Como en los textos sagrados, muchos serán los llamados y pocos los elegidos. Eso es lo que vemos tantas veces en la vida, en nuestras carnes o en la de personas cercanas que buscan una salida en la vida o la realización de un anhelo. Y eso es lo que presenciamos en Fama, la llegada de un montón de jóvenes del más variado pelaje y de condición social humilde por regla general, que se presentan a las pruebas para ingresar en la prestigiosa New York's High School Of The Performing Arts, algo así somo la Escuela Superior de Artes Escénicas de Nueva York.
Para muchos de ellos será su única oportunidad en la vida de poder alcanzar una preparación de cierto nivel, es una escuela pública y no tienen medios económicos para pagarse una centro privado.
El film comienza de forma prometedora, con los aspirantes al ingreso en las diversas secciones durante las pruebas, lo que, al mismo tiempo, permite al realizador ir ofreciéndonos un retrato de las diversas personalidades y de los problemas del entorno, de quienes se van a convertir en protagonistas de la película.
A pesar del ritmo ágil, que evita el aburrimiento durante el visionado, creo que la peli decae algo a medida que avanza, es como si quisiera contar demasiadas cosas y se quedara en apuntes demasiado breves de alguna de ellas.
Creo que al planificar el film, decidieron hacer eso, dar un apunte de los problemas planteados, de las cosas que les suceden en la misma escuela y dejar el devenir futuro a la imaginación del espectador, pero repito que, alguna de las subtramas, queda un poco cogida por los pelos, cuando podría haber dado algo más de sí.
De todas maneras, me parece que, en líneas generales, está bastante bien planteado, con una buena banda sonora y un número central, con los alumnos bailando en la calle, en pleno centro de Nueva York que es espectacular, como lo son algunas de las coreografías o de las canciones que se incluyen en la cinta.
Alan Parker se aleja de las convenciones y sabe narrarnos bastante bien las peripecias de los aspirantes a artistas en los diversos géneros que se enseñan en la escuela (actores, bailarines, músicos...). Y aprovecha para hablar de algunos temas que afectan a la sociedad en general y a los jóvenes en particular (homosexualidad, aborto, drogas, racismo, la lucha entre la música clásica y las nuevas tecnologías...). En este sentido, el film sigue vigente.
Es el sueño americano desde la óptica de los menos favorecidos, el reflejo de una época y también y sobre todo, el esfuerzo que les va a costar conseguir un minuto de gloria y el alto precio que van a tener que pagar por conseguirlo.
En la serie de televisión vi casi todos los capítulos, y como la tenían que alargar para que resultase rentable, la verdad es que se hizo bastante pesada. Como decía mi abuelo "tenía mucha paja".
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Algunas series no saben acabar a tiempo.
EliminarLa serie me gustaba mucho, "la fama cuesta, aquí es donde váis a empezar a sufrir..."
ResponderEliminarLa serie estaba muy bien y creo que, en parte, nos acordamos del film gracias a ella.
EliminarNo es de los peor de Alan Parker. Otra banda sonora que nos hace sentir el peso de los años...Qué le vamos a hacer.
ResponderEliminarPues nada, recordar con cariño, si es posible.
EliminarLa mayoría de los actores han acabado bastante mal.
ResponderEliminarHubo de todo, lo que ocurre es que uno de los actores más carismáticos del film y después, de la serie, Gene Anthony Ray, que hacía el papel de Leroy Johnson, murio a causa del sida en 2003, con tan solo 41 años.
Eliminar