Un año después de contraer matrimonio con María Cristina de Borbón-Dos Silicilas, su cuarta esposa, un anciano Fernando VII decide derogar la Ley Sálica mediante la aprobación, en 1830, de la Pragmática Sanción. Las conspiraciones en torno a Palacio vuelven a multiplicarse. El infante don Carlos, apoyado por los apostólicos, presiona a su hermano, quien decide dar marcha atrás y dejarle expedito el camino hacia el trono. La escasa discrección de la corte hará que los liberales se enteren de las maniobras de los absolutistas y comiencen a ganarse la confianza de la futura regente que, en última instancia, conseguirá que el documento firmado por su moribundo marido sea destruído, todo con tal de que su hija Isabel se convierta en reina de España.
Los Apostólicos eran uno de los partidos o facciones que apoyaban al pretendiente D. Carlos como sucesor de su hermano en el trono de España, quizá el sector más retrógrado de la política nacional de entonces. De hecho, un tiempo más tarde, su enfrentamiento con el sector moderado del sonservadurismo, significaría el enterramiento definitivo del carlismo consumido, en buena parte, por las luchas internas, además de las derrotas militares.
Una vez más, la maestría con que Galdós nos acerca a estos momento cruciales de la historia patria, nos hace disfrutar de un texto en el que siguiendo su estilo, mezcla los personajes de ficción con los históricos.
Para los zamoranos, resultan curiosas las líneas que dedica a nuestro paisano Juan Nicasio Gallego, uno de los padres de la constitución de Cádiz, que cuenta cómo se sentía engañado por Calomarde que le había prometido protección, pues le había denunciado por francmason, pero él creía que Calomarde le odiaba más que a un tabardillo.
Estas son las palabras del personaje galdosiano Padre Alelí, referidas a nuestro paisano:
...fue discípulo mío en Salamanca donde leí sagrados cánones por los años de 792 a 794. Era entonces Nicasio el jayán más guapote que había salido de la tierra del garbanzo...
"el jayán más guapote" qué bueno, eso.
ResponderEliminargracias por el apunte de hoy, Trecce
saludos
Una delicia leer a Galdós.
ResponderEliminarHola Trecce.
ResponderEliminarGaldó supo aprovechar la situación de la época.
El siglo XIX de Fernándo VII con su régimen como blandos y moderados según los llamaban sus personajes.
Una Obra que te lleva a la España fernandina.
Sin duda una gran obra.
Saludos Trecce.
Hola Trecce : es que leas lo que leas de Galdós es un maestro de la buena literatura. Mira,hasta reconoce lo guapote y hombretón que pueden ser los castellanos de Zamora :), y ¡¡Viva la Pepa!!,este año es el bicentenario, escucharás muchas actividades en torno al tema.¿BIen tus Reyes Magos? ,eso espero. Saludos!
ResponderEliminarPoco a poco voy leyendo los Episodios Nacionales, (tampoco es cuestión de ventilárselos de una tacada) y aunque considero a Galdós genial, carga tanto contra los carlistas, que al final hace que uno se sienta proclive a ellos.
ResponderEliminarEs toda una crónica de su época, E.P.
ResponderEliminarLeer a Galdós es un lujo, Claudia.
ResponderEliminarU.F.: Yo también los leo poco a poco, de hecho esta es la tercera tacada, tampoco he seguido un orden, pues aunque algunos de los primeros ya los lei, también ha caído alguno de los últimos antes de ponerme con estos de en medio.
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