Malcolm Little (Denzel Washington) es un joven de color cuyo padre, predicador en una zona rural de Kansas, fue asesinado por los blancos cuando él era un niño, después de que su casa fuera incendiada por miembros del Ku Klux Klan. Desde entonces, la numerosa progenie ha quedado al cargo de la madre a quien los servicios sociales no consideran capacitada para tenerlos controlados y los niños son repartidos por diversos domicilios, eso significará el principio del fin de su madre, que acaba recluída en un centro para enfermos mentales.
La familia que acoge a Malcolm le envía a la escuela y al instituto, donde es el único niño negro. Malcolm demuestra su inteligencia y acaba con excelentes calificaciones, sin embargo, su profesor le desaconseja que comience a estudiar abogacía por no ser una ocupación adecuada para un negro y le dice que debe encaminar su futuro hacía un trabajo manual, más aconsejable para la gente de su raza. Desde su mente infantil, Malcolm comienza a ser consciente de que sus oportunidades en la vida no serán las mismas que para un blanco.
Durante su juventud, Malcolm desempeña diversos trabajos, entre otros, trabaja en los ferrocarriles y junto a su amigo Shorty (Spike Lee), emplea su tiempo libre como cualquier otro joven, acudiendo a los dancing club, con su pelo alisado para parecerse al de los blancos y pavoneándose con sus llamativos atuendos coloridos, hasta que es reclutado por West Indian Archie (Delroy Lindo), que controla las apuestas en Harlem, su relación acaba mal cuando Archie quiere dar una "lección" a Malcolm, que escapa y regresa a Boston, donde se reencuentra con Shorty y junto con este y un tipo llamado Rudy (Roger Guenveur Smith) se dedican a robar, actividad que les va bien durante un tiempo, hasta que son detenidos y enviados a una prisión de Massachusetts.
En la cárcel, Malcolm vivirá duras experiencias y sufrirá castigos que incluyen el aislamiento por largos periodos de tiempo. Allí conoce a Baines (Albert Hall), que le habla de Elijah Muhammed (Al Freeman Jr.), fundador y líder de la Nación del Islam y aunque al principio muestra reticencias, Malcolm acabará ingresando en el grupo y tras conseguir la libertad condicional, se incorpora como predicador de la Nación del Islam, abandonando su apellido de Little por el de X, en realidad un símbolo que recuerda la pérdida de identidad de los afroamericanos, a los que se han arrebatado todas las referencias de su pasado africano.
Tras su enfrentamiento con Muhammed y su viaje a La Meca, Malcolm se replantea todos sus pensamientos radicales, se separa de la Nación del Islam y funda su propio grupo, la Organización de la Unidad Afro-Americana ( OAAU ), muy pronto, Malcolm y su familia comienzan a recibir amenazas, se supone que de la Nación del Islam.
El guión se basa en la biografía de Malcolm X escrita por Alex Haley, con una fotografía muy conseguida y una magnífica ambientación. La película incluye algunas escenas realmente interesantes con originales movimientos de cámara y flash-back bien integrados en el desarrollo del film.
La música, también muy buena, incluye, en algunos pasajes, temas de jazz y de música ligera que evocan la época en la que está ambientada.
Buenas interpretaciones, con un sensacional Denzel Washington, de quien no me extraña que a estas alturas, con todo el recorrido que lleva su carrera, cuando se le pregunta por el papel que recuerda, no con más o menos cariño, sino como ese papel que consideras un compendio de sentirte satisfecho y, a la vez, de haber disfrutado de él, siempre contesta que Malcolm X.
Una de esas películas comprometidas que nos acerca a la vida de un hombre que murió por la causa que defendia, víctima de las envidias, pero también por culpa del peligro que suponía su capacidad de liderazgo para llevar a las gentes de su raza a no conformarse con el estatus que les ofrecía el opresor blanco. Un tipo incómodo porque no sacrificaba ni un ápice de su pensamiento a las actitudes diplomáticas y condescendientes, que se volvió también peligroso para algunos de los miembros relevantes de la organización a la que pertenecía, la Nación del Islam, que tiene más de movimiento sociopolítico que de hermandad religiosa.
A lo largo del film vamos viendo la trasformación del hombre, desde su discurso radical en el que nada quiere saber de los blancos a quienes no está dispuesto a perdonar cuatrocientos años de sufrimiento, hasta una actitud más tolerante, dispuesto a tender una mano a gentes de otras culturas y razas.
Hay muchas escenas del film que reproducen fielmente momentos de la vida de Malcolm, entre ellas, una en la que una chica blanca se le acerca para preguntarle qué puede hacer ella para ayudar a los negros y Malcolm contesta: Nada. Escena que ocurrió tal cual y que cuando Malcolm, tras su viaje a la Meca, cambió su actitud, mostrándose más conciliador, dijo más de una vez que aquella chica le perseguía como el recuerdo de uno de los instantes más vergonzosos de su existencia y que se arrepentía vivamente de haber actuado así.
Con gran vigor narrativo y visual, quizá resulta un poquito larga, con más de una caída del ritmo durante el metraje, pero de cualquier forma se agradece el esmero que se puso, cuidando la estética de un film que pretende ser algo más que un simple entretenimiento, algo que queda claro desde el comienzo, cuando el soporte a los títulos de crédito iniciales, es el video de la paliza que recibe el taxista Rodney King cuando fue detenido por la policía de Los Ángeles y oímos de fondo, el discurso agresivo de Malcolm.
En la escena final aparece Nelson Mandela dirigiéndose a los alumnos de una clase en Sudáfrica, citando un discurso de Malcolm X.
Sobre todo reseñar como transmite la evolución vital del personaje. Spike Lee en un momento bueno de su carrera.
ResponderEliminarA pesar de alguna bajada que otra en el ritmo, creo que es una buena peli.
ResponderEliminarYo creo que el protagonista, casi todo lo que ha hecho es bueno.
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Estuvo muy manejado, al menos hasta que se dio cuenta de todo lo que había detrás de la Nación del Islam.
Eliminar