Hay temas que no gustan, que no gustan a los de siempre, claro, a los que detentan el poder, a los madamases.
Ellos pretenden que vivamos en un mundo feliz y que, a la vez, les salga barato, porque lo gordo del gasto lo necesitan para ellos.
Senderos de gloria es uno de esos films que meten el dedo en una herida y hurgan en ella. Esas cosas molestan y solamente la fuerza de voluntad de algunas personas que casi se lo toman como algo personal, hace que salgan adelante.
El guión fue rechado una y otra vez por productoras distintas, se dice que el propio Kirk Douglas movió sus influencias tras leer el guión.
Al final, Kubrick logra que la United Artist le conceda un presupuesto que tampoco era nada del otro mundo, pero se lo dio, cosa que otros le negaron y se vino con los bártulos a Europa, concretamente a Alemania (por supuesto, Francia estaba descartada), para llevar adelante el rodaje.
Ellos pretenden que vivamos en un mundo feliz y que, a la vez, les salga barato, porque lo gordo del gasto lo necesitan para ellos.
Senderos de gloria es uno de esos films que meten el dedo en una herida y hurgan en ella. Esas cosas molestan y solamente la fuerza de voluntad de algunas personas que casi se lo toman como algo personal, hace que salgan adelante.
El guión fue rechado una y otra vez por productoras distintas, se dice que el propio Kirk Douglas movió sus influencias tras leer el guión.
Al final, Kubrick logra que la United Artist le conceda un presupuesto que tampoco era nada del otro mundo, pero se lo dio, cosa que otros le negaron y se vino con los bártulos a Europa, concretamente a Alemania (por supuesto, Francia estaba descartada), para llevar adelante el rodaje.
Pero no se queda sólo en eso, porque tomando como excusa el ejército, la película hace una crítica agria contra cualquier estamento estructurado, en el que los que mandan emplean a sus subordinados como meros peones para su medro personal.
Y en la otra cara de la moneda, la tropa, ganadería dispuesta para el sacrificio, viviendo en condiciones insalubres, agazapados en sus agujeros sin asomar la cabeza para que no se la vuelen y sometidos a todo tipo de abusos por sus mandos que les tratan con desconsideración. Lo de carne de cañón cobra aquí plena validez.
A estos hombres sin escrupulos, se contrapone la figura del Coronel Dax (Kirk Douglas), que sin ser un dechado de virtudes, al menos, trata de ser justo y muestra respeto por los derechos de los soldados, sobre todo el derecho más preciado que todos tenemos, el de la vida.
El asalto, por supuesto, es un fracaso, y el general Mirbeau (George Macready) coge un berrinche tremendo y hace responsables del fracaso a sus hombres a los que acusa de cobardía, escudándose en que no se produjo el número de bajas considerado como razonable. Tras la pantomima de consejo de guerra, los acusados son condenados a muerte, siendo memorable la escena del fusilamiento en la que uno de los reos, herido, es trasladado en camilla que es puesta en posición vertical para poder cumplir la sentencia.
Un film ausente de toda épica y que nos viene a decir que en una guerra no hay vencedores, ni vencidos, porque todos son perdedores.
Y una frase entre las muchísimas que podría poner aquí, la que pronuncia el General Mirbeau dirigiéndose al Coronel Dax sobre el fusilamiento que acaba de llevarse a cabo: Sus hombres han muerto muy bien.
Y es que, como dijo Thomas Gray: Los senderos de la gloria no conducen sino a la tumba.
Hola Trecce también la he visto, pero para serte sincero no me acuerdo de nada. Joder tío eres un fenómeno hablando del celuloide. No serás critico de cine. Saludos y sigue dańdonos lecciones del Séptimo Arte.
ResponderEliminarY ese final irónico. La muchacha alemana, obligada a cantar una balada sentimental. Es en ella donde Dax alberga alguna esperanza en el género humano. Kubrick no repetirá un final, relativamente esperanzador, en ninguna de sus posteriores películas. Amigo Trecce, un secreto: Kubrick es mi director. El que he estudiado a fondo desde todos los ángulos. Los géneros, cuando pasó Kubrick por ellos, ya no fueron lo mismo. Único y grande.
ResponderEliminarRafa, soy un simple espectador, nada más, aunque no lo creas.
ResponderEliminarEl final es sublime, Manuel, con esa tropa dura, verdaderos energúmenos que se enternecen ante una cación cuya letra no entienden, pero les da igual, a los pobres les une su desgracia, igual que a los ricos les une su vida regalada.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de que Kubrick es su preferido, por algo le llamaban sus amigos lolokubrick.
Es verdad, esos travellings por entre las trincheras, marca de la casa, son excepcionales, y más para el año de la peli. Saludos blogueros
ResponderEliminarEs una obra maestra, y como tu bien señalas, el mejor,más profundo y memorable alegato antibelicista de la historia del cine.
ResponderEliminarEs una de las dos colaboraciones Kubrick-Douglas; la otra es "Espartaco".
Al final, las relaciones entre los dos quedaron bastante maltrechas.
Una gran peli, en efecto.
ResponderEliminarAl recordar esta peli siempre me viene a la mente el arranque con ese "baile" de generales: un plano secuencia con coreografía incluido, donde los generales discuten.
ResponderEliminarConsigue, tan sólo a través de imágenes, transmitir esa desigualdad que quiere denunciar.
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