El Teniente de la Policía de Chicago Jim Brannigan (John Wayne) es enviado a Londres con objeto de repatriar al capo de la mafia Ben Larkin (John Vernon), capturado por Scotland Yard. Una vez en Londres, Brannigan se entera de que su objetivo ha sido secuestrado en una sauna mientras disfrutaba de libertad bajo fianza. Brannigan habrá de unirse al equipo de Scotland Yard liderado por Sir Charles Swann (Richard Attenborough), para encontrar al secuestrado, contando con la colaboración interesada del abogado de este, Mel Fields (Mel Ferrer) y de Jennifer (Judy Geeson), una joven policía de Scotland Yard que le ha sido asignada como como guía. Al tiempo, un asesino es contratado con el fin de eliminar a Brannigan…
John Wayne, declinó en su día el ofrecimiento que le hicieron para protagonizar Harry el Sucio (Dirty Harry), para muchos fue un error, yo le agradezco que nos dejara la oportunidad de admirar a un gran Clint Eastwood en una de sus creaciones míticas.
Yo no sé si fue para tratar de enmendar ese "error", por lo que el viejo tío Ethan se embarcó en esta aventura, pero cuando contemplas la primera escena, te echas a temblar, quieres cerrar los ojos, porque te imaginas que vas a ver un remedo de Harry Callahan y no es plato de gusto ver a Wayne arrastrándose de forma patética por la pantalla.
Por fortuna, la cosa queda en un susto y entre esta escena de presentación del personaje y la llegada a Londres, con algunas fotos de los monumentos más conocidos de la capital británica, el producto tarda en arrancar, pero por fin lo hace y respiramos con alivio al darnos cuenta de que Douglas Hickox ha planificado el film dándole un tono irónico y desenfadado que, al final, es lo mejor de la película.
La película se beneficía de un reparto en el que encontramos grandes actores, con un Attenborough que por momentos está muy divertido y los siempre solventes Mel Ferrer y John Vernon. Evidentemente, John Wayne llena la pantalla con ese carisma y magnetismo que a estas alturas de su carrera nadie ponía en duda.
Brannigan no es film para ser recordado, pero sí para pasar un rato entretenido y más viendo algunos productos que se hacen en Hollywood en la actualidad.
Siempre me ha gustado John Wayne, "El Duque" ya que fue un gran actor y se desenvolvía muy bien en cualquier faceta, pero desde me quedo con Clint Eastwood y su Harry Callahan,
ResponderEliminarSaludos amigo Trecce.
Grande, grande, Wayne, sin duda.
EliminarSiempre grande el Duque, pero tienes razón, no puede haber Harry mejor que Eastwood y esa frialdad al pronunciar la frase célebre: "alégrame el día", bienvenida aquella "equivocación" que en nada hace desmerecer tan completa filmografía.
ResponderEliminarEn realidad el contraataque de Wayne para tratar de deshacer su "error" con Harry el sucio, fue "Mc Q", una peli que se estrenó un año antes y que tuvo cierto éxito, como no podía ser menos por el tirón de John Wayne. Ello llevó a este intento con Brannigan. Pero yo también me quedo con Harry Callahan.
EliminarCon la llegada de los Callahan y los Brannigan el genero negro, que tan bien está diseccionando Trecce, pierde cualidades que le hicieron grande.
ResponderEliminarComo la canción aquella de "...cuando perdí tu amor, lo perdí todo...", lo mismito pasá aquí, el cine negro a estas alturas, había perdido buena parte de su esencia.
EliminarUna de las últimas películas de "El Duque" que se deja ver y a la que Wayne le da ese empaque clásico que siempre se agradece.
ResponderEliminarSaludos.
Resulta entretenida.
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