Dos individuos entran en una cafetería en un lugar perdido del medio oeste americano, un pueblo llamado Brentwood. Son asesinos profesionales y buscan a un sueco llamado Ole Anderson (Burt Lancaster). Uno de los presentes, compañero de trabajo del sueco, corre en su busca para alertarle, pero éste en lugar de huir, decide resignarse y aceptar su destino.
Esto desencadena una investigación llevada a cabo por el agente de una compañía de seguros, Riordan (Edmond O’Brien), que se ocupa de encontrar a los beneficiarios de la póliza del sueco. De esta forma, Riordan va componiendo las piezas de un complejo puzzle que revela que Ole Anderson tomó parte en un robo de 250.000 dólares y después estafó a la banda y huyó con el botín y con la chica del jefe, Kitty Collins (Ava Gardner)…
En realidad el sueco es víctima de un refinado y complejo complot, los beneficios van a ser para otros que, para ocultar su traición, le utilizarán como pantalla y cabeza de turco.
Basado en un relato corto de Ernest Hemingway (Los asesinos), el guión de Anthony Veiller (también de John Huston, que no figura en los créditos porque tenía contrato con la Warner), lo que hace no es precísamente adaptarlo, sino que lo copia literalmente como inicio del film y, después, en el punto en el que la novelita de Hemingway se acaba, comienza a buscar respuestas al porqué de la muerte del Sueco, cuáles son las razones que le han llevado a la situación en la que dos sicarios van a matarle.
La manera en que Robert Siodmak lo hace, es brillante, a través de largos flash backs, los relatos de diversos testigos de la vida y milagros del Sueco, nos van contando qué ocurrió, su punto de vista particular y, con esas piezas, será el espectador, cuya encarnación es el propio detective de la aseguradora, el que vaya recomponiendo el rompecabezas.
Muchos, con razón, consideran al film como deudor de Ciudadano Kane por sus formas y apunta un claro precedente a trabajos de realizadores actuales como el propio Tarantino.
La película es un prodigio técnico, en el que cada elemento va encajado en el lugar adecuado, los tiempos están sabiamente medidos, la música, del maestro Miklós Rózsa, acompaña a la perfección y la fotografía de Elwood Bredell, crea un ambiente idóneo con un maravilloso empleo del claroscuro.
Las actuaciones rayan a gran nivel, con un reparto de altura encabezado por Burt Lancaster, en el papel que le descubrió; Ava Gardner, en su primera oportunidad como protagonista, que no aparece hasta transcurridos sus buenos 30 minutos y que, como de costumbre, llena la pantalla con su presencia; y Edmond O'Brien.
Siodmak logra uno de los momentos cumbres del cine negro, con la historia de un perdedor y todos los elementos que caracterizan al género.
De hecho, se dice que fue la única vez que Hemingway alabó una adaptación al cine de una de sus obras.
Película adelantada a su tiempo, que no fue entendida en el momento y tratada de forma despiada por la crítica y que el transcurso de los años ha puesto en el lugar que le corresponde, con un reparto de lujo y unos diez minutos iniciales que son inmejorables.
Hola Trece: creo que después de tanto cine negro Trece,te vas a hacer el gran maestro de él. ;^)
ResponderEliminarYo de esta peli no me acuerdo,pero viendo quienes son los actores,creo que seguro es interesante.Esa Ava Gadner, qué belleza de mujer ,además de ser buena actriz.
Y pensar que Burt empezó siendo acróbata y que era su gran vocación que le retiró por una lesión y lo llevó al cine ,las cosas de la vida,que muchas veces de un sitio ,te vas a otro y encima triunfas.Ese beso en la playa con Deborah Keer ¿eh?en la peli de "Aquí a la eternidad es inolvidable",después dio para rumores de todo tipo.Buen tipo Burt Lancaster como persona ,un tío que se comprometió con la minorías raciales,gays,se opuso a la guerra del Vietnam...buena gente,allí en USA era muy querido.Saludos Trece y ¡¡feliz semana!!.
La peli es muy buena, Claudia. Saludos cordiales.
ResponderEliminarLa recuerdo; muy buena película, y gran papel el de Burt Lancaster. Saludos Trecce.
ResponderEliminarBuena memoria Rafa.
ResponderEliminarEsa revisión que menciona ha llevado a la crítica a revalorizarla. Siodmak no gozó en su momento del brillo que la "mítica prefabricada" otorgó a John Huston, por ejemplo.
ResponderEliminarEs cine de muchos quilates, como bien se apunta.Creo recordar (esta memoria ya falla)que en los años 60 se hizo The Killers -Código del hampa-que dirigió Donald Siegel que basada en el mismo cuento de Hemingway, y esa violencia y agresividad esta más patente en directores posteriores (Peckinpah, Tarantino ect).
Es una de las mejores reseñadas por Trecce, hasta ahora. Ava está...
Siodmak consigue que la historia sea la verdadera protagonista del film. Si además, está acompañada de buenas interpretaciones...
ResponderEliminarUn gran film, Manuel.