes.
Se ambienta en el Madrid de la posguerra española y, aunque se detiene algo más en los avatares de Martín Marco López (José Sacristán), un poeta que malvive con lo que le proporciona su hermana y que duerme de limosna en un prostíbulo, no tiene un protagonista, sino que esta multitud de personajes, que viven en sus celdas aisladas, pero que interactúan con los demás porque forman parte de la misma colmena, son los protagonistas conjuntos de la narración, muchos de ellos puestos en relación a través del propio Martín Marco, pero en otras ocasiones, porque son vecinos de la misma casa, o porque frecuentan los mismos ambientes.
Con un excepcional elenco de actores, al ver la nómina de ellos y el puñado que se quedó fuera y también eran (o siguen siendo) grandes intérpretes, uno piensa que una vez hubo actores y actrices en España y mira en lo que hemos devenido. Incluso podemos ver al propio Cela en una de las escenas del café, con el grupo de poetas y en otra a Antonio Mingote.
La película es un retrato del Madrid de la época, con personajes bastante bien definidos, pero en los que ahonda poco, así como en sus inquietudes, en las que parece que sólo rasca sobre la superficie.
De cualquier modo es un excelente fresco de aquella España oscura y refleja de manera espléndida el hambre, el frío, el miedo, la represión sexual o la hipocresía.
Con unas interpretaciones que da gusto ver, el film es un documento de la España de los primeros años 40 con sus secuelas de pobreza, miseria y desigualdades sociales, que los medios de comunicación del momento trataban de ocultar y de los que se toman los aspectos más sórdidos, mezclados con el ingenio de la gente para salir adelante como buenamente podían, a veces de manera bastante indigna.
Muy buena Trecce, creo que sí.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana.
Yo también lo creoa así.
EliminarLa Colmena es una de las obras maestras de Camilo José Cela. La película está también muy bien, sobre todo si tenemos en cuenta lo que acostumbra a ofrecernos el cine español. Además, hasta el mismo Cela se lució en el papel de Matías
ResponderEliminarPienso que es una buena adaptación.
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