Un triángulo amoroso, de los clásicos, eso es lo que nos plantea este film.
¿Eso? ¿Seguro?
Sí, seguro, pero no sólo eso. Esa es la historia y no aparente, sino real, porque tiene mucho peso en la peli, verdaderamente la película va de eso. Pero cuando tenemos esos momentos de reflexión posteriores (cuando los tenemos, claro) y pensamos qué es lo que creemos que hemos visto y qué es lo que el director nos ha querido mostrar, nos damos cuenta de que hay bastante más que eso.
El drama, la tragedia, el problema de la inmigración, llámenlo como quieran. Un asunto que estaba candente por aquellos tiempos en EE.UU., si es que ha dejado de estarlo alguna vez.
El guión es de Brackett y Wilder y este último había pasado por esas experiencias hasta que consiguió ser admitido legalmente en el país.
¿Eso? ¿Seguro?
Sí, seguro, pero no sólo eso. Esa es la historia y no aparente, sino real, porque tiene mucho peso en la peli, verdaderamente la película va de eso. Pero cuando tenemos esos momentos de reflexión posteriores (cuando los tenemos, claro) y pensamos qué es lo que creemos que hemos visto y qué es lo que el director nos ha querido mostrar, nos damos cuenta de que hay bastante más que eso.
El drama, la tragedia, el problema de la inmigración, llámenlo como quieran. Un asunto que estaba candente por aquellos tiempos en EE.UU., si es que ha dejado de estarlo alguna vez.
El guión es de Brackett y Wilder y este último había pasado por esas experiencias hasta que consiguió ser admitido legalmente en el país.
Sin embargo el asunto está tratado desde un punto de vista amable, desprovisto de todo dramatismo y, por momentos, incluso de manera festiva. Desde luego lo que no encontraremos será ningún tipo de demagogia, ni a favor, ni mucho menos en contra del flujo de gente que quiere pasar las fronteras del gigante del norte.
Y, sin embargo, la crítica está también presente, de manera sutil, a través de diálogos de doble intención, ironía y también humor, pero que nos hace llegar ese poso de amargura que tienen las personas que se ven envueltas en tan delicada situación.
Los tres protagonistas son grandes de la interpretación, y sus intervenciones están a la altura de lo esperado, sobre todo las dos féminas (Olivia de Havilland y Paulette Goddard), quizá un poco envarado y sin dar el tono de enamorado converso y arrepentido en la última parte del film, Charles Boyer, pero con esa correción tan caraterística en él. Y como es norma en el cine de antes, unos secundarios que están magníficos independientemente de la longitud de su papel.
Mi opinión es que la historia sigue teniendo vigencia, que no aburre a pesar del tiempo transcurrido.
Como curiosidad, apuntar que el director (Michell Leisen), tiene un largo cameo al principio del film, en el que se ve una escena del rodaje de "Vuelo de águilas", que protagonizaron Verónica Lake y Brian Donlevy.
En definitiva, una buena historia, para un drama que no busca la lágrima fácil, sino la reflexión a través de un argumento que nos parece típico, pero que huye de los tópicos.
Y además, a mí me permitió descubrir que hay un sitio lamado Azusa.
Baya películas. Esto si es cine y no el que nos quieren vender como bueno de los titiriteros españoles.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Por algo, al verlas, uno continúa disfrutando de ellas.
ResponderEliminarEs una peli inolvidable. Al menos para mí. Con todos los ingredientes para triunfar: Leisen con Wilder y Brackett (casi nada, hicieron verdaderas maravillas, luego se separaron, claro: de ahí nació una de las carreras más impresionantes del cine, la de Dios, según Trueba). De Havilland está prefecta, esos papeles de sufridora eran perfectos para ella. Y el cinismo de Boyer también a la altura.
ResponderEliminarDespués de esta peli se separaron, al parecer Leisen suprimió una escena del guión (la de la cucaracha que pisotea Boyer) y esto no sentó nada bien a la pareja de guionistas. Aunque supongo que habría alguna desavenencia más.
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