FRANÇOIS VATEL

François Vatel, fue un cocinero, pero no un cocinero cualquiera. Su verdadero nombre era Fritz Karl Watel, había nacido en París en 1631 y huyendo de la vida pobre de su casa, se colocó como aprendiz en la casa del padrino de su hermano, el repostero Jehan Heverard. Tras siete años en este trabajo, es contratado como pinche de cocina en el palacio de Vaux-le-Vicomte, que estaba construyendo el marqués Nicolas Fouquet, que sería nombrado ese mismo año Superintendente de Finanzas por el cardenal Mazarino. Gracias a sus aptitudes para la organización, Vatel es rápidamente nombrado «maestro de ceremonias» de Fouquet.
Caído su amo en desgracia, huye a Inglaterra, hasta que es contratado por el príncipe Luis II de Borbón-Condé, el Gran Condé.
En 1663, François Vatel es nombrado «contrôleur général de la Bouche» del Gran Condé, es decir, es el encargado de la organización, de las compras, del abastecimiento y de todo aquello que corresponde a «la boca» de palacio.
El 21 de abril de 1671, tras muchos años de espera y de importantes trabajos de renovación de su palacio, el Príncipe de Condé, caído en desgracia después de haber participado en la rebelión nobiliaria de la Fronda contra Luis XIV y al borde de la ruina, invita al rey y a toda su corte de Versalles. El destino de la Casa de Condé depende en gran parte del éxito que alcancen los festejos, por lo que deposita toda la responsabilidad sobre su ingenioso maestro de ceremonias, Vatel, que tan sólo tiene quince días para preparar los elaborados menús y sus grandiosas puestas en escena, que harán las delicias de la corte.
Un grave problema surgió y es que el pescado encargado, no acababa de llegar, se dice que Vatel exclamó que no podría sobrevivir a esa afrenta, de acuerdo con algunas versiones decidió suicidarse, su cuerpo fue encontrado por un ayudante que fue a avisarlo de que el pescado había llegado. Se había atravesado el corazón con su propia espada.
Sin embargo, hay quien cree que esa fue sólo la gota que colmó el vaso, pues en realidad el corazón de Vatel estaba ya roto antes de que lo atravesara el acero.
Anne de Montausier, futura favorita del rey y en esa fecha “pupila” de la reina, había seducido a Vetel y este era consciente de que no podía competir en amoríos nada menos que con el Rey Sol. Se sintió decepcionado, pequeño, ridículo.
Para el rey y sus cortesanos, el suicidio de Vatel fue una anécdota más en la larga lista de temas de sobremesa.
Este hombre pasaría a la historia de la gastronomía, entre otras muchas cosas, por ser el creador de la crema Chantilly, aunque es posible que fuera conocida ya con anterioridad y él la popularizara.
En el año 2000, se estrenó la película Vatel, de Roland Joffé, protagonizada por Gérard Depardieu y con Uma Thurman y Tim Roth en el reparto y música de Ennio Morricone.